Puigdemont advierte al Estado de que "no tiene tanto poder para impedir tanta democracia"
- El Govern "no aceptará" que nadie les obligue a renunciar a sus principios
- Puigdemont ve la invitación al Congreso como una "coartada" para no negociar
- El proceso soberanista seguirá con o sin el aval del Estado, asegura Puigdemont
El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ha afirmado que el Estado "no dispone de tanto poder para impedir tanta democracia" y ha advertido al Ejecutivo de Mariano Rajoy de que el Govern "no aceptará" que nadie les obligue a renunciar a sus principios.
En un acto en el Auditorio Caja de Música CentroCentro, en el Palacio de Cibeles en Madrid, Puigdemont ha considerado una "irresponsabilidad" que las últimas decisiones del Gobierno sean perseguir a cargos electos que "no acercan el acuerdo, sino que lo alejan".
Además, el presidente catalán ha calificado la invitación del Gobierno para debatir en el Congreso su propuesta de referéndum como una "coartada" para difuminar ante los observadores internacionales la ausencia de voluntad política, un "error", ha dicho, del que no va a participar.
Si esa invitación no es una trampa o una invitación a repetir el camino del exlehendakari Juan José Ibarretxe, "hay que actuar de manera diferente y sincera", porque acudir al Congreso "sólo para difuminar la ausencia de voluntad política es un error, y no vamos a participar".
Puigdemont ha dicho al Ejecutivo español que no cuente con el Govern para "simulacros y falsa voluntad de diálogo, nada que permita creer que renunciamos al derecho de autodeterminación". Ha advertido al Gobierno central de que "no van a caber muchos más rechazos" y de que el proceso soberanista seguirá con o sin el aval del Estado, y ha reiterado que, si hay acuerdo sobre la consulta, irá al Congreso a defenderlo.
Desde su enfoque, habría que dialogar sin líneas rojas y ofrecer el resultado a la votación del pueblo catalán, huir de visiones sacralizantes de los estados y su impunidad.. "Nada es inmutable", estableció, prometiendo que la Generalitat no se rendirá en su búsqueda del diálogo, rechazando "estériles esfuerzos dirigidos a impedir que se pueda votar" y pidiendo en su lugar argumentos en favor del no a la independencia.
Puigdemont ha dicho que en Cataluña no hay fractura social, ni huida de empresas, ni persecución a nadie por su lengua o sus ideas, cosas que ha achacado a la "perversa ingeniería narrativa" que promueven los contrarios a la autodeterminación. A la vez, ha tachado de irresponsabilidad "fiarlo todo al trabajo de fiscales y jueces", que "no es la solución, sino que incrementa el problema".
El presidente de la Generalitat ha garantizado que su oferta de diálogo es permanente y que ellos no se levantarán de la mesa hasta que haya un acuerdo sobre la pregunta, la fecha y las condiciones. "Esperaremos hasta el último minuto de la prórroga, pero si no se articula una propuesta pactada por ausencia de voluntad, el compromiso del Gobierno catalán es democráticamente inviolable", ha dicho, prometiendo que se celebrará el referéndum y luego se negociará de nuevo con el Estado, pero para implementar su resultado.