Macron concentra el voto anti Le Pen mientras la ultraderechista se afianza entre las clases populares
- La abstención es mayor entre los jóvenes y la extrema izquierda
- Le Pen no consigue batir la concentración del voto en su contra en el mundo rural
- La distribución del voto revela una fractura social, según expertos
- Especial: Elecciones en Francia 2017
- Resultados: Macron gana con el 66%
La victoria de Emmanuel Macron frente a Marine Le Pen en las presidenciales francesas se ha cimentado, según muestran los sondeos, en la heterogeneidad de sus votantes y en la concentración del voto de los rivales que se quedaron fuera tras la primera vuelta. Los franceses que han acudido a las urnas lo han hecho "contra" Le Pen más que "a favor" del nuevo presidente.
Aún así, Macron sigue siendo el preferido de las clases medias y altas y Le Pen de aquellos a quienes la crisis y la globalización han hecho más daño.
Los otros grandes protagonistas han sido la abstención (el 25,44%, la mayor desde 1969) y los votos blancos y nulos (casi un 12%, récord en la V República).
Quién ha votado a Macron
Quienes han votado a Macron lo han hecho, en gran parte, "contra Le Pen" y por un sentido "republicano" del deber, según la interpretación general de la prensa francesa. Tal y como lo expone el diario Libération, más de dos tercios de quienes han votado por Macron "hubieran preferido sin duda votar por cualquier otro".
En efecto, el sondeo de la empresa Ipsos muestra que el candidato ha logrado atraer la mayor parte del voto de quienes prefirieron a los rivales eliminados en la primera vuelta, tanto a derecha como a izquierda: han votado por Macron el 48% de quienes lo hicieron por el conservador François Fillon el 23 de abril; el 71% de quienes lo hicieron por el socialista Benoit Hamon; y el 52% de quienes dieron su voto al candidato de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Un 24% de los votantes de Mélenchon se ha abstenido y un 17% ha votado en blanco o nulo, según Ipsos, pese a que en una consulta interna los militantes de Francia Insumisa se mostraron más inclinados a estas dos últimas opciones. El sondeo del instituto BVA arroja datos similiares, aunque eleva al 33% la abstención entre los partidarios de Mélenchon.
El electorado de Macron es el más heterogéneo: ha ganado en todas las categorías de edad, sexo, nivel económico y de estudios, y tanto en el mundo rural como en las grandes ciudades.
No obstante, el principal apoyo del nuevo presidente está sin duda en la Francia "optimista", aquella que cree que la próxima generación vivirá mejor. Macron ha vuelto a ser el preferido de aquellos con mejor posición económica y social: los directivos (82%), los mejor pagados (el 75% de quienes tienen sueldos por encima de los 3.000€ mensuales) y los titulado superiores (81%).
Queda por ver si el presidente electo consigue almagamar a este electorado en torno a su partido, ¡En Marcha!, creado de la nada a su imagen y semejanza, para las próximas elecciones legislativas.
Quién ha votado a Le Pen
Marine Le Pen ha vuelto a batir el récord de votos obtenido por el Frente Nacional pero no ha cumplido su objetivo de rebasar el 40%. Al contrario del electorado de Macron, el de Le Pen está muy definido: aquellos con salarios más bajos (entre el 41 y el 45% de quienes cobran menos de 2.000€ al mes) y con menor formación (un 45% de quienes no terminaron la secundaria).
El 69% de quienes dicen que "muy dificilmente" llega a fin de mes con su sueldo han votado por Le Pen, así como el 46% de los "empleados" y el 56% de quienes se consideran "obreros". Precisamente entre los "obreros" es en el único tramo en el que la candidata ultraderechista ha batido a su rival.
Esto convierte al Frente Nacional, o al menos a su candidata, en la preferida por los votantes de clases populares tanto en la primera como en la segunda vuelta, aunque no hay que perder de vista la elevada abstención de los "obreros" este domingo.
Es muy llamativo así mismo que un 41% de los votantes que simpatizan con la extrema izquierda han podido votar por la ultraderechista. Es el mayor grupo de votantes atraidos por Le Pen en esta segunda vuelta, seguidos de quienes se ubican en la derecha.
Según Ipsos, un 20% de quienes votaron por Fillon y el 30% de los que lo hicieron por el eurófobo Nicolas Dupont-Aignan el 23 de abril lo han hecho ahora por Le Pen.
Como novedad respecto a la primera vuelta, en esta ocasión la concentración del voto anti Le Pen ha funcionado también en el mundo rural: el 57% de los votantes de núcleos rurales ha optado por Macron.
El perfil del abstencionista
Como se ha visto más arriba, alrededor de un tercio de los votantes de Mélenchon se ha quedado en casa, al igual que un 23% de quienes votaron por Dupont-Aignan y que no han seguido la consigna del candidato derechista de votar por Le Pen.
Por inclinación ideológica, la proporción más alta de abstencionistas hay que buscarla entre los partidarios de la extrema izquierda (40%, según Ipsos) y quienes no manifiestan simpatía por ningún partido en particular (41%). Es también destacable que un 18% de partidarios del Frente Nacional no se ha molestado en acercarse al colegio electoral.
La abstención ha sido mayor entre los más jóvenes (34% de los menores de 24 años), entre los "obreros" (un 32%) y entre aquellos con los sueldos más bajos (34%). También ha sido sensiblemente superior en las grandes ciudades (27%) que en las localidades más pequeñas o en el campo (entre el 23 y el 24%).
El sondeo de BVA desvela las principales razones de los abstencionistas: para un 64%, ninguno de los candidatos era convincente; un 43% quería expresar su descontento; el 24% consideraba que la suerte estaba echada y que su voto no iba a cambiar el sentido de esta elección.
"Fractura social"
La distribución geográfica del voto refleja aún más la "fractura social" que vive Francia, según expresión del sociólogo y politólogo Benoit Pellistrandi, entrevistado en Los desayunos de TVE.
El mapa es similar al del 23 de abril: Macron gana en el oeste, donde la sensación de relativa prosperidad económica es mayor, mientras Le Pen vuelve a imponerse en el norte, noreste y sur Mediterráneo, donde el paro y la desindustrialización han hecho más mella.
"Hay una Francia de las clases medias, que vive la globalización como una suerte o se apaña con ella.Y una Francia marginada que tiene la impresión de haber quedado al borde de la carretera", ha declarado Pellistrandi. "Con 11 millones de votos, es una reserva de cólera, de rabia y fustración, que puede afectar a la armonía social del país", ha añadido.
“Con 11 millones de votos, es una reserva de cólera, de rabia y fustración, que puede afectar a la armonía social del país“
La prensa francesa advierte que el "frente republicano" que ha frenado una vez más a la extrema derecha puede resquebrajarse en el futuro. "Los electores pueden cansarse al final de hacer elecciones por defecto", advierte Nicolas Chapuis en Le Monde.