El glamour francés abre la 70 edición del Festival de cine de Cannes
- Marion Cotillard y Charlotte Gainsbourg inauguran la cita con Les fantômes d'Ismaël
- Haneke y Sofia Coppola, algunos de los directores que pugnan por la Palma de oro
- Pedro Almodóvar preside el jurado que evaluará 18 películas en competición
Es la 70 edición y el Festival de Cannes lo hará notar desde el primer día, este miércoles, con una reivindicación del glamour francés, el de Marion Cotillard y Charlotte Gainsbourg, dos de sus actrices más internacionales, protagonistas del filme de apertura y de la primera alfombra roja.
Porque si un festival ha sabido jugar con el equilibrio de cine de autor y estrellas populares ese es Cannes, que en sus 70 años de historia ha impulsado la carrera de grandes directores de culto, pero sin olvidar el lado más frívolo de la fama y la belleza que atrae a muchos espectadores.
Además de defender con ahínco el cine francés. Y este año, en el de su gran aniversario, no podía ser menos, así que Les fantômes d'Ismaël la película que este miércoles da el pistoletazo de salida a 12 intensos días de cine, cumple con todos los requisitos: es francesa, de un director de culto -Arnaud Desplechin- y sus protagonistas destilan glamour.
A Cotillard y Gainsbourg se unen Louis Garrell y Mathieu Amalric, cuatro de los nombres más conocidos del cine francés, que serán los encargados de abrir el desfile de estrellas de Cannes.
Desembarco de estrellas del cine y la televisión
Tras ellos desembarcarán, como es habitual, algunos de los rostros más conocidos de Hollywood. Desde la omnipresente Nicole Kidman -presente en tres películas y una serie en esta edición- a Robert Pattison, pasando por Julianne Moore, Elle Fanning, Kristen Stewart, Kirsten Dunst, Adam Sandler, Ben Stiller, Michelle Williams, Colin Farrell o Joaquin Phoenix.
Entre los pocos hispanos, los argentinos Ricardo Darín y Dolores Fonzi y la chilena Paulina García, todos ellos en La cordillera, con la que Santiago Mitre compite en la sección Una cierta mirada, la misma que acoge Las hijas de abril, del mexicano Michel Franco, con la española Emma Suárez como protagonista.
También algunos nombres salidos de exitosas series televisivas, como es el caso de Elisabeth Moss (Mad Men) o Dominic West (The Affair), protagonistas de una de las películas en la competición por la Palma de Oro, The Square, dirigida por el sueco Ruben Östlund.
Una competición cuyos premios dilucidará un jurado presidido por el cineasta español Pedro Almodóvar, al que acompañan Will Smith, Fan Bingbing, Jessica Chastain o Paolo Sorrentino.
Tendrán que elegir para los premios entre los últimos proyectos de realizadores consagrados como Todd Haynes, Sofia Coppola, Michel Hazanavicius, François Ozon, Yorgos Lanthimos, Fatih Akin o Michael Haneke, uno de los nueve privilegiados que ya han conquistado dos Palmas de Oro.
Pero también podrán optar por cineastas que se estrenan en la competición de Cannes, como Noah Baumbach o Bong Joon Ho, protagonistas, antes de comenzar, de la primera polémica de la edición.
Cambio de reglas
Los dos participan con películas producidas por la plataforma Netflix. The Meyerowitz Stories, en el caso de Baumbach, y Okja, en el de Bong.
Es la primera vez que películas producidas por una plataforma televisiva y concebidas para ser exhibidas solo en la pequeña pantalla compiten por la Palma de Oro, una decisión de Cannes que ha generado bastantes protestas por parte de la Federación Nacional de los Cines Franceses.
Al final Cannes ha decidido cambiar las reglas y el año próximo las producciones televisivas que quieran competir deberán estrenarse en salas francesas, pero lo que tiene claro el festival es que la ficción televisiva está en auge y tiene que aceptarlo.
Por ello, este año presenta como parte de sus eventos especiales del 70 aniversario los dos primeros capítulos de la nueva "Twin Peaks", pero se exhibirán en Cannes cuatro días después de su lanzamiento en Estados Unidos, lo que le ha restado bastante interés.
Fuera de competición se podrá ver la última película de Roman Polanski (D'apres une histoire vraie); el film póstumo de Abbas Kiarostami (24 frames); la secuela del documental Una verdad incómoda (2006), que hizo de Al Gore una estrella medioambientalista, o Sea Sorrow, el debut en la dirección de la veterana actriz británica Vanessa Redgrave, que ha optado por un documental sobre la inmigración.
Así como otro debut, el de Kristen Stewart, que tras convertirse en una estrella adolescente con la saga de "Crepúsculo", se lanza a la dirección con el corto Come Swim, que ella describe como "un díptico medio impresionista".
Será, sin duda, diferente a lo que acostumbra como actriz, como también sorprenderá el proyecto de realidad virtual de los mexicanos Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki en el que "exploran la condición humana".
Y las 'masterclass' de la edición llegarán de la mano del mexicano Alfonso Cuarón y del estadounidense Clint Eastwood, dos citas imprescindibles en la que será durante 12 días la sede mundial del cine pero también de las fiestas y de los eventos publicitarios más sonados, que llevarán a esta ciudad de la costa azul a rostros como el de Cara Delevingne o Naomi Campbell.
Cannes respira cine entre fuertes medidas de seguridad
Cannes ultima los preparativos de un festival que, desde este miércoles y hasta el próximo 28 de mayo, llenará de cine la ciudad entre excepcionales medidas de seguridad debido a la elevada amenaza terrorista que pesa sobre Francia.
Sistemas de neutralización de drones, una fuerte vigilancia aérea, marina y submarina, la lectura automatizada de matrículas y un mayor número de agentes se han integrado a un dispositivo que cuenta también con gigantes maceteros de piedra que bloquean el acceso de los coches al paseo marítimo.
"La seguridad forma parte de la fiesta", resume a Efe el alcalde de la ciudad, David Lisnard, según el cual se ha buscado "un control físico y tecnológico permanente del espacio público, como debe hacerse en todo gran acontecimiento".
La novedad, señala el regidor, es que estamos "ante una suerte de uberterrorismo, que se escapa a veces de los radares de seguridad y que por lo tanto es muy imprevisible".
El atentado en Niza del pasado 14 de julio, apenas seis semanas después de que acabara la anterior edición, o el asesinato de un policía el pasado 20 de abril en los Campos Elíseos de París han llevado a incrementar unas precauciones, ya de por sí elevadas, para adaptarlas a la situación.