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La ratificación del jefe de Comercio Exterior de EE.UU. desbloquea el inicio de la renegociación del NAFTA

  • El Senado aprueba a Robert Lighthizer, nominado por el presidente Donald Trump
  • El Congreso había exigido su ratificación para negociar con Canadá y México

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Banderas de Canadá, Estados Unidos y México
Banderas de Canadá, Estados Unidos y México

El Senado de EE.UU. ha aprobado este jueves al nominado por el presidente Donald Trump como jefe de Comercio Exterior, el abogado Robert Lighthizer, lo que supone la superación de un obstáculo para el inicio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, el NAFTA en sus siglas en inglés), con México y Canadá.

Tras varias demoras en el proceso de votación, el Senado finalmente ha ratificado a Lighthizer por amplia mayoría, incluida la de numerosos legisladores de la oposición demócrata.

La aprobación de Lighthizer, que ocupó el cargo de representante adjunto de Comercio Exterior en el Gobierno de Ronald Reagan en la década de 1980, era importante, ya que el Congreso había exigido que fuese confirmado antes de recibir la carta con 90 días de antelación para cumplir con el requisito formal de inicio de las conversaciones del TLCAN.

Esta semana, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, quien ha sido designado por Trump para liderar las discusiones, apuntó que EE.UU. no será "una fuente de retraso" y buscará "un calendario más agresivo" de renegociación del pacto comercial.

México quiere que la revisión acabe antes de fin de año

Las autoridades mexicanas han expresado su voluntad de que se concluya la revisión del TLCAN, en vigor desde 1994, antes de final de 2017 dado que el próximo año hay elecciones presidenciales en México.

La renegociación del pacto, que Trump ha calificado como "un desastre", ha sido marcada como una de las prioridades del Gobierno de Washington para proteger "las empresas y empleos estadounidenses".

A finales de abril, el mandatario afirmó que estaba listo para acabar con el TLCAN de una vez por todas, pero que optó por renegociar el acuerdo después de que así se lo pidieran su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.