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Macron y Merkel escenifican el primer paso a una "refundación" de la UE, con las reservas de Berlín

  • Ambos mandatarios defienden una hoja de ruta para una renovación de la UE
  • Macron pide que la eurozona tenga ministro de Finanzas y presupuesto común
  • Merkel defiende una "Francia fuerte" y autónoma en un eje franco-alemán
  • Ambos no renuncian a una zona de libre mercado, pero con condiciones

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Angela Merkel recibe a Emmanuel Macron

La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el recién investido presidente francés, Emmanuel Macron, han escenificado este lunes el primer paso de lo que el mandatario galo considera una "refundación histórica" de Europa. Así lo apuntó el joven inquilino del Elíseo en su toma de posesión el domingo.

Por su parte, Merkel ha reconocido que la UE se halla frente a un "momento crítico", que solo podrá superar con una Francia "fuerte". Las declaraciones tienen lugar en Berlín, donde se ha trasladado el presidente francés en su primer viaje tras la investidura.

Macron ha expresado el deseo de establecer en las próximas semanas una hoja de ruta para reformar la eurozona. En este sentido ha defendido una "Europa menos burocrática y más protectora con los europeos", reformas que deberían ponerse en marcha "en los próximos meses", ha expresado.

En la misma línea, su homóloga germana ha reconocido la sintonía de ambas naciones para desarrollar esta agenda que profundice en la integración dentro de la UE y haga a la eurozona más resistente frente a las crisis.

El viejo eje franco-alemán renace, con prudencia

Es ya tradición que los mandatarios recién elegidos de Francia y Alemania visiten al otro en su primera visita oficial. Merkel ha expresado su deseo de trabajar estrechamente con el presidente Macron, quien a su vez ha afirmado que la pareja franco-germana necesita "más pragmatismo" en sus planteamientos.

Durante la campaña electoral, Macron prometió avanzar en la integración de la eurozona, dotándola de un ministro de Finanzas común y de un presupuesto común, algo que en Berlín se ve con escepticismo por temor a que la factura de este nuevo paso recaiga principalmente sobre Alemania.

La canciller se ha mostrado abierta al "principio de reciprocidad" en las políticas comerciales de la eurozona, y el francés ha señalado la necesidad de "no ser ingenuos" en el establecimiento de un espacio de mercado libre, y proteger a las propias empresas contra el "dumping", una práctica proteccionista de comercio desleal que consiste en vender por debajo de los costes para eliminar a la competencia.

Merkel: "Seré la última en decir a Francia lo que tiene que hacer"

En unas declaraciones anteriores al encuentro, la canciller ha asegurado que está dispuesta a cooperar y que será "la última quien le diga a Francia lo que tiene que hacer".

"Tengo total confianza en que él lo sabe", ha añadido Merkel durante una rueda de prensa sobre los resultados de las elecciones en la región de Renania del Norte - Westfalia, en las que ha ganado su partido la CDU. La canciller ha dicho que "confía totalmente" en Macron y que Alemania no va a comportarse como una "sabelotodo".

Pese a la aparente buena sintonía entre los gobernantes, no hay que olvidar un paisaje de fondo marcado por las saneadas cuentas de Alemania, que la convierten en un actor ágil de partida, y la necesidad de Francia de que la reformulación que preconiza Macron reactive su economía, esa Francia "fuerte" que demanda Merkel.

Antes de desplazarse a Berlín, Macron ha nombrado al conservador Edouard Philippe como primer ministro.