Sánchez toma las riendas del PSOE con dos retos: unir al partido desde la izquierda y echar a Rajoy
- La militancia le ha dado una clara victoria derrotando a Susana Díaz
- El equipo de Sánchez dice que no habrá "guerras" en los congresos regionales
- El nuevo líder empezará a llamar a los 'barones' este mismo lunes
- López se mostró más conciliador que Díaz, que no nombró al ganador
- Sánchez anunció en campaña su primera medida: pedir la dimisión de Rajoy
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Dos son los retos que se ha marcado Pedro Sánchez como nuevo secretario general del PSOE: unir desde la izquierda a un partido totalmente dividido y echar a Mariano Rajoy de La Moncloa.
El primero lo afrontará aupado en una militancia que de forma indiscutible le ha dado el poder- ganó en todas las comunidades autónomas, menos en Andalucía y Euskadi- y el segundo tendrá que intentarlo desde una labor de oposición que, por primera vez en la historia, el líder del PSOE hará sin escaño en el Congreso de los Diputados.
Conseguir la unidad en el PSOE no será fácil. Es un reto que no sólo depende de él y en el que el PSOE perdedor- el de Susana Díaz, el de los 'barones', el del aparato y el de los líderes históricos- tendrá mucho que decir. Los primeros gestos en la noche electoral en Ferraz no fueron alentadores.
Sánchez, durante la campaña, reiteró en numerosas ocasiones que para poder liderar se debe cumplir una condición que él dice haber echado en falta en su anterior etapa de liderazgo de dos años: lealtad al secretario general.
Aunque hubo imagen de los tres, los 'bandos' se mantienen
Tras conocer el resultado de las primarias, los tres candidatos se hicieron una fotografía juntos, en la que la tensión era más que evidente, pero no comparecieron juntos, como sí hizo precisamente Sánchez, tras ganar las primarias de 2014, con sus contrincantes de entonces: Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.
En aquel momento acompañó a Sánchez también Alfredo Pérez Rubalcaba, el líder saliente. Nadie de la gestora se puso al lado de Sánchez en esa primera intervención ante la prensa este domingo.
En Ferraz, anoche se mantuvo, por tanto, la imagen de 'bandos', de equipos hasta ahora irreconciliables que tendrán que remar en una misma dirección para salir de la encrucijada en la que se encuentra el PSOE.
En las intervenciones de los perdedores, se mostró más conciliador Patxi López, que reconoció al nuevo "secretario general de todos y todas las militantes" y le deseó "toda suerte de aciertos", que la propia Susana Díaz, que no pudo pronunciar el nombre del vencedor y que se puso "a disposición del partido", pero no directamente del secretario general.
El nuevo líder, que vuelve a Ferraz tras haber estado políticamente muerto, se mostró convencido de que el PSOE estará "más unido" a partir de este mismo lunes, algo que prometieron en campaña los tres aspirantes, pero ahora tendrán que pasar de las palabras a los hechos con las posiciones ya definidas: Sánchez decidirá el proyecto del PSOE y éste choca, en algunos aspectos, con lo que quieren Díaz y los 'barones' en diferentes cuestiones clave: política de alianza con otros partidos, especialmente Podemos, modelo territorial y la forma de hacer oposición al PP.
¿Cómo integrará Sánchez a los sectores derrotados?
Hasta el 39º Congreso Federal del PSOE, los 16, 17 y 18 de junio, la nueva dirección decidirá cuál es la forma de integración prometida para el resto de sectores del socialismo. Sánchez dijo en repetidas ocasiones que contaría con Díaz y con López, si resultaba vencedor, pero nunca definió el cómo, el dónde y el para qué.
Anunció que cambiaría las portavocías, pero Antonio Hernando se ha adelantado y en la misma noche de las primarias anunció rápidamente su dimisión tras conocer el aplastante triunfo de Sánchez.
También tendrán que tomar postura los 'barones' socialistas, con mucho peso en el partido hasta la fecha, que se han llevado un doble golpe: no ha ganado su candidata y sus bases regionales han ido por libre para votar mayoritariamente por Sánchez. Algunos líderes territoriales como Javier Lambán (Aragón), que pidió extirpar el "veneno" del PSOE, en referencia a Sánchez, y Emiliano García Page (Castilla-La Mancha) llegaron a vincular su futuro con el de la andaluza.
Las primeras llamadas de Sánchez serán a los 'barones'
Sánchez comenzará este mismo lunes a recomponer relaciones con los líderes territoriales del partido y éstas serán las primeras llamadas que haga, según han explicado a Servimedia fuentes de su equipo.
A excepción de la balear Francina Armengol que, tras estar con Patxi López, en los últimos días regresó al lado de Sánchez, el resto de líderes territoriales se ha mostrado en los últimos nueve meses muy crítico con Sánchez.
El equipo del reelegido secretario general ha garantizado a los 'barones' que "no va a haber guerras en los congresos regionales" que sus federaciones deberán celebrar entre julio en septiembre.
"No va a haber guerras, los congresos van a ser tranquilos, normales, si nos metiéramos ahora en guerras todos saldríamos perjudicados", ha dicho en Antena 3 el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.
Primera medida anunciada: pedir la dimisión de Mariano Rajoy
Pedro Sánchez dijo que no tenía dudas sobre su primera medida si era elegido secretario general: la petición oficial de dimisión por parte del presidente del Gobierno por la corrupción que afecta al PP.
En este sentido, se ha mostrado convencido de que no apoyará la moción de censura presentada por Podemos, pero no ha descartado la suya propia con él como candidato a la Presidencia del Gobierno si le dan los números, eso sí.
Así, el portavoz de la candidatura de Sánchez, José Luis Ábalos, ha querido dejar claro este lunes, en declaraciones a TVE, que el PSOE "consensuaría una mayoría" antes de presentar una moción.
Las primeras palabras del nuevo líder pusieron también de manifiesto que tiene en mente el Gobierno de España y prometió un "PSOE unido, creíble y fuerte, rumbo a La Moncloa".
El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno se elegirá también por primarias, por lo que el PSOE en no mucho tiempo podría estar inmerso, otra vez, en una lucha por otro poder, el de ir a las urnas.
¿Qué propone Sánchez?
- Hacer una oposición totalmente alejada del PP con un PSOE que vuelva a ser referente de la izquierda.
- Reforma constitucional para avanzar hacia un Estado federal y reconocimiento de España como "nación de naciones".
- Perfeccionar ese carácter plurinacional del Estado con la reforma del artículo 2 de la Constitución.
- Formar una "alianza de progreso" con otros partidos. Aunque Sánchez inicialmente planteó trabajar "codo con codo" con Podemos, ha ido matizando su postura para marcar distancias con la formación de Pablo Iglesias y ha vuelto a apuntar a una alianza transversal como Podemos y Ciudadanos.
- Propone un partido con todo el poder en la militancia, que decidirá los pactos postelectorales y revocará al líder.
- Quiere ampliar la participación a los simpatizantes que podrían votar, mediante una inscripción, en las primarias.
- Limitará la duración de las gestoras a no más de dos meses.