Cien heridos en disturbios en Macedonia tras la elección de un albanés como presidente del Parlamento

• Los manifestantes han acampadado ante la Cámara tras ser desalojados
• Denuncian que eligieron al presidente fuera de la sesión reglamentaria
• El país está sumido en una gran inestabilidad política y tensiones étnicas
• El Gobierno en funciones califica esta elección como "golpe de estado"

Manifestantes protestan dentro del Parlamento en Skopje

Al menos un centenar de personas han resultado heridas en las protestas que, desde este jueves, se producen en Macedonia tras la elección de un albanés como presidente del Parlamento.

Unos doscientos manifestantes irrumpieron en la Cámara y agredieron a varios diputados de la oposición, entre ellos al líder del partido socialdemócrata (SDSM), Zoran Zaev, unos hechos que obligaron a intervenir a la policía antidisturbios para desalojar el edificio con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras y evacuar a los diputados atrapados.

Los manifestantes entraron en la Cámara tras conocerse que el SDSM, junto con los tres partidos albaneses con representación parlamentaria, habían elegido a un nuevo presidente del Parlamento tras el fin de la sesión reglamentaria, un procedimiento que los conservadores calificaron de ilegal y de golpe de Estado.

El líder del partido socialdemócrata (SDSM), Zoran Zaev, sale del Parlamento ensangrentado acompañado por un Policía. REUTERS/Ognen Teofilovski

Tensiones étnicas

El presidente elegido es Talat Xhaferi, miembro del partido DUI, que representa a la minoría albanesa (25% de la población), un acto que para muchos ciudadanos de etnia macedonia constituye una afrenta. Los socialdemócratas de Zoran Zaev y los partidos albaneses habían llegado a un acuerdo para otorgar más derechos a esta minoría que conforma el 25 % de la población de Macedonia.

Este pacto ha despertado los fantasmas de una federalización étnica del país, o incluso de la creación de un Gran Estado de Albania en los Balcanes.

Policías llevan a un hombre herido durante los enfrentamientos entre policía y manifestantes ante el Parlamento de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM). EFE/GEORGI LICOVSKI

Minutos después de su elección, miles de manifestantes que llevan mas de 60 días de protesta continua ante el Parlamento irrumpieron en el edificio saltándose los cordones policiales y encerraron a una treintena de diputados del SDSM y de los partidos albaneses en una pequeña oficina.

La policía necesitó en torno a tres horas para liberar a los diputados y permitir que los equipos sanitarios pudieran intervenir, y detuvo a decenas de manifestantes.

Tras los disturbios, centenares de manifestantes han montado una acampada frente al Parlamento y han anunciado que no se marcharán hasta que se aclare la situación política y se restablezca la normalidad institucional.

Inestabilidad política

El presidente del país, Gjorge Ivanov, ha convocado este viernes a todos los líderes de los partidos en el Parlamento a una reunión conjunta en su oficina con el fin de calmar la situación y encontrar una solución a la crisis política. Por el momento sólo el VMRO-DPMNE ha aceptado la invitación.

La crisis política se viene arrastrando desde las elecciones del pasado 11 de diciembre, cuando el VMRO-DPMNE ganó con solo dos diputados de ventaja frente a los socialdemócratas, pero fue incapaz de forjar una alianza de Gobierno on el que durante muchos años fue su socio de Gobierno, el partido de la minoría albanesa DUI.

Desde hace casi dos meses Ivanov se niega a dar un mandato a los socialdemócratas y a los principales partidos de la minoría albanesa, a pesar de que los vencedores de las elecciones, los conservadores, fueron incapaces de forjar una coalición. Ivanov argumenta que una alianza entre los socialdemócratas y los albaneses pondría en peligro la integridad del Estado, pues, en su opinión, esta coalición se ha establecido mediante la injerencia del primer ministro de Albania, Edi Rama.

Los manifestantes entraron en la Cámara tras conocerse la elección de un nuevo presidente del Parlamento tras el fin de la sesión reglamentaria. EFE/GEORGI LICOVSKI