Moix dimite como fiscal Anticorrupción tras el escándalo por su participación en una sociedad en Panamá

• Maza señala que Moix no ha cometido "ilegalidad ni irregularidad alguna"
• El fiscal Anticorrupción ha estado 87 días en el cargo envuelto en polémica
• La oposición considera que la renuncia llega "tarde y mal"
• Moix vuelve al Supremo y lo sustituye de forma provisional Belén Suárez

El fiscal anticorrupción Manuel Moix presenta su dimisión irrevocable por motivos personales

Manuel Moix ha presentado su dimisión "irrevocable" como fiscal jefe Anticorrupción, cargo que ha ocupado durante 87 días, por "motivos personales" y tras el escándalo creado por su participación junto a sus hermanos en una sociedad radicada en el paraíso fiscal de Panamá desde 2012.

El anuncio de la dimisión ha corrido a cargo del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, quien puso a Moix en el cargo y quien ha defendido, en una comparecencia ante la prensa, su actuación porque, según ha dicho, no ha cometido "ninguna irregularidad, ilegalidad ni incompatibilidad con el cargo" al ser dueño del 25% de una empresa 'offshore' en Panama- Duchesse Financial Overseas- constituida en 1988 y propietaria de una propiedad inmobiliaria en Collado Villalba (Madrid).

Moix y sus hermanos heredaron la sociedad tras el fallecimiento de sus padres y la han mantenido tras declararla a Hacienda.

Tras la reunión que ambos han mantenido en la Fiscalía General del Estado, Moix ha presentado una dimisión que Maza no ha tenido "más remedio" que aceptar ya que, ha insistido, su actuación ha sido "correcta" y ajustada a la ley y "era de justicia" que continuara en el cargo, a juicio del máximo responsable de la Fiscalía.

Tras tres meses en el cargo, Moix renuncia tras ser reprobado por el Congreso y cuestionado por parte de la carrera fiscal.

Moix volverá al Tribunal Supremo, de donde salió cuando fue nombrado, y será la teniente fiscal Anticorrupción, Belén Suárez, la que asuma sus funciones de forma provisional hasta que el fiscal general del Estado nombre a un sustituto "en el más breve tiempo posible", según ha dicho.

Maza lo defiende y señala que "no había motivo para el cese"

El fiscal general del Estado ha ido más allá en su rueda de prensa, sin preguntas, para decir que "no había motivo alguno para el cese" y que "ser propietario de un bien no obliga a comunicarlo".

El fiscal general del Estado comunica la dimisión de Manuel Moix, fiscal jefe Anticorrupción

El fiscal general del Estado ha señalado que ha tratado de "convencerlo" para que no dimitiera pero "no ha sido posible".

Para Maza la fiscalía debe ser independiente "no solo del Gobierno, sino también de todos los poderes del Estado y otras instituciones. Solo se debe al imperio de la ley y no debe ser influida por nada más", ha afirmado Maza, en clara alusión a los medios de domunicación. Fue el diario digital Infolibre quien dio a conocer esta noticia.

La gestión de Maza ha estado marcada por la polémica y los enfrentamientos con otros fiscales por discrepancias en la investigación de algunos asuntos de corrupción como el caso Lezo.

El Gobierno pasó de darle su confianza a guardar silencio

Tras conocerse la existencia de esta empresa, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le mostró su confianza pero según fueron pasando las horas los miembros del Ejecutivo optaron por el silencio.

Antes de la dimisión, el portavoz parlamentario 'popular', Rafael Hernando, ha definido a Moix como "un gran fiscal, un hombre justo y un hombre de derecho", mientras que la oposición ha valorado que la renuncia llega "tarde y mal".

Moix aseguró este miércoles que cuando Maza le ofreció la Jefatura de la Fiscalía Anticorrupción no le informó de la participación que tiene en dicha sociedad porque no le vio ninguna relevancia al ser "una herencia, al estar todo declarado y legalizado y no tener ningún tipo de incompatibilidad para el ejercicio de la función". En horas Moix pasó de decir que no dimitía a señalar que no tenía "apego al cargo".

Fue elegido el fiscal jefe Anticorrupción a finales de febrero por delante de otros seis aspirantes, todos ellos miembros de Anticorrupción. Fue una decisión de su jefe, el fiscal general del Estado, quien explicó que esa Fiscalía necesitaba "un impulso" y alguien de fuera que cambiara determinadas dinámicas. Llegaba el nuevo jefe Anticorrupción tras dos años en el Supremo y otros doce como jefe de la Fiscalía de Madrid.