El venezolano Ángel Sánchez conquista Barcelona
- Es una celebridad en EE.UU. y es la primera vez que muestra su trabajo en Europa
- Isabel Sanchís deslumbra con una colección inspirada en los maestros de la costura
- Jesús Peiró traslada la belleza del art dèco a una colección de ensueño
- Karolina Kurkova, estrella del desfile de St Patrick
La expectación era máxima. Todos querían ver el desfile del diseñador Ángel Sánchez, una celebridad en EE.UU. Comenzó su carrera en Valera, Venezuela, y en los años 90 se instaló en Nueva York donde hoy tiene su taller y desde el que salen los vestidos que llevan estrellas como Meryl Streep, Beyoncé, Gisele Bündchen o Eva Longoria.
“Estoy muy emocionado, es mi primer show aquí en España y en Europa. Siempre hay que plantearse distintos escenarios. Yo suelo presentar mis colecciones en Nueva York, ya conozco la plaza y a mis clientes, y es enriquecedor saber qué impacto tiene tu trabajo en distintas audiencias”, dice.
“Para mí es un reto, y eso me motivó a aceptar la invitacion. No es un evento más, Barcelona Bridal Fashion Week es un evento muy prestigioso en el mercado de novias a nivel mundial y es un privilegio estar aquí como invitado especial y hacer el desfile en un lugar tan hermoso”, dice refiriéndose al Palacio de Pedralbes.
“Todo es tan maravilloso que decidí apostar por presentar aquí mi nueva colección, y no en Nueva York”.
Define su propuesta para 2018 como “delicada” y cuenta que juega con la ligereza de los materiales, como los gazares y las organzas, para crear vestidos fabulosos. El blanco domina la paleta de color pero deja hueco a un tímido rosa pálido que, dependiendo de la luz, se puede confundir con el blanco. Algunos diseños destacan por las aplicaciones de pétalos de nácar, que dejaban un aroma de feminidad y coquetería.
El patrón, a veces, tiene un trazo escultural, arquitectónico. Es de estilo clásico pero Sánchez lo actualiza utilizando nuevas técnicas, como el corte al láser, y aplica pequeños espejos y bordados tridimensionales -como flores geométricas- que ponen un toque arty a la colección..
“Pongo mucha atención a las proporciones y a los materiales ,y trato de no llenarlo todo de bordados e intento no caer en los lugares comunes, como el encajito, la abertura, lo sexi... Mi trabajo es más para una mujer contemporánea, moderna, fresca, joven y muy sofisticada. ¡No soy un diseñador para todo el público!".
Sánchez no ha hecho una colección especial para su debut en Europa. Desea que se conozca su trabajo y por eso junto a los vestidos nuevos ha presentado algunas de sus piezas favoritas rescatadas de colecciones anteriores. “Quiero que ustedes vean mi trabajo como un todo y no solo el trabajo de la última colección”.
Además de los vestidos de novia se han visto diseños de noche y fiesta que se tiñen de negro y plata. “La noche me inspira mucho en las novias y las novias me inspiran mucho en las noches. ¡Soy un diseñador de momentos especiales!”
Isabel Sanchís propone un glamuroso viaje a la época dorada de la costura, comenzando en los años 40 y 50. Décadas marcadas por la exquisitez y la suntuosidad de la moda. Su trayecto nostálgico termina en la década de los 70, donde la libertad guiaba los patrones y la geometría marcaba los estampados.
“Investigamos mucho mirando libros y revistas de los años 30, me asombra la forma de trabajar de esa época; los tejidos también eran maravillosos y nosotras ahora los mezclamos con otros como el lúrex y el plástico”, dice la valenciana.“Y también hay bordados metalizados, para darle un toque más roquero, más moderno”, apunta su hija que lleva tres años trabajando con ella en el taller. Dos generaciones que juntas se complementan.
Su estilo es sofisticado, barroco, y la colección es un atracón de belleza que traslada a los desfiles de otras épocas, cuando los salones de costura eran el escenario de las maravillas de Ungaro, Scherrer, Givenchy,,. Sanchís hace guiños a vestidos icónicos y no se olvida de Balenciaga, maestro entre los maestros, reinterpretando incluso su famoso sombrero.
El negro domina gran parte de los vestidos de noche y aparece decorado con soles, estrellas, corazones y flechas e incluso instrumentos musicales o siluetas de bailarines, algunos aplicados sobre tul de seda en tono empolvado. Trajes minimalistas llevan maxiflores en el hombro y los volúmenes, perfectamente construidos, contrastan con la fluidez de las gasas de seda y la organza.
Las asimetrías tienen un toque 'arty' y destacan las espaldas con ventana en forma de estrella. Faldas, mangas y escotes tienen ese patrón orgánico que tanto ha puesto de moda Josep Font y llaman la atención los cortes geométricos y los detalles de origami que decoran faldas y vestidos. Todo muy trabajado. Todo perfecto.
“Los vestidos más sencillos son para la clienta española y europea, y los que son más de costura son para las clientas de Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Singapur, Rusia y China, que no miran los precios”.
También venden en Latinoamérica y todos sus vestidos salen de tu taller situado en la localidad valenciana de Benaguacil. Todo se hace a mano, de forma artesanal, siguiendo los dictados de la tradición de la costura. Es moda de alto nivel, destinada a mujeres especiales. “Aunque parezca mentira sí hay una clienta que se viste de costura para fiestas o bodas importantes”, dice sobre esa mujer anónima de alto poder adquisitivo que disfruta del lujo de espaldas a la galería.
Siempre han utilizado el tono blanco para sus vestidos pero se estrenan ahora con diseños nupciales. Es la tercera vez que participan en Barcelona Bridal Fashion Week y acaban de estar en Panamá para participar en su Semana de la Moda. Otro suculento mercado.
Yolancris ha hecho doblete. Primero ha presentado una colección de costura y después una de prêt-à-porter. Yolanda y Cristina fundaron su firma en 2005 y llevan más de una década renovando la costura con una aguja joven y fresca.
Sus vestidos recorren el cuerpo con costuras sinuosas que redefinen la silueta y lo visten con tejidos sensuales marcados por el juego de transparencias y encajes, siempre con un aire vintage romántico, delicado y delicioso.
Cristina Tamborero cuida cada detalle y trabaja a mano los tejidos elaborando bordados de ensueño. La diseñadora ha compartido desfile con la firma Sophie et voilà, dirigida por la bilbaína Sofía Arribas, que se esfuerza en depurar la silueta pero se divierte con mangas XXL y cascadas de volantes de tul que caen en horizontal desde la cintura.
Antes fue el turno de Jesús Peiró. Su directora creativa, Merche Segarra, se inspira en la estética art déco y traslada la arquitectura neoyorquina de los años 20 y 30 a Metrópolis, una colección marcada por vestidos muy estructurados pero ligeros visualmente gracias a las transparencias que parecen los cristales de un rascacielos.
El encaje, que a veces tiene un estilo ‘señora’, se rejuvenece con detalles de marquetería u otros de tipo ornamental, como celosías, redes y rosetones. Los tejidos opacos tienen protagonismo y se agradece ver que no todo son transparencias generosas de estilo alfombra roja.
Hay detalles orientalistas propios de los años 20 y 30 que tanto influyeron en la decoración y el interiorismo, y distintos tonos de blanco -desde el yeso al tiza o marfil- que contrastan con las texturas metalizadas que se bordan o aplican a tops, chaquetas y abrigos sin mangas cuajados de bordados de latón dorado, verde jade y plata.
Vemos vestidos sirena con cuerpo bustier que encajan como un guante, y diseños setenteros, de aire boho, reinterpretados con gusto. ¡Hasta los trajes más sofisticados resultan juveniles!.
Esta colección mezcla costura y fantasía, historia y glamur. Todo se hace en España, algo de lo que se enorgullecen y que además les ha hecho merecedores del Certificado Origen Español, siendo la primera empresa del sector en tenerlo.
Intenso día que comenzó con la generosa sonrisa de Karolina Kurkova, amiga de la casa Pronovias que ahora ha querido apoyar el desfile de la línea St Patrick que se distribuye en tiendas multimarca del gigante nupcial. Lleva el sello de Hervé Moureau, creativo de Pronovias, y destaca por el uso del encaje sobre tul de color piel que produce un efecto de tatuaje.
También vemos encaje decorando distintas capas de tejido transparente que se yuxtaponen aportando profundidad a las colas de los vestidos. Y aunque manda la línea sirena también hay propuestas para las que prefieren en estilo princesa.
La sensualidad de los escotes y las aberturas de las faldas es contenida, y destacan las colas de los vestidos que nacen de los hombros, la espalda, la cintura o la cadera. Kurkova recogió los aplausos y se lo agradeció a Alberto Palatchi, presidente del grupo Pronovias, en forma de cariñoso beso.