El Popular cierra el primer trimestre con pérdidas de 137 millones lastrado por el negocio inmobiliario
- La entidad ha dotado 496 millones a provisiones por el negocio inmobiliario
- El consejero delegado matiza al presidente sobre la ampliación de capital
- "Ni la descarto ni digo que la vaya a haber: es una de las alternativas", dice
- Asiaín afima "hacia el verano" deberían "ser capaces de dar una respuesta"
El Banco Popular registró unas pérdidas de 137 millones de euros en el primer trimestre de 2017, frente al beneficio de 92 millones un año antes, después de dotar 496 millones a provisiones por el negocio inmobiliario. Su consejero delegado, Ignacio Sánchez-Asiaín, ha afirmado durante la presentación de estos resultados que la entidad espera dar beneficios este año, ha negado "acercamientos serios" para una fusión y ha asegurado que el banco no tiene preparada "en el horizonte" una ampliación de capital, algo sugerido hace unas semanas por el presidente del Popular, Emilio Saracho.
"Ni descarto la ampliación ni digo que la vaya a haber, sino que es una de las posibles alternativas que tenemos de futuro", ha apuntado el consejero delegado de Popular, quien ha reconocido no bostante que hay inversores que "se acercan" al banco preguntando por ello.
Preguntado sobre si, en el caso de que hubiera ampliación estaría dirigida a inversores institucionales, Sánchez-Asiaín ha indicado que, en su opinión personal, "cuando una entidad financiera que está en Bolsa tiene problemas de credibilidad, el primer test debe ser institucionales".
El problema del Popular, es "la falta de confianza"
Durante la rueda de prensa, el consejero delegado de la entidad ha reconocido que "el mayor problema del Popular es la falta de confianza", que está relacionada con que hace unos meses se presentó un plan de negocio y una ampliación de capital que se ha visto que no fue suficiente, y "si se dicen cosas que luego no se cumplen, se genera desconfianza".
Y lo que no quiere ahora el banco "es crear expectativas que no se pueden cumplir", ha dicho Sánchez-Asiaín, quien ha precisado que el banco está analizando más de 40.000 activos improductivos, y que hasta que no se tenga un diagnostico al respecto no podrá decir si necesita más capital y la estrategia final a seguir, algo que, no obstante, se podría conocer "hacia verano".
"No queremos dar datos de antemano porque minaría el intento de generar confianza", ha insistido el consejero delegado, que respecto a la venta de los activos improductivos, que entre enero y marzo han alcanzado unos 500 millones de euros, ha dicho que para el conjunto del año, el objetivo es repetir este volumen cada trimestre y si, además, se produce una venta "ancla", es decir, más voluminosa, "mucho mejor".
Niega conversaciones serias para una fusión
Además, Sánchez-Asiaín ha afirmado que el banco no está manteniendo conversaciones sobre un acercamiento "serio" para fusionarse con otra entidad . No obstante, ha reconocido que existen conversaciones "de almuerzo" entre bancos.
"Las ha habido y, además, todo el mundo habla con todo el mundo", ha apuntado el consejero delegado, quien ha afirmado que supone "que las habrá, porque desde 2008 hay conversaciones entre todos continuamente".
Por otra parte, el número dos del banco ha reconocido que se están realizando gestiones de manera permanente para proceder a la venta de activos improductivos, si bien "no se venderán a cualquier precio". En este sentido, insistió en que estas ventas solo se producirán "cuando responda al valor del accionista y no nos sentimos presionados para aceptar cualquier oferta".
Además, Ignacio Sánchez-Asiaín ha afirmado que la entidad está dispuesta a vender tanto WiZink -la entidad dedicada al negocio de tarjetas de crédito y soluciones de ahorro- como Totalbank -su filial en Estados Unidos- si recibe buenas ofertas por ellas, y ha apuntado que el banco está manteniendo "conversaciones avanzadas" para la venta de activos no estratégicos.
Más dotaciones al ladrillo
El banco ha realizado casi 500 millones de provisiones debido al incremento en las dotaciones del negocio inmobiliario, argumenta, y con el fin de sanear y fortalecer su balance, que registró pérdidas de 3.485 millones en 2016. Dichas provisiones, sumadas a las que ya había realizado el banco, elevan la ratio de cobertura total hasta el 45,2% y la de morosos hasta el 51,4%, según el propio Popular.
A cierre de marzo, la ratio CET1 phased in del banco es del 10,02%, la ratio CET1 fully loaded del 7,33% y la de capital total, del 11,91%, por lo que Popular sitúa su solvencia por encima de los requisitos exigidos y cumple con el requerimiento total regulatorio mínimo aplicable al grupo, por todos los conceptos, del 11,375%.