Obama y Merkel defienden sus mandatos y llaman desde Berlín al activismo democrático
- Se trata del primer acto en Europa de Obama tras abandonar la presidencia
- Más de 2.000 agentes vigilan el evento, en alerta tras el ataque en Manchester
- La visita coincide con la llegada de Trump a Bruselas
- Obama ha criticado la ley sanitaria de Trump que desmantela su Obamacare
La canciller alemana, Angela Merkel, y el ex presidente estadounidense Barack Obama han reivindicado este jueves su gestión y llamaron al activismo en defensa de los valores democráticos en un multitudinario acto ante la berlinesa Puerta de Brandeburgo. Ambos han debatido sobre la necesidad de asumir responsabilidades, en casa y en el mundo, en una "democracia comprometida".
Horas antes de viajar a Bruselas para participar en la cumbre de la OTAN y encontrarse con el sucesor de Obama en la Casa Blanca, Donald Trump, Merkel compartió escenario con su antiguo aliado, que regreso a la última ciudad europea que visitó como presidente y acaparó la atención de decenas de miles de personas.
Ambos protagonizaron el principal acto del Congreso de la Iglesia Evangélica alemana en el quinto centenario de la reforma protestante, un coloquio con referencias a Dios y a la religión, pero cargado también de mensajes políticos.
Se trata de la primera comparecencia pública en Europa del ex jefe de estado demócrata desde que terminó su mandato, y coincide en el tiempo con la llegada de su sucesor, Donald Trump, a Bruselas en su primera gira internacional tras asumir la presidencia.
Obama, honrado de volver a sentarse al lado de una de sus "socias preferidas" durante su presidencia, se mostró "muy orgulloso" de su trabajo en la Casa Blanca, destacando de su legado la reforma sanitaria que ahora está "en peligro".
El reto de gobernar en democracia
Ambos subrayaron la importancia de reconocer que es imposible alcanzar al cien por cien los objetivos que se marca un mandatario -y, como ejemplos, la guerra siria, el drama de los refugiados en el Mediterráneo o el terrorismo islamista ocuparon parte del debate- pero recalcaron la necesidad de perseverar en la búsqueda de las metas marcadas.
Al frente ahora de una fundación que lleva su nombre y apoya a jóvenes con talento y capacidad de liderazgo, y decidido a pasar mas tiempo con su mujer Michelle para que le "perdone" sus ausencias durante los últimos ocho años, Obama admitió las amenazas actuales y llamó a combatir la xenofobia, los nacionalismos y la intolerancia.
Merkel defendió de nuevo en ese contexto su criticada política de refugiados, incluido el pacto alcanzado con Turquía para contenerlos, y elogió la solidaridad de millones de alemanes en 2015, cuando llegaron al país 900.000 solicitantes de asilo.
"Dos políticos del más alto nivel capaces de admitir sus limitaciones, casi un acto de contricción público, muy de acuerdo al espíritu de Lutero", opinaba entre los asistentes Helmuth Riebe, pastor de la región de Wittenberg, cuna de la reforma protestante.
El luteranismo no contempla la confesión al sacerdote, sino el "arrepentimiento honesto, sean flaquezas, errores o pecados", recordaba el religioso para elogiar la capacidad de admitir que el "Yes, we can" de Obama tiene sus limitaciones y, al mismo tiempo, llamar al activismo "por un mundo mejor, dentro de lo posible".
Obama, de vuelta en Berlín
"Obviamente no es el líder joven que nos entusiasmó como candidato. Es un ex presidente que se tropezó con el peso de ser un Nobel de la Paz y tener que ordenar acciones de guerra", opinaba Beate Strauss, berlinesa de 39 años, quien había asistido ya al mitin que Obama dio en Berlín en 2008, aún como candidato.
Entonces Obama habló, de pie y en solitario, ante unas 200.000 personas concentradas en la Columna de la Victoria, ya que Merkel se negó a que lo hiciera, en su carrera a la presidencia, ante la Puerta de Brandeburgo.
Ahora respondió, sentado junto a su gran aliada, a preguntas críticas, como una relativa al Nobel y a las víctimas civiles de los drones estadounidenses: "el problema no son los drones, sino la guerra", dijo.
Obama era el invitado de honor del Congreso Evangélico, ante el que se ha desplegado un dispositivo reforzado de seguridad y en el que, hasta el domingo, participará la plana mayor de la política alemana y hasta 150.000 asistentes.
Fue Merkel, sin embargo, quien se metió al público en el bolsillo con su tono de líder sin artificios, capaz de equivocarse al citar el artículo 1 de la Constitución -"la dignidad humana es indivisible", dijo, en lugar de "inviolable"- sin que nadie se lo tome a mal.
La reforma sanitaria de Obama, un logro civil en peligro
Presidente y ex presidente estadounidenses pisan Europa en plena controversia tras la aprobación a principios de mayo de la ley sanitaria propuesta por Trump para eliminar la reforma sanitaria de Obama, conocida como Obamacare, rechazada por el sector duro republicano. La nueva legislación podría dejar sin cobertura sanitaria 23 millones de estadounidenses en los próximos años.
No obstante, Obama ha reconocido que no se logró su objetivo de que cubriera al 100% de los estadounidenses, pero sí que consiguió que 20 millones de personas tuviesen por primera vez un seguro sanitario en su país, el único entre los avanzados que no ofrece cobertura universal.
Ahora, ha agregado, "estos progresos están en peligro por el debate" en EE.UU., sin entrar en detalles sobre las medidas que está tomando la nueva administración del presidente Donald Trump.
Obama ha confesado que su reforma sanitaria es el "mayor orgullo" de sus ocho años en la Casa Blanca, y ha lamentado que este avance esté "en peligro". Para "esos 20 millones de personas su vida ahora es mejor. Y esto ha establecido los estándares sobre lo que se puede hacer", ha reivindicado.
Sin citar a Trump y sus planes de recortes presupuestarios, Obama dejó claro que la ayuda humanitaria o la lucha contra el cambio climático no son "caridad", sino una "inversión" en el bienestar nacional", porque nadie puede aislarse.
Berlín se blinda tras el atentado de Manchester
El dispositivo de seguridad en Berlín se ha reforzado tras el atentado de Manchester, en el que murieron 22 personas, y más de 2.000 agentes vigilan el evento al aire libre en esta jornada festiva en Alemania. Se han colocado barreras de hormigón alrededor de las áreas donde se van a concentrar más personas y hay controles de seguridad en los accesos al acto, donde se espera a alrededor de 80.000 personas.
Merkel y Obama han mostrado en un mensaje conjunto su solidaridad con Manchester tras el atentado . En el videomensaje, ambos enviaron su pésame a los afectados y mostraron determinación en la lucha contra el terrorismo. "Como padre de dos hijas estoy destrozado", aseguró Obama, que habló de un "tragedia extraordinaria" con una "crueldad y una violencia inimaginables".
El Congreso de la Iglesia Evangélica, bajo el lema "Me miras", prevé unos 2.500 actos entre este jueves y el domingo, principalmente en Berlín, aunque también en otras ciudades como Wittenberg -la localidad en la que Lutero colgó sus famosas 95 tesis-, a los que se estima que participarán en conjunto unas 140.000 personas.
Con este acto en Berlín, Obama regresa a la ciudad en la que cerró su última gira europea como presidente de EE.UU., el pasado noviembre, días después de la victoria de Trump frente a Hillary Clinton.
Tras su encuentro con Trump, Merkel volará a Bruselas, donde ya se encuentra Trump, para participar en la cumbre de la OTAN. Volverá a coincidir con el presidente estadounidense el viernes y el sábado en la ciudad siciliana de Taormina, donde se celebrará la cumbre del G7.