Enlaces accesibilidad

Pep Brocal: "Cosmonauta habla de la condición humana"

  • El dibujante narra la aventura del último superviviente de la raza humana
  • “La humanidad ha llegado a lo más alto y ahora podemos perderlo todo”, asegura Pep

Por
Fragmento de la portada de 'Cosmonauta'
Fragmento de la portada de 'Cosmonauta'

Uno de los cómics españoles de este año es, sin duda, Cosmonauta (Astiberri), de Pep Brocal, la odisea espacial del último hombre en busca de una nueva oportunidad para una raza humana condenada a desaparecer por sus errores. Ciencia ficción que sirve al autor para hacernos reflexionar sobre los problemas de la sociedad actual del “lo quiero todo y lo quiero ya”, y también sobre los sentimientos.

“Cosmonauta –asegura Pep- cuenta la historia personal de Héctor. Hace muchos años que surca el Cosmos enfundado en un minúsculo cohete unipersonal, diseñado para viajar a una velocidad muy superior a la de la luz. Su misión, como la de otros millones de jóvenes cosmonautas que fueron lanzados en todas las direcciones hacia los confines del Universo, es salir de él”.

“Ese descabellado plan –continúa- responde a un propósito global llamado Second Chance Project, que está destinado a conseguir para una Humanidad en decadencia, que ha entrado ya en su agónica fase final, una segunda oportunidad. Siguiendo las indicaciones de los sesudos ingenieros que proyectaron la misión, Héctor viaja con sus constantes vitales y necesidades fisiológicas al mínimo imprescindible. Pero conserva su lucidez, eso sí. Todo lo que las circunstancias permiten. Su única actividad radica en llevar a cabo un cuaderno de bitácora en el que va registrando aquellas peculiaridades del vuelo dignas de ser tomadas en consideración. El resto del tiempo le da para aburrirse, recordar su vida y pelearse con Nic, el ordenador que comanda la nave. Pasan más cosas, pero para eso hay que leerlo”.

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

El condón espacial

La impactante imagen de ese cosmonauta embutido en su nace espacial nos recuerda a un condón. Algo que Pep no niega: “Hay que partir de la base que me planteé hablar de la condición humana, de la soledad, el espacio infinito y la indefensión del Hombre ante esta enorme Nada que nos rodea. El planeta Tierra en sí ya tiene algo de burbuja profiláctica si te alejas lo bastante”.

“La idea –continúa- primera surge de la necesidad de encontrar para el personaje una nave mínima, prácticamente una piel, en este caso de titanio y metilmetacrilato. También podría haber sido de látex, cierto (risas). Tenía que ser lo mínimo indispensable que le permitiera a Héctor estar metafóricamente desnudo ante el frío vacío del Cosmos”.

“Pensé –añade el dibujante- en ese icono tan simple que es la clásica bombilla y que aquí me venía de perlas para hablar de la inteligencia humana atravesando la Nada, casi como un frágil haz de luz en medio de la noche. Lo gracioso del caso es que buscando referentes para a posteriori pergeñar una enjundiosa presentación del libro descubrí que con doce años ya había apuntado la esencia de esta idea en un dibujo titulado “¿qué es la mente sino una lámpara incandescente?”.

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

Ciencia ficción muy humana

A pesar del tema futurista y espacial, a Pep lo que le interesa es hablar de los sentimientos: “Ésta es una historia de ciencia ficción, qué duda cabe. Pero una cosa es de dónde parte y otra hacia dónde va. Las historias de ciencia-ficción de toda la vida siempre me han fascinado, tanto por su estética como porque a menudo sirven de contexto para hablar de otros temas más básicos, más profundos, más humanos”.

“A lo largo de su viaje –continúa- Héctor nos va mostrando retazos de una vida, la suya, que tiene mucho de tragicómica. Como la de cada uno de nosotros, vaya. Va dándole vueltas a la manivela y va rememorando qué hizo, dónde se equivocó, por qué hizo eso, por qué aquello, etc. Piensa, recuerda, fantasea, se confunde, se autoengaña, y así todo el rato”.

“Esa carga filosófica –añade el autor- se va sirviendo con pequeñas dosis de humor, eso también. A veces humor negro, a veces extra blanco, ya que la vida está llena de todo tipo de momentos. Y además a mi modo de ver había que desarticular por todos los medios la posibilidad nefasta de caer en lo solemne. El mundo que retrata Cosmonauta no tiene épica ninguna, vemos las miserias de un personaje cualquiera que siendo un desgraciado se convierte en héroe a su pesar. La épica sería aquí un efecto colateral”.

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

“Venimos del vacío absoluto y hacia ahí vamos de cabeza”

En el cómic, Pep parece tener pocas esperanzas en el futuro de la humanidad: “Lo de si le veo futuro a este mundo –asegura- es algo que da para un debate como los de La Clave. Los humanos somos esencialmente depredadores, hasta el punto de comernos a bocados la balsa en la que viajamos todos juntos. Porque también en conjunto somos orgullosamente ignorantes. Si en una sociedad de cien personas noventa y nueve beben de una fuente de agua cristalina, ya pueden cuidarla tanto como quieran. Sólo con que a uno le dé por envenenar ese agua el resto se va al garete. El mal siempre decanta la balanza. Quien dice “mal” dice “egoísmo”, “falta de empatía”, “vanidad”, “envidia”, “intolerancia”, incluso “comodidad”, “abulia”, “pereza”. No parece muy muy grave separadamente y sin embargo todo ello nos lleva al fracaso global. Es así”.

“Pero no creas que lo vivo con pesimismo –comenta-. Como especie hemos tenido esa gran suerte de existir, de realizar esa posibilidad remota de alcanzar la realidad, algo que no estaba nada fácil al inicio. Una concatenación de azares, coincidencias, accidentes y carambolas tanto cósmicas como biológicas permiten que estemos aquí y ahora sentados con el culo en nuestras sillas”.

Eso es un éxito colectivo en toda regla: El triunfo de la Vida. Y de eso hablo en el libro. Hemos llegado a lo más alto y todo eso es lo que podemos perder. Lo que vamos a perder, o sea ahora que puedes piensa en positivo. Es que no hay nada más ahí afuera. Nosotros somos la anomalía. Lo raro. Lo que hay es el vacío absoluto, de ahí venimos y hacia ahí vamos de cabeza” –concluye-.

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

Los protagonistas

En cuanto a los protagonistas del cómic destacamos a ese solitario Cosmonauta: “Como decía antes, Héctor es un don Nadie. Es cualquiera. Alguien que en su vida ha pasado por todas las fases típicas y tópicas quemándolas al pasar. De niño tenía todas las opciones abiertas ante sí. Pero la existencia es una sucesión de renuncias. Jugó a Flash Gordon, empezó a afeitarse, se enamoró de alguien no adecuado e idealizó ese amor. O ese error. Ahí acabó. Pero una circunstancia excepcional vino a posibilitarle el camino de la redención existencial, inició una deriva nueva a ciegas hacia no se sabe dónde. Hacia el infinito y más allá (risas)”.

Pero Héctor no está solo en ese viaje, le acompañan los fantasmas de su su vida anterior: “En la historia –asegura Pep- Héctor revive ese archisabido triángulo en el que Eva y Fredo juegan el papel arquetípico de “mujer que te hará sufrir” y “matón de instituto”. Pero están ahí sólo para propiciar la concatenación de acciones posteriores. Y evidentemente, en ese teatro de la vida a Héctor le va a tocar el ingrato papel de cornudo. Y luego está Nic, una especie de híbrido de Hal 2000 y Pepito Grillo, que encarna parte de esa conciencia parlanchina de Héctor en su viaje de locos”.

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

Rompiendo las barreras del cómic

No os vamos a contar nada del argumento porque está lleno de sorpresas, pero sí de la parte gráfica, que también es completamente rupturista: “El estilo –asegura Pep- no es otra cosa que el compendio de las propias limitaciones, o sea que no vamos a abundar en ello. Es tan extraño que uno se sienta cómodo dentro del propio estilo como dentro de una jaula. Por eso más me interesa un autor cuanto más intenta romper esos barrotes. Que lo consigas o no ya será otro tema, pero es honesto intentarlo”.

“Del mismo modo –continúa Pep- también he buscado explorar los confines tanto del papel como del lenguaje del cómic. No hacemos otra cosa, esto no se parece en nada al cine ni a la literatura ni a la pintura ni al teatro. La viñeta es un recurso más entre esas estrategias propias del medio, y la ausencia de recuadro también. Creo que depende de la inspiración del autor mismo que el cómic evolucione más o menos en los próximos tiempos, de nada más. Tirando de esa responsabilidad (y de esa invitación), por mi parte intento hacer en esa línea exactamente lo que pueda”.

“En Cosmonauta –añade- exploro conscientemente esas posibilidades pero no todo el rato, también en eso creo que hay que estar sujetos a un ritmo y a una justificación argumental, a mi modo de entender. Es mucho (muchísimo) lo que se puede hacer mientras se respete el orden de lectura, que el lector no tenga que preguntarse si tiene de leer antes un bocadillo de texto u otro ya que eso lo estaría sacando de la historia. Por eso mismo el cómic es menos popular que otros medios, porque exige la implicación activa del lector. El cómic, al contrario de lo que el común de los mortales cree, no es un medio fácil. Para nada”.

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

Una historia en rojo, azul y negro

Otra de las cosas que más nos llama la atención del cómic es que sólo usa los colores rojo y azul: “En Cosmonauta hay rojo y azul porque quería dos tonos muy diferenciados que ayudaran a ubicarte secuencialmente. El color tiene un sentido simbólico, plástico y argumental. Además, soy de los que piensan que todo lo que puedas explicar con menos, mejor que mejor. Menos recursos, menos efectos, menos colores, menos ruido. Menos es más, como sabemos gracias a Mies Van Der Rohe. Intento contenerme así que puedo”.

“El azul -continúa- es el color del frío, del metal, color triste, el color de ese presente monótono, lánguido y evocador. Y el rojo es el color de las vísceras, la sangre, de esos recuerdos ciertos o inciertos pero que vienen de dentro, de lo más hondo, el color de esa fantasía que va tornándose locura. Y el color también de la guerra. Hay secuencias en que ambos colores se mezclan porque también se mezclan los momentos”.

“Cierto –concluye el dibujante- que no menor es la importancia del negro, el color de fondo por defecto, el de ese Cosmos infinito, el de la muerte y el vacío absoluto. Es decir, la Nada por la que transitamos. El color nos permite ir avanzando capa a capa en una constante e imperfecta búsqueda de la verdad del protagonista. Cuando creemos estar en el último recodo nos damos cuenta de que aún nos queda otro. Y otro. Y otro..”

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

'2001', 'Nosferatu' y 'Metrópolis'

Una de las influencias más evidentes del cómic es 2001, en el que también se exploraba la relación entre el hombre y una inteligencia artificial: “Bueno, 2001 es un drama épico de aventura y exploración en el que se cuenta la evolución de la especie y el asalto a la inteligencia, todos ellos temas apasionantes. También ahí Kubrick trata la relación entre el Hombre y la máquina, ese pérfido Hal, máquina que ha concebido el propio Hombre y que deviene en un enemigo a batir. También en esa línea me interesa Lem, por su profundidad y por su humor, no menos fundamental”.

Sin olvidar que el protagonista se parece a Nosferatu en su ataúd: “Nosferatu –confiesa el dibujante-ha sido otro referente por motivos argumentales a la par que estéticos. El conde Orlok es si recuerdas un ser solitario, un portador de la enfermedad como su nombre indica, que viaja desde su Transilvania natal a Wisborg en un viaje oscuro, húmedo y deprimente en busca de la vida eterna. Y en cuanto a clásicos del cine también tengo que destacar Metropolis, de Fritz Lang, por esa visión distópica de una sociedad futura enfrentada a sí misma, una verdadera Babel con peligro de implosión”.

“Aparte –añade Pep- me ha interesado especialmente material gráfico publicitario sobre la fiebre atómica que vivió EEUU durante los 50’s y un montón de otras cosas, aunque en el resultado no se note apenas (risas). Y para acabar con un cómic, otro clásico, Objetivo a la Luna de Hergé, cómo no. Referente obligado”.

Viñetas de 'Cosmonauta'
Viñetas de 'Cosmonauta'

Viñetas de 'Cosmonauta'

Sus proyectos

En cuanto a sus proyectos, Pep nos comenta que: “Acabo de arrancar con otro personaje volador, Lily Megamosca, en esta ocasión para Mamut Comics y para niños”.

“Y tengo ya apuntado sobre la mesa el argumento de un nuevo proyecto adulto para tan pronto pueda desarrollarlo. Veremos el tiempo que me va a llevar cristalizarlo, eso ya será otra historia (en efecto)”.

Mientras, os recomendamos que acompañéis a Héctor en su viaje en busca de la salvación para la humanidad en Cosomonauta. No os arrepentiréis.

Portada de 'Cosmonauta' y su autor, Pep Brocal
Portada de 'Cosmonauta' y su autor, Pep Brocal

Portada de 'Cosmonauta' y su autor, Pep Brocal