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Máquina y naturaleza se funden en las entrañas de El Retiro

  • La instalación "Registros de tránsito solar" se levanta en el Palacio de Cristal
  • La obra de la autora italiana Rosa Barba une cine, naturaleza y arquitectura

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Vista de la instalación de Rosa Barba en el Palacio de Cristal
Vista de la instalación de Rosa Barba en el Palacio de Cristal

El Palacio de Cristal de El Retiro se transforma en una gigantesca máquina de cine, donde el visitante, situado en sus entrañas, puede observar las transformaciones sobre el espacio que recrea la luz del sol.

Es el espíritu que guía "Registros de tránsito solar", la instalación que la artista italiana Rosa Barba (Agrigento, 1972) ha levantado en el histórico edificio del parque madrileño construido en 1887. El decimonónico palacio es una de las sedes del Museo Reina Sofía, que junto al Instituto Italiano de Cultura presenta la obra que se exhibirá hasta el 27 de agosto.

Barba, cineasta y artista visual, elige la estrategia de contextualizar la obra en el entorno donde se ubica, una premisa habitual en su trabajo. Así, fragmenta la estructura del edificio, a través de nueve módulos o "situaciones", realizados con paneles de vidrio de colores a diferentes alturas, y con cuadrantes de acero que anotan la fecha y la hora del recorrido de la luz solar.

La instalación es un gigantesco reloj de sol, que replica parcialmente el luminoso palacio acristalado, donde ventanas, columnas y arcos tienen su equivalencia en su creación. La exposición registra la incidencia de la luz en la arquitectura para hacer de "Registros de tránsito solar" una "máquina", en la que la artista interpela a los visitantes sobre si el cine está en el paisaje o en el edificio, dentro o fuera de la máquina.

“La idea que tenía era trabajar con el edificio dándole un nuevo sentido, fragmentándolo con una técnica que uso en mis películas. Soy cineasta pero extiendo mi trabajo cinematográfico a la escultura y al espacio público. Aprovechando esto, intento fragmentar el lenguaje del edificio, por eso, cogí su esqueleto y lo he traducido en nueve dibujos intuitivos”, señala la autora a RTVE.es.

Barba, que ha trabajado año y medio en esta obra, sitúa al espectador en un lugar determinado y a través de los ventanales, observa la belleza del paisaje que le circunda: el cielo, las nubes, los pájaros, en un ejemplo de integración entre naturaleza y espacio.

“Normalmente tenemos la idea de que hay separación entre sujeto y objeto, entre cultura y naturaleza. Lo que nos muestra esta obra es que esta separación no existe”, añade el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, que comisaria la exposición.

La autora italiana invita al público a “ralentizarse” y disfrutar del lugar con todo el tiempo del mundo, en un ejercicio de observación: “Lo que pretendo es que nos acerquemos de forma más natural a la naturaleza y a la arquitectura, y confiemos en que el sol active la instalación. El visitante debe tomarse su tiempo para observar el cambio en la obra”

En el interior de una máquina de cine

Una mirada más profunda a la instalación, nos adentra en otro de sus significados. "Registros de tránsito solar" también tiene algo de viaje al corazón de la máquina. La artista ha dispuesto los paneles de cristal de colores, que se asemejan a los filtros de las máquinas de cine, en una extensión de su trabajo como directora.

Los paneles son rojos y amarillos, los colores de la "fotografía" y del cine, ha explicado Barba, que ha señalado que para ella ha sido una oportunidad trabajar en este espacio. "También son colores de la astronomía para identificar formas en el universo. Es algo en lo que estoy trabajando en los últimos años, encontrando la especulación entre el cine y la astronomía", apunta la realizadora de filmes como Outwardly from Earth Center.

Los paneles de cristal se asemejan a la película de cine. Foto: Román Lores. Joaquin Lores. noticias

En esta dimensión, el público se encuentra en el interior de un aparato cinematográfico. “Si el cine es una maquina hecha con una fuente de luz artificial ha hecho una especie de máquina cinematográfica donde el espectador está dentro y el foco de luz es el sol. Es una integración entre máquina y naturaleza, y el cine como algo que no solo representa al mundo sino que es parte del mundo”, afirma Manuel Borja-Villel.

La noción de interrumpir lo homogéneo es la táctica que emplea la cineasta afincada en Alemania para hacernos conscientes del mecanismo en el que estamos inmersos y de cómo podemos reconocerlo.

Rosa Barba, fundamenta gran parte de su trabajo en el uso del medio cinematográfico, tanto en sus dispositivos y materialidad como en su concepto, lo que sirve para explicar los mecanismos que articulan nuestra época.

Sus piezas de cine proponen otras percepciones de lo real, y su interés se enfoca en el funcionamiento de las diferentes partes de una determinada máquina, algo que aparece reflejado en sus películas El efecto empírico,(2010) o Soñar, (2011). Filmes de ciencia ficción que basculan entre un pasado que ha dejado de existir y un futuro desconocido.