Brigitte Trogneux, sombra y luz de Macron, desde el instituto a la presidencia
- La próxima primera dama de Francia cobra protagonismo
- 25 años mayor que Emmanuel Macron, fue su profesora de teatro
- Medios y expertos señalan la influencia de Trogneux en la carrera de Macron
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"Un chico del instituto que lo sabe todo de todo", era la descripción que la joven Laurence Auzière hacía a su madre, la profesora de teatro Brigitte Trogneux, de un joven Emmanuel Macron, adolescente y compañero de clase en el liceo donde cursaba secundaria. Era difícil vaticinar lo que el futuro traería, pero al cabo de una década, ese quinceañero se convertiría en el padrastro de Laurence, de su hermana y de su hermano, y marido de su madre, Brigitte, 25 años mayor que él.
Tuvieron que vencer las reticencias de los padres de Emmanuel y afrontar el divorcio de Brigitte de Sébastien Auzière, padre de sus tres hijos. Pero en este tiempo han formado una familia que se ha mantenido "unida", se ha jactado siempre el ahora próximo presidente de Francia.
Celoso guardián de su intimidad, los detalles de esta peculiar pareja no trascendieron hasta hace pocos años. La diferencia de edad y la peculiar historia de amor, unidos por una obra de teatro cuya preparación tuteló Brigitte a un Macron de 17 años, han estimulado a la prensa y dado pie a un abanico de interpretaciones.
Pero, ¿quién es Brigitte Trogneux?
Ganada la presidencia, poco a poco ve la luz el papel de esta mujer, profesora y guía vital del mandatario más joven de Francia desde Napoleón. Los seguidores de '¡En Marche!', el partido de Macron, la aclamaron cuando él reivindicó su protagonismo. Al grito de "¡Brigitte!", la pareja consagró su triunfo.
Nacida el 13 de abril de 1953 en Amiens, hija de Jean Trogneux y Simone Pujol, Brigitte es la pequeña de seis hermanos. Según el diario L'Express, los Trogneux son una próspera familia de chocolateros bien conocida en el norte de Francia. Según este periódico, solo en 2013 facturaron cuatro millones de euros.
Profesora de francés y una apasionada de la literatura, "Bibi", diminutivo que utilizan con ella sus allegados, daba clases en el instituto de secundaria La Providencia en Amiens. Allí fue profesora del pequeño Emmanuel en primer curso. La docente de 39 años, según ha relatado repetidas veces a los medios, quedó "subyugada" por la inteligencia de su alumno de 15 años.
Luego prepararían juntos una obra de teatro que interpretaría el joven Macron, una intimidad intelectual que acabaría por convertirse en una complicidad incipiente y luego en el enamoramiento del futuro presidente, que, con 17 años, le aseguró "que se casaría" con ella. Los padres del adolescente Emmanuel se opusieron a la unión, pero la pareja sobrevivió hasta la mayoría de edad del joven y a partir de ahí se consolidó. En 2006 Brigitte se divorcia de su marido y en 2007 se casa con su ex alumno.
Una primera dama con estatuto oficial
Macron es determinado y tozudo, y así se declara también Brigitte: "Cuando decido algo, lo hago", explica la próxima primera dama en un documental sobre su marido llamado La estrategia del meteoro, producido por la televisión francesa.
Ya juntos en París, actualmente Trogneux imparte clases en un instituto de alto nivel y confesión católica. Durante la campaña electoral se la ha señalado como alguien con influencia sobre su marido, diseñando sus discursos y siempre presente en los mitines, con apariciones prudentes, aunque apotósica al final, en la explanada del Louvre para apoyar el discurso de la victoria de su marido y recibir su reconocimiento.
"No tiene ningún papel y no asiste a los comités políticos", afirmaba recientemente François Patriat, antiguo socialista incorporado a '¡En Marcha!', pero si no la ve en una hora, él (Macron) la telefonea", añade.
"Siempre delante y nunca detrás, sin ella no sería quien soy", reconocía públicamente Emmanuel Macron la misma noche del triunfo en la primera vuelta electoral, el 23 de abril, mientras la tomaba de la mano en un emotivo homenaje. El independiente ha anunciado su deseo de crear un estatuto oficial de primera dama, al estilo de Estados Unidos.
En un país donde las esposas de los mandatarios han estado con frecuencia entre la superficialidad de la mujer florero y los vaivenes de la prensa amarilla, Brigitte Macron ya ha dejado caer sus intenciones de no permanecer pasiva en su nueva posición, y ha expresado su voluntad de influir en el ámbito de la educación y la cultura.
"Como educadora, conozco bien a los jóvenes. Es esencial prestarles atención. Mi lucha será la educación (...) si se les abandona en el arcén, eso tendrá un mal final", afirmó en una entrevista a Paris Match.