Un tiroteo obliga a evacuar un complejo hotelero en la capital de Filipinas
- Un hombre armado ha irrumpido en el casino del hotel Resorts World Manila
- Ha abierto fuego y ha prendido varias mesas de juego, pero no hay heridos
- El Estado Islámico ha reivindicado el ataque, pero la Policía habla de un robo
Un complejo hotelero cercano al aeropuerto de Manila, la capital de Filipinas, ha sido blanco este jueves de un ataque en el que se han registrado tiroteos y un incendio, y que ha sido reivindicado por el Estado Islámico, aunque las autoridades filipinas privilegian la hipótesis de un robo y atribuyen esa reivindicación a la propaganda yihadista.
Así, el máximo responsable de la Policía filipina, Ronald de la Rosa, ha insistido en declaraciones a la emisora DZMM recogidas por Reuters en que no hay indicios de que el incidente registrado en el hotel y casino Resorts World Manila haya sido un ataque terrorista.
“No podemos decir que esto sea un acto terrorista, no ha herido a nadie“
De la Rosa ha precisado que un único tirador ha irrumpido en la zona del casino del complejo armado con fusil M4 y ha disparado contra una gran pantalla de televisión, para después prender fuego a algunas de las mesas de juego; los disparos, ha asegurado, no se han dirigido contra las personas que estaban en la sala. "No podemos decir que esto sea un acto terrorista, no ha herido a nadie", ha comentado, antes de apostillar: "Si eres un terrorista, siembras el terror".
El jefe policial ha contado que, después, el atacante ha disparado contra una caja de fichas y ha llenado con ellas su mochila; luego ha subido a lso pisos superiores y todavía no ha sido capturado. "Hemos evacuado las habitaciones y no sabemos donde se encuentra", ha admitido De la Rosa.
Situación bajo control
En cualquier caso, la situación se encuentra ya bajo control, después de que las fuerzas de seguridad se desplegaran en las inmediaciones del Resorts World Manila, uno de los complejos hoteleros más cercanos del aeropuerto Ninoy Aquino, que alberga un cine y un casino.
Sin embargo, el suceso ha generado un anotable confusión: los testigos han relatado a los medios locales que un grupo de hombres armados y enmascarados había irrumpido en el interior del hotel y habían abierto fuego de forma indiscriminada. Las imágenes difundidas por las agencias internacionales y las cadenas locales mostraban una humareda que salía del edificio y, posteriormente, el cuerpo de bomberos ha confirmado que se había declarado un incendio en la segunda planta.
Tras el incidente, el hotel ha sido cerrado y las autoridades han evacuado tanto a los clientes como al personal. "Resorts World Manila está clausurado en estos momentos tras los informes de disparos de hombres sin identificar", señalaba un mensaje colgado en la red social Twitter por la compañía propietaria del complejo.
La empresa añadía que estaba trabajando con la Policía Nacional de Filipinas para asegurarse de que todos los clientes y empleados se encuentran a salvo, antes de concluir: "Pedimos que recen por nosotros en estos difíciles momentos".
El Estado Islámico reivindica el ataque
En plena confusión, el relato de los testigos apuntaba a un ataque terrorista. Así, un conserje del establecimiento, identificado como Roberto Palao Junior, ha relatado a la web local Rappler el asalto y ha confirmado que un número indeterminado de personas fueron alcanzadas por las balas, según recogía EFE.
Otros empleados han contado que el tiroteo ha tenido lugar en la segunda planta, justo donde las autoridades han ubicado el incendio. También han asegurado que, a causa de los disparos, algunos clientes del hotel habían huido por las ventanas del edificio.
Poco después del ataque, el centro estadounidense de vigilancia de sitios web yihadistas SITE informaba de que el grupo terrorista Estado Islámico había reivindicado la acción. Esa reivindicación procedería de la ciudad de Marawi, en el sur del país, donde milicias islamistas afines al grupo Estado Islámico combaten desde hace diez días contra las tropas gubernamentales.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, declaró la semana pasada la ley marcial para hacer frente a la amenaza yihadista en toda la isla de Mindanao, que representa un tercio del territorio filipino y donde viven más de 18 millones de personas.