Alemania se dispone a limpiar sus fuerzas armadas de ultraderechistas
- El gobierno investiga 280 casos de ultraderechistas en sus ejércitos
- Ha sido detenido un teniente sirio que estaría planeando un atentado xenófobo
- En varios cuarteles se han denunciado ideologías racistas y abusos sexuales
La ministra de Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, ha decidido limpiar las fuerzas armadas tras sucesivos escándalos en sus filas, con 280 casos de presuntos ultraderechistas investigados y 18 expulsados entre 2012 y 2016.
"El Wehrmacht -el ejercito nazi- no tiene nada en común con el Bundeswehr -el ejército actual-", ha subrayado Von der Leyen al visitar el cuartel en el que estaba destinado Franco A., un teniente que se registró como solicitante de asilo sirio y que se sospecha que planeaba cometer un atentado xenófobo.
La detención de Franco A. la semana pasada ha desatado una amplia polémica en el país, tanto por los fallos de los servicios de extranjería, que no detectaron el fraude y llegaron a pagarle prestaciones como refugiado, como por la laxitud demostrada por el ejército, que aparentemente relativizó su ideología ultraderechista.
Una investigación que se prevé larga
Von der Leyen canceló un viaje que tenía previsto a Estados Unidos para viajar a cambio a la localidad de Illkirch, cercana a Estrasburgo (Francia), y entrevistarse con los mandos y compañeros del teniente, destinado en una brigada franco-alemana que tiene su base en esa ciudad.
En el cuartel, visitó una habitación con parafernalia del Wehrmacht y no dudó en mostrar su rechazo: "El ejército no pertenece a la tradición del Wehrmacht", recaló la ministra, quien avisó de que se abre ahora una larga investigación, en paralelo a la de la Fiscalía federal, en la que se necesitará "mucha fuerza y serenidad".
El portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert, ha garantizado en una rueda de prensa que Von der Leyen, criticada en el estamento militar por cuestionar la firmeza del ejército a la hora de erradicar este tipo de casos, tiene el "total apoyo" de la canciller, Angela Merkel.
La inmensa mayoría de los miembros de las fuerzas armadas realizan su trabajo ejemplarmente, ha añadido Seibert, pero es "absolutamente correcto" abrir una investigación para aclarar si la ideología "racista y ultranacionalista" o los abusos sexuales que han sido denunciados en otros cuarteles son o no casos aislados.
Se hizo la vista gorda con el caso de Franco A.
Según datos del Ministerio de Defensa, los servicios de inteligencia militares investigan 280 casos de presuntos ultraderechistas miembros del ejército, motivo por el que han sido expulsados 18 soldados en los últimos cinco años.
"Aunque hubiera un sólo caso, ya sería demasiado", ha asegurado el portavoz adjunto de Defensa, Boris Nannt, quien ha confirmado que ya en 2014 hubo pruebas de que Franco A. apoyaba ideologías ultraderechistas.
Ese año presentó una tesina de máster con "expresiones claramente extremistas" -llegaba a hablar del "genocidio" de la población europea occidental por la inmigración-, pero sus superiores decidieron darle una segunda oportunidad para presentar un nuevo trabajo, no se le abrió un expediente y lo sucedido no quedó registrado en su acta militar.
Von der Leyen se ha mostrado decidida a averiguar "cómo es posible que Franco A. hiciera carrera durante tanto tiempo en el ejército" y a investigar sus relaciones y conexiones en las fuerzas armadas.
Para el jueves ha citado en Berlín a un centenar de mandos militares para analizar el caso de Franco A. y otros polémicos sucesos que han enturbiado en los últimos meses la imagen del ejército alemán.
Negligencia en la investigación
El pasado 26 de abril el ministerio confirmó el cese del jefe de instrucción del Ejército por negligencia en la investigación de repetidas denuncias de abusos sexuales y de los rituales perversos a los que presuntamente eran sometidos los reclutas por parte de instructores durante el proceso de admisión.
Ante estos casos, Defensa ha encargado un informe exhaustivo sobre acoso y discriminación en el ejército, que debe aclarar en los próximos meses si existen en las fuerzas armadas "campos oscuros" o si falta la necesaria sensibilidad para detectar situaciones anómalas, denunciarlas y corregirlas.
Por su parte, el Ministerio de Interior también ha encargado una investigación a la Oficina Federal para las Migraciones y los Refugiados, BAMF, para aclarar cómo pudo reconocerse la petición de asilo de Franco A., que no hablaba árabe, y estudiar si ha podido haber más casos similares.