Putin, dispuesto a entregar la transcripción de la conversación entre Trump y Lavrov

• Putin quiere demostrar que Trump no compartió información secreta
• El presidente achaca las acusaciones a la "esquizofrenia" que vive EE.UU.

El presidente ruso, Vladímir Putin, conversa con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, durante su reunión en la residencia estatal de Bocharov en Sochi, Rusia

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha insistido que su homólogo estadounidense, Donald Trump, no ha facilitado a Rusia ninguna información secreta. Para demostrarlo, Putin está dispuesto a facilitar al Congreso de Estados Unidos una transcripción de la conversación que mantuvieron Trump y el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, hace una semana en el Despacho Oval.

"He hablado con él [Lavrov] hoy", ha explicado Putin con ironía. "Le he tenido que regañar porque no ha compartido esos secretos con nosotros. Ni conmigo, ni con los servicios de inteligencia. Ha estado muy mal por su parte".

"Absurdo y mentiras"

Putin ha lamentado los ataques que está sufriendo Trump, que ha atribuido a "esquizofrenia política". "Es difícil imaginar qué más puede imaginarse está gente capaz de generar tanto absurdo y mentira", ha declarado.

“Es difícil imaginar qué más puede imaginarse está gente capaz de generar tanto absurdo y mentira“

"Lo que me sorprende - ha añadido el presidente ruso - es que agitan la situación política doméstica usando lemas anti rusos. O no comprenden el daño que le están haciendo a su propio país, en cuyo caso son simplemente estúpidos, o lo entienden todo, en cuyo caso son peligrosos y corruptos".

"Sólo el pueblo estadounidense debe evaluar la gestión del presidente Donald Trump y, desde luego, podrá hacerlo cuando le dejen trabajar a pleno rendimiento", ha subrayado.

Putin ha realizado estas declaraciones durante una rueda de prensa con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

Fuentes de los servicios de seguridad han asegurado que durante su conversación Trump compartió con Lavrov información confidencial, obtenida en territorio sirio controlado por el Estados Islámico, sobre planes yihadistas para atentar en aviones usando ordenadores portátiles. La fuente de esa información de inteligencia, según el New York Times, fue Israel.

La Casa Blanca ha negado igualmente haber pasado información confidencial a los rusos.

La noticia de la supuesta filtración presidencial, revelada este lunes por el diario The Washington Post, ha provocado una tormenta de reacciones en los círculos políticos y la opinión pública estadounidense, ya que compromete además la seguridad de un agente colaborador en territorio controlado por el Estado Islámico.