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Muere el escultor catalán Xavier Corberó a los 81 años

  • Sus esculturas están expuestas en los principales museos y ciudades del mundo
  • Fue el diseñador de las medallas de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92

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Xavier Corberó en una imagen de archivo de 2002.
Xavier Corberó en una imagen de archivo de 2002.

El escultor catalán Xavier Corberó Olivella, cuya obra está presente en museos de todo el mundo y fue el diseñador de las medallas de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92, ha muerto a los 81 años, según ha informado su hija, la también artista Ana Corberó, en Twitter.

Corberó falleció este lunes en Esplugues de Llobregat (Barcelona) y su funeral tendrá lugar mañana miércoles en el tanatorio de Sant Gervasi de la capital catalana

Durante su carrera, Corberó realizó exposiciones individuales y colectivas en Barcelona, Bilbao, Madrid, Valencia, Miami, Chicago, Edimburgo, Zúrich, Nueva York, Tokio, Berlín, Rotterdam, Pittsburg, Lieja, París y Ginebra, entre otras capitales.

Su obra está repartida por diversos museos de todo el mundo, entre ellos el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de Tokio, el Stedelijk Museum de Ámsterdam, así como el Victoria and Albert Museum y el Goldsmith's Hall de Londres.

Esculturas gigantes de Xavier Corberó en el Jardín Botánico de Palafrugell (Girona). EFE/Robin Townsend

El artesano del metal

Nacido en Barcelona en 1935, Xavier Corberó aprendió a trabajar artesanalmente los metales en el taller de herrería que fundó su abuelo, Pere Corberó.

Inició sus estudios artísticos en la Escola Massana de Barcelona, fundada por su padre junto con Llorenç Artigas, y continuaron en la Central School of Arts and Crafts de Londres, ciudad en la que residió desde 1955 a 1959. También trabajó un tiempo en la fundición Medici de Lausana, donde vivió un período clave de su formación y donde recibió la influencia de Pau Gargallo y Henry Moore.

Aunque participó en la Bienal Hispanoamericana de 1955 con otros artistas, realizó su primera exposición individual en Lausana en 1959, donde la crítica lo relacionó con la influencia del escultor y pintor suizo Alberto Giacometti.

En 1960 volvió a Cataluña y se instaló en Esplugues de Llobregat, tras lo cual hizo su presentación en Barcelona en la Galería Mirador y contactó con artistas como Joan Miró. Las obras y esculturas que hizo en esta década le aportaron popularidad y reconocimientos del mundo artístico, y así fue galardonado con el premio Manolo Hugué (1960), el Ramon Rogent (1961) y la Medalla de Oro del Estado de Baviera (1963) tras una exposición en Múnich.

Precedido de esta fama se trasladó a Nueva York, en un momento en que el Op Art, basado en las formas geométricas y las ilusiones ópticas, estaba muy relacionado con su obra y la crítica lo consideraba un representante de este estilo. Allí se relacionó con el ambiente de artistas reconocidos como Marcel Duchamp, Man Ray o Max Ernst, entre otros. El reconocimiento internacional adquirido le llevó a exponer en numerosos países, como EEUU, Inglaterra, Alemania, Suiza, Japón e Italia.

Escultura monumental y urbana

En 1972 llevó a cabo su obra más ambiciosa: el Centro de Actividades e Investigaciones Artísticas de Cataluña (CAIAC) en Esplugues, un taller de régimen abierto que acogió de manera permanente una docena de artistas de diversas especialidades.

Posteriormente inició una etapa de escultura monumental, y su camino hacia la escultura urbana para la colectividad en Nueva York. La década de los 80 vino marcada por sus delicados y refinados mármoles blancos y rosados y por la continuación de la escultura pública en numerosas ciudades, a partir de diversos encargos.

Fue a inicios de la década de los 90 cuando Corberó colaboró con el Ayuntamiento de Barcelona para dotar a la ciudad de varias esculturas públicas, y de este modo coordinó la llegada de obras de artistas de reconocido prestigio, como Richard Serra, Botero, Lichstentein, Anthony Caro o Claes Oldenburg, entre otros.

Xavier Corberó fue el escultor encargado de diseñar las medallas de Barcelona'92, lo que llevó a cabo siguiendo los criterios marcados por la Carta Olímpica, sin romper la tradición ininterrumpida desde Amsterdam'28 de llevar grabada la imagen de la diosa de la Victoria en el anverso. Corberó también elaboró unos diseños diferentes tanto para las medallas de los deportes de demostración como las dos medallas conmemorativas que se obsequiaron a toda la Familia Olímpica.

Precisamente, en 1992 recibió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat y en el año 2000 fue elegido miembro numerario de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi.

Medallas de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 diseñadas por Corberó.