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Merkel advierte a Europa de que deberá cuidar de sí misma sin el apoyo de Trump

  • Pone en evidencia las diferencias que hubo entre ambos en el G7
  • Donald Tusk se muestra, sin embargo, más optimista que en noviembre

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La canciller alemana, Angela Merkel, celebra un acto de su partido.
La canciller alemana, Angela Merkel, celebra un acto de su partido en Bavaria.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha llamado a los europeos a tomar su destino en sus propias manos y, tras el encuentro de los líderes del G7 y de la OTAN, ha afirmado que "los tiempos en que Europa podía confiar en otros han quedado atrás".

Sin llegar a mencionar el nombre del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien estos días ha criticado a la mayor parte de los aliados de la OTAN y ha rechazado sumarse al acuerdo global contra el cambio climático, Merkel ha asegurado en un acto de su partido en Múnich que los días en que Europa podía contar con el apoyo de sus aliados "han llegado a su fin".

"Así lo he vivido en los últimos días", ha asegurado la dirigente, que asegura haber comprobado que "los europeos debemos poner nuestro futuro en nuestras propias manos". No ha dudado de la "amistad" con Estados Unidos ni con Reino Unido, pero ha indicado que también es importante procurarse "tan buenas relaciones como sea posible" con otros países, "incluso Rusia".

La reunión del G7 ha evidenciado más la distancia

Los dos días que ha durado la cumbre del G7 en Sicilia han puesto en evidencia el enfrentamiento de Trump con los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón por distintas cuestiones. La reunión acabó con los diplomáticos europeos frustrados y con la necesidad de revisar cuestiones que daban ya por zanjadas.

De esta forma, el presidente estadounidense reculó y se sumó al compromiso de los líderes mundiales a luchar contra el proteccionismo económico, pero rechazó, sin embargo, a involucrarse en el pacto contra el cambio climático, asegurando que necesitaba más tiempo para decidir sobre esta cuestión.

Pero, más optimista que Merkel se ha mostrado este domingo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que ve un acercamiento de Estados Unidos a Europa mayor que el que había en noviembre, cuando el magnate fue elegido y tuvo sus primeras conversaciones con Bruselas.

"De lo que estoy absolutamente seguro después de esta reunión es de que, a pesar de algunos comportamientos y afirmaciones extraordinarios, nuestros compañeros (estadounidenses) del G7 son mucho más responsables que la primera impresión que nos dieron tras las elecciones en Estados Unidos", ha afirmado Tusk.

Un encuentro plagado de reproches

Después de la reunión con la OTAN, Trump aumentó el nivel de sus acusaciones acerca de que los aliados no estaban invirtiendo lo suficiente en defensa y alertó de la posibilidad de que hubiera más ataques terroristas como el de Manchester de esta semana.

Merkel también ha tenido palabras para referirse a Francia y al éxito de Emmanuel Macron en las presidenciales francesas, asegurando que "donde Alemania pueda ayudar, lo va a hacer, porque Alemania únicamente puede hacer las cosas bien si Europa lo está haciendo bien".

Francia es el segundo mayor aliado comercial y la victoria del pro-europeo Macron tras el auge de la xenófoba y antieuropeísta Marine Le Pen ha aumentado las esperanzas de Berlín en su alianza con los galos, así como de potenciar la economía en la zona euro.

"Un plan secreto para Europa"

El diario Frankfurter Allgemeine, en su edición dominical, sostiene que detrás del discurso de Merkel hay un "plan secreto para Europa" que empezaría con medidas concretas para hacer frente a la crisis de los refugiados y para profundizar la cooperación en defensa y seguiría con una armonización de las políticas económicas.

El rotativo agrega que después de las elecciones generales de septiembre en Alemania Merkel estaría dispuesta a asumir nuevos compromisos con sus socios europeos. 

A cambio, según la misma fuente, los otros miembros de la eurozona podrían aceptar al actual presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, como sucesor de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo (BCE). Ello le permitiría a Merkel apaciguar a los críticos dentro de sus propias filas ante las concesiones que estaría dispuesta a hacer para fortalecer la eurozona y para apoyar a Emmanuel Macron en Francia.