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Más de cien muertos en combates entre el Ejército y yihadistas en Filipinas

  • Casi 100.000 personas han sido evacuadas de Marawi
  • El Grupo Maute apoya al Estado Islámico
  • Los cristianos secuestrados piden que cese el fuego

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Columna de humo tras un ataque aéreo en una zona con presencia del Grupo Maute en la ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao, al sur de Filipinas
Columna de humo tras un ataque aéreo en una zona con presencia del Grupo Maute en la ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao, al sur de Filipinas

Más de un centenar de personas han muerto y casi 100.000 han sido evacuadas de la ciudad de Marawi, en la isla filipina de Mindanao, donde el Ejército continúa combatiendo a un grupo yihadista local que ha jurado fidelidad al Estado Islámico.

Los militares aún no han conseguido expulsar a los yihadistas una semana después de que los combatientes del Grupo Maute se levantaran en armas y entraran en Marawi (200.000 habitantes), capital de Lanao del Sur y donde el 90% de la población es musulmana.

Los soldados buscan casa por casa a los yihadistas, entre los que hay malasios e indonesios además de filipinos, mientras los helicópteros bombardean desde el aire.

El portavoz de las Fuerzas Armadas, Restituto Padilla, asegura que las tropas "han tomado ya el control del 85 o el 90 por ciento de la ciudad". "Instamos a los terroristas a que se rindan mientras aún hay oportunidad", ha añadido Padilla.

El último balance oficial, citado por Efe, habla de 104 muertos: 19 civiles, 65 yihadistas, 17 militares y tres policías.

El Gobierno ha declarado la ley marcial en toda la isla de Mindanao.

Tropas del gobierno filipino patrullan la ciudad de Marawi

Tropas del gobierno filipino patrullan la ciudad de Marawi EFE/Richel Umel

Casi 100.000 evacuados

Un total de 95.630 personas han sido evacuados a refugios en las cercanas localidades de Iligan y Cagayan de Oro.

Los terroristas ocuparon mi barrio, así que el Ejército bombardeó y ya no tengo casa

"Los terroristas ocuparon mi barrio, así que el Ejército bombardeó y ya no tengo casa. Llevo cinco días aquí", ha explicado a Efe Jessica, una estudiante de 16 años que fue evacuada junto a su madre y dos hermanos al polideportivo de Tibanga en la ciudad costera de Iligan, a unos 25 kilómetros de Marawi.

Unas 91 familias se alojan provisionalmente en este refugio improvisado, donde varias organizaciones les suministran agua, comida y esterillas para pasar la noche sobre el hormigón de una pista de baloncesto parcialmente cubierta por una estructura de acero y uralita.

"Aquí nos tratan bien y tenemos comida, pero todavía tengo miedo, especialmente por no saber cuándo voy a poder regresar a casa y si los terroristas volverán", afirma Nido Valdoveso, que forma parte de la minoría cristiana de Marawi.

Cristianos secuestrados piden al Gobierno que negocie

Cuando asaltaron la ciudad, los combatientes de Maute desfilaron con banderas negras del EI, prendieron fuego a varios edificios y secuestraron a un sacerdote y a los feligreses en la catedral.

El cura secuestrado, Teresito "Chito" Soganub, y otros secuestrados ha aparecido en un vídeo en el que pide al presidenteRodrigo Duterte, que detenga la operación militar.

"Le pedimos que por favor haga lo que le piden sus enemigos (...) Aún queremos vivir otro día, un mes y unos pocos años", ha dicho Soganub en el vídeo, distribuido por las redes del EI.

Por su parte, la Cruz Roja ha intentado sin éxito que los contendientes declaren un alto el fuego para llevar ayuda a los civiles que aún quedan en la ciudad.

La crisis de Marawi comenzó el martes pasado cuando el Grupo Maute asaltó la ciudad tras una fallida redada del Ejército para capturar a Isnilon Hapilon, líder del grupo yihadista Abu Sayyaf, también vinculado al EI, y por cuya cabeza Estados Unidos ofrece 5 millones de dólares (4,55 millones de euros).

El EI reivindicó el asalto en su agencia de propaganda, Amaq.