Macron estrena su Gobierno con la primera ley francesa de "moralización de la vida pública"
- El Gobierno plantea prohibir a ministros y parlamentarios contratar a familiares
- La medida busca "restaurar la confianza en las instituciones públicas"
- El anuncio coincide con la investigación por nepotismo contra un ministro de Macron
- Macron abordará una revisión Constitucional para dar marco a esta ley
El Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, ha presentado este jueves su primera ley, la de la "moralización de la vida pública", y ha anunciado que cambiará la Constitución para evitar la corrupción entre la clase política.
"Nuestra reforma se articulará alrededor de tres ejes. El primero será una revisión constitucional. Ese texto se presentará al Parlamento en algunas semanas en el contexto de una revisión constitucional más amplia", declaró el ministro de Justicia francés, el centrista François Bayrou.
La divulgación de las líneas generales de esta ley coincide con un momento delicado para el Ejecutivo de Macron, pues la Fiscalía ha confirmado este jueves que investigará de forma preliminar a uno de sus ministros, el de Cohesión Territorial, Richard Ferrand, en un caso de posible nepotismo.
"La ley me impide hacer cualquier comentario sobre una situación individual", respondió Bayrou acerca del dossier sobre Ferrand, bajo crecientes sospechas por haber facilitado una operación inmobiliaria a su pareja.
La "virtud individual", un valor poco fiable
El ministro de Justicia ha asegurado que cree en el poder de las instituciones y en la independencia de los magistrados -a los que también blindará con una modificación constitucional-, aunque aclaró que no cree "en la virtud individual", porque sabe que hay "debilidades" humanas en "todos los lados".
La ley sobre la "moralización de la vida pública", que necesitará de al menos tres quinta partes del Parlamento para que pueda inscribirse en la Carta Magna francesa, traerá, entre otras novedades, la supresión de la Corte de Justicia de la República, una instancia judicial especial para miembros del Gobierno.
"No tiene sentido que exista", ha señalado el ministro, quien dijo que serán los magistrados ordinarios los que les juzgarán, como sucede con los ciudadanos de a pie. Otro cambio constitucional importante será el de la duración de los mandatos de los cargos públicos: no podrá haber un político que cumpla más de tres legislaturas seguidas en un mismo puesto.
Nepotismo y corrupción
A través de una ley ordinaria u orgánica, el Ejecutivo de Macron también buscará prohibir que los políticos den trabajo a sus familiares, un asunto muy delicado en Francia desde que se descubriese a inicios de año que el antiguo candidato conservador a la presidencia de Francia, François Fillon, había empleado a su mujer durante décadas como asistente parlamentaria.
Evitar el conflicto de interés mediante una declaración del político es otra de las medidas para "impedir que el interés general sea ofuscado por el interés privado".
Asimismo, el Gobierno francés ha propuesto poner en marcha un "banco de la democracia", cuya misión será financiar las campañas de los partidos políticos para que estos no sean rehenes de los intereses de bancos privados