Enlaces accesibilidad

Michael Fassbender: "El hombre parece esforzarse al máximo en erradicar su propia especie"

  • RTVE.es entrevista al protagonista de Alien: Covenant, continuación de la precuela
  • La sexta entrega de la saga se estrena en España este viernes 12 de mayo
  • "'Alien' es Historia y una película que forma parte de nuestra psique", dice el actor

Por

Entrevista con Michael Fassbender, protagonista de 'Alien Convenant', la película "más terrorífica"

Como la película de monstruos "más terrorífica" jamás realizada presenta Alien: Covenant su protagonista, Michael Fassbender, que promociona este lunes en Madrid antes de su estreno en cines este viernes 12 la que se espera que sea una de las cintas más taquilleras del año, la sexta entrega de la mítica saga.

"Alien: Covenant ha creado una bonita unión entre el Alien original y Prometheus. Sin duda vuelve al género de thriller de terror mucho más que Prometheus y continúa con esas teorías filosóficas acerca de la creación y de dónde venimos", explica el actor alemán de origen irlandés en una entrevista con RTVE.es sobre la cinta dirigida de nuevo por Ridley Scott.

Datada en el año 2104, Alien: Covenant, la segunda parte de la precuela de Alien, el octavo pasajero (1979), está ambientada diez años después de Prometheus (2012). En la película, la nave espacial colonizadora Covenant viaja rumbo al remoto planeta Origae-6 para establecer una nueva avanzadilla de la humanidad. La tripulación y el resto de las 2.000 almas que viajan en la nave pionera están sumidos en un profundo hipersueño y es el androide sintético Walter (Michael Fassbender) quien se encarga de velar su sueño y controlar todo. Pero Walter se ve obligado a despertar a la tripulación cuando el estallido de un incendio en una estrella cercana provoca una avería en la Covenant que causa docenas de bajas y desvía la misión de su curso. La tripulación superviviente de la Covenant descubre lo que creen que es un paraíso inexplorado, un tranquilo Edén de montañas coronadas por nubes y árboles, mucho más cercano que Origae-6 y, potencialmente, igual de viable como hogar. Sin embargo, resulta ser un mundo oscuro y hostil lleno de peligros en el que encuentran al sintético David (Michael Fassbender), superviviente de la malograda expedición de Prometheus.

Rodada durante 74 días en los platós de Fox en Australia y en exteriores en el Estrecho de Milford en Nueva Zelanda, Michael Fassbender está acompañado en el reparto por Katherine Waterston (Steve Jobs, Puro vicio), Billy Crudup (Mission: Impossible III), Danny McBride (Superfumados), Demián Bichir, Carmen Ejogo, Amy Seimetz, Callie Hernandez, Benjamin Rigby, Alexander England y James Franco.

Walter vs David

En la película, Fassbender, uno de los actores más versátiles de la actualidad, da vida a dos personajes: el robot sintético David de Promotheus, y Walter, un nuevo modelo más moderno "menos humano, con menos complicaciones y sin emociones ni implicaciones personales", ya que esas características humanas "inquietaban a la gente", explica.

Acostumbrado a lidiar con dobles personajes en sus películas, como en la reciente Assassin's Creed, para el actor de 40 años no es algo complicado y "simplemente" trabaja con ellos como "individuos separados". "Hice a Walter más neutral, muy contenido, como un lienzo en blanco, para que los espectadores pudieran proyectar lo que quisieran sobre él, y David está un poco loco, es muy teatral y más expresivo".

Aunque el protagonista de Steve Jobs (2015) no cree que la maldad sea la característica que defina al hombre, sí cree que la violencia parece "ir de la mano" de nuestra civilización. "Parece que estamos esforzándonos al máximo en erradicar nuestra propia especie y tal vez por eso creamos esta Inteligencia Artificial y ellos pueden mirarnos y decir ‘¿qué es lo que está dañando el planeta? ¿estos tipos? pues vamos a hacerlos desaparecer’. Yo creo que es una posibilidad muy real", reflexiona.

No obstante, cree que Alien: Covenant también resalta "los aspectos positivos de los seres humanos, como el nunca rendirse, esa fraternidad, el amor compartido y esa fuerza que podemos sacar de esa emoción tan fuerte que es el amor".

"Alien forma parte de nuestra psique"

Scott sitúa esta sexta entrega de la saga a solo 18 años de Alien, el octavo pasajero, datada en el año 2122, y se aproxima cada vez más a la revelación de los misteriosos orígenes del padre de todos los aliens: el letal xenomorfo de la película original. De hecho, Alien: Covenant recupera lo mejor de la película original de la saga, ese terror que no da ni un solo momento de tregua.

"Alien, el octavo pasajero es parte de la Historia. La película se hizo hace 38 años y para mí y para cualquiera sigue siendo actual. Creo que es sofisticada y lo que era una cinta de serie B se ha convertido en algo mucho mayor. Es obviamente una película que forma parte de nuestra psique, de nuestra alma, y la gente sigue viéndola 40 años después", dice de ella el actor dos veces nominado al Oscar (12 años de esclavitud y Steve Jobs).

Del trabajo con Ridley Scott -esta es la tercera vez que Fassbender se pone bajo sus órdenes, tras Prometheus y El consejero (2013)-, el actor solo puede hablar maravillas: "Lo que le diferencia de otros directores es que es un maestro, así de simple. En sus comienzos hizo como 2.000 anuncios y esa fue su escuela cinematográfica. Hizo su primera película con 40 y ahora tiene casi 80 años. Es un maestro y su conocimiento y la comprensión de todas las faceta de la industria es impactante", dice el alemán, que, tras explorar la faceta de productor, confía en poder seguir los pasos del director británico y ponerse también detrás de las cámaras, para lo que ya tiene algunas "ideas" sobre la mesa, aunque prefiere no adelantar nada hasta que haya algo "seguro".

De momento podemos seguir disfrutando de su carisma como actor en la piel sintética de uno de los mejores androides que deja la saga Alien, cuyos principales elementos en la segunda parte de la precuela repasamos a continuación.

Los prolegómenos de Alien: Covenant

Con motivo del Alien Day, que cada año se celebra el 26 de abril (4/26 en sus cifras inglesas en referencia al planeta LV-426), Ridley Scott presentó a todos sus fans un clip que sitúa la historia de su nueva película y que transcurre entre un periodo posterior a Prometheus y anterior al inicio de Alien: Covenant, y que cuenta qué ocurrió con los supervivientes de la nave Prometheus, la doctora Shaw y al androide David.

La tripulación de la nave Covenant también fue presentada en otro clip titulado 'La última cena' y que transcurre también justo antes del comienzo de esta nueva entrega de la franquicia.

Aliens, naves y heroínas: la evolución

En cualquier película de la saga Alien no pueden faltar ni los alienígenas, ni las naves espaciales ni las heroínas. Veamos cómo han evolucionado estos elementos en esta nueva cinta.

Empecemos por la pieza principal, los alienígenas. Alien: Covenant supone el regreso del clásico xenomorfo de la película original, el extraterrestre diseñado por H.R. Giger, pero también presenta a una nueva criatura: el neomorfo, que se incorpora al panteón de monstruos de la franquicia, junto a los huevos alienígenas Rompe-Pechos y Abrazacaras. En homenaje a la película original y a la primera parte de la precuela, el primer encuentro con el alien neomorfo vuelve a ser en la enfermería de la nave espacial.

La nueva critatura alien: el neomorfo. ALIEN COVENANT

"Diseñar el neomorfo resultó duro. (...) Era un enorme reto que surgió porque yo tenía que tener algo además del sospechoso habitual. Yo no quería desgastarlo, sino salvarlo. El neomorfo, en cierta forma, es la primera generación de un alienígena, pero necesita una forma de vida humana a la que capturar y, si se le antoja, relacionarse y copular con ella", explica Scott, que se inspiró para ello tanto en el alien de Giger como en una rara especie, el tiburón duende, un depredador de aguas profundas con piel translúcida y mandíbula con bisagras.

Sobre las ilustraciones de Scott sobre la apariencia y el movimiento del neomorfo, posteriormente trabajaron el supervisor de diseño de criaturas, Conor O’Sullivan, y el supervisor de efectos visuales Charley Henley.

Para Fassbender, el neomorfo es "un buen añadido" a la galería de criaturas y "buen pase intermedio" para mostrar la evolución de cómo se llega llegado al xenomorfo.

La nave espacial Covenant. ALIEN COVENANT

En cuanto a las naves, tras la Prometheus de la precuela del mismo nombre, la nueva nave de la saga es la Covenant (alianza en inglés), que también da título a la película. Para el diseño de la nave, Scott quiso asimilarla a un "barco de pioneros", una "nave de pioneros en misión científica, que transporta personas y equipo para colonizar otro planeta", por lo que "lógicamente se asemeja a un tren de carga", relata Scott.

El referente fueron las plataformas petrolíferas, según explica el responsable del diseño de producción, Chris Seagers, que añade que, para intensificar la sensación de claustrofobia, la dotaron de techos bajos y pasillos oscuros.

Como es habitual en el trabajo de Ridley Scott, un director muy visual que huye de los cromas verdes, se construyeron decorados a enorme escala, en concreto dos plataforma de cardán, una de 10 toneladas, en la que se montó la cabina de pilotaje del módulo de aterrizaje, y otra de 40 toneladas, sobre la que se montó la nave Covenant, que medía 20 metros de largo por 6 de ancho. De esta manera, el cineasta británico consigue que sus actores se metan al máximo en sus papeles.

Daniels (Katherine Wasteston). ALIEN COVENANT

La heroína tampoco podía faltar y, en este caso, el puesto de la mítica teniente Ripley (Sigourney Weaver) lo asume Daniels (Katherine Waterston). "Ridley es un director que siempre ha retratado a las mujeres de una forma realmente veraz y creíble, siempre se ha sentido atraído hacia ese tipo de personajes", afirma Waterston, que relata también la evolución que sufre su personaje, que acaba convertida en heroína por su facilidad para "pensar con claridad en los momentos de crisis". Scott necesitaba para el papel a "alguien que fuera físicamente imponente, alta, atlética y una gran actriz" y la encontró en esta actriz londinense a la que descubrió en la película Puro vicio (2014). También destaca que sus antecedentes como actriz teatral fueron fundamentales para encontrar la técnica y sensibilidad necesarias para el papel: "Cuando uno realiza una película como ésta –con personas que mueren constantemente y están sometidas a una gran presión– debe haber una constante exhibición de miedo. El miedo y el remordimiento tienen muchos colores. Una persona que tiene antecedentes teatrales escarba hondo y puede sacarlos", señala el director, que ha descubierto una digna antecesora de la teniente Ripley.