El menor de los Ruiz-Mateos responsabiliza a su padre de la presunta estafa en la compra de dos hoteles
- Afirma que no pintaba "nada" en las empresas que avalaron la operación
- Los seis hijos varones del empresario declaran en la Audiencia de Palma
- Se investiga la compra de dos hoteles en Mallorca y Gran Canaria
Álvaro Ruiz-Mateos Rivero, el menor de los seis hijos varones del empresario José María Ruiz-Mateos juzgados en Palma por los presuntos delitos de estafa e insolvencia punible, ha responsabilizado de la compra de los dos hoteles objeto del juicio a su padre, que murió en septiembre de 2015.
En concreto, están acusados por este caso Zoilo, José María, Javier, Alfonso, Pablo y Álvaro Ruiz-Mateos, además de José María Ruiz-Mateos, su padre. De ellos, que Javier y Álvaro ya están en prisión por otra causa. El fiscal sostiene que para obtener la titularidad de los hoteles, presentaron garantías y avales falsos y una vez se habían entregado los hoteles no pagaron el precio acordado de 11,7 millones de euros, y pide siete años de cárcel para cada uno.
Álvaro Ruiz-Mateos, que avaló la adquisición de hoteles en Mallorca y Gran Canaria con sus propios recursos y como administrador de las empresas Clesa y Dhul, ha declarado ante el tribunal de la Audiencia de Palma en el segundo día de la vista oral: "El que compra es mi padre", y ha hecho hincapié en que intervino sin tener conocimiento de los detalles de la operación.
"Voy a la notaría porque hay una operación negociada por mi padre y los vendedores (...) yo no sé los términos", ha manifestado Álvaro Ruiz-Mateos, que en la actualidad cumple en prisión una condena de dos años y medio por alzamiento de bienes y delito tributario.
No "pintaba nada" en las empresas que administraba
Ha señalado que lo que él "pintaba" en la gestión de Dhul y Clesa era "cero, nada", y a preguntas del fiscal, Joan Carrau, ha reiterado que firmaba hipotecas sobre los hoteles cuya compra avaló porque estaban amparadas por el "cuerpo ejecutivo" que trabajaba para su padre, "el último titular y dueño" de todas las empresas.
El menor de los Ruiz-Mateos ha insistido durante las casi cinco horas en las que ha prestado declaración en que su condición de administrador de las dos empresas que avalaron la compraventa de los hoteles era meramente formal, que él cobraba 3.3000 euros como empleado de otras dos sociedades de Nueva Rumasa y que su labor se centraba en temas comerciales de la división de alimentación del grupo, pero estaba al margen de la gestión financiera.
"Conmigo no se contaba para las cuentas", ha sostenido el acusado, que ha negado tener conocimiento de que el grupo atravesaba dificultades económicas hasta que en febrero de 2011 su padre informó de ello a la familia.
La empresa firmó avales siendo insolvente
Ante la exhibición por parte del fiscal de correos electrónicos y cartas con los que intentaba probar que era consciente de la insolvencia de la empresa cuando firmó los avales, ha reiterado que su padre supervisaba y decidía personalmente todas las actuaciones asistido por gestores profesionales.
Ha sostenido que los vendedores de los dos hoteles eran conscientes de que el primer pago de 6,6 millones de euros que cobraron inmediatamente después de formalizar la venta provenía de una hipoteca sobre esos mismos inmuebles suscrita con el Banco de Santander.
Asimismo, ha destacado que desde enero de 2009 hasta abril de 2010 se abonaron los pagarés por valor de 500.000 euros mensuales que se habían comprometido cuando se pactó la operación, pero la crisis de la empresa, que finalmente entró en suspensión de pagos, hizo imposible mantener los pagos a partir de ese momento.
"Mi padre habrá podido hacer muchas cosas bien o mal, pero jamás ha intentado dejar de pagar a nadie. (...) Si se ha dejado de pagar es porque no había cómo pagar", ha enfatizado Álvaro Ruiz-Mateos, que se ha ofendido cuando el fiscal le ha sugerido que la directriz de su progenitor era simular solvencia para obtener créditos y engañar a acreedores. "¡Usted por quién nos toma!", le ha dicho.
Niega un pacto entre hermanos para responsabilizar a su padre
También se ha desligado de la cesión de las hipotecas suscritas con su aval con la garantía de los dos hoteles que el conglomerado empresarial dejó de pagar, uno establecimientos que se compraron con el fin de reforzar la división hotelera de Nueva Rumasa, no para presentar garantías a los bancos, ha afirmado.
Además, ha rechazado que se haya concertado con sus hermanos para cargar las culpas de la presunta estafa e insolvencia a su padre desde que éste ya no estaba capacitado. "Mi padre estaba en plenas facultades. No tenía ningún deterioro cognitivo", ha subrayado.
La vista ante el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Palma, que preside Jaime Tártalo, proseguirá mañana con la declaración del resto de los acusados.