Lalibela: el viaje al corazón de la espiritualidad de Cristina García Rodero
- La fotógrafa de Magnum capta la paz de esta ciudad de peregrinación etíope
- La exposición, enmarcada en Photoespaña, remite a escenas bíblicas
La fotógrafa Cristina García Rodero (Puertollano, Ciudad Real, 1949) quedó literalmente fascinada por la atmósfera de paz y espiritualidad de la ciudad etíope de Lalibela, conocida como la “nueva Jerusalén”.
Un espacio sagrado a 2.600 metros de altitud, conformado por once iglesias excavadas en la roca, constituido en el mayor lugar de peregrinación de la cristiandad ortodoxa en el África negra.
Rodero, en su preocupación constante por el ser humano, viajó tres veces a Lalibela, entre 2000 y 2009, una de ellas durante el momento álgido de la fiesta de la Epifanía, que se conmemora en enero,
La premio World Press Photo captó con su objetivo los rezos, los ritos y las celebraciones de los peregrinos, que, envueltos en modestos sudarios blancos, caminan miles de kilómetros para arribar a las escarpadas montañas.
El resultado de este trabajo “potente y redondo” se concentra en “Lalibela: Cerca del cielo”. Una exposición que muestra por primera vez, en el marco de Photoespaña, una selección de 90 imágenes tomadas por la autora manchega en la ciudad bíblica (Fernán Gómez.Centro Cultural de la Villa. Del 1 de junio al 31 de julio).
Mirada al corazón de la gente
De los sobrecogedores retratos en blanco y negro de la Premio Nacional de Fotografía, emergen mujeres, hombres y niños orando, consultando las escrituras o descansando envueltos en un paisaje rocoso y seco. “El resultado es tremendamente estético”, señala la comisaria Oliva María Rubio a RTVE.es
Las miradas ensimismadas de los devotos remiten a imágenes de misticismo congeladas en el espacio y en el tiempo. “No hay símbolos que remitan al presente, podían haber sido tomadas en la Edad Media. Las composiciones parecen cuadros, escenas preparadas, pero es lo que se encontró ella”, explica Rubio.
La historia de Lalibela aparece con el reinado a finales del siglo XII de Gebra Maskal, que quiso construir una réplica exacta de Jesusalén ante la conquista de Tierra Santa por los musulmanes.
Para ello, levantó once iglesias esculpidas en la roca, algunas a 15 metros de profundidad, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
Los rostros de los cerca de 1.000 habitantes de la ciudad medieval, atrapados en una pobreza extrema y sin apenas acceso al alimento o al agua, son el epicentro de las impactantes instantáneas de la fotógrafa de la mítica agencia Magmun.
El enfoque de Rodero busca la empatía y los porqués de la injusticia, como es habitual en sus proyectos, en los que, a pesar de moverse en la masa, se dirige hacia el centro de la individualidad, conmovida por la esperanza de unas personas privadas de todo pero sostenidas por la fe.
“Cristina García Rodero quiere llegar al corazón de las personas y tiene la capacidad de sacar imágenes que nadie saca”, añade la comisaria.