China y la UE se conjuran para luchar contra el cambio climático pese a sus diferencias comerciales
- Bruselas y Pekín muestran su sintonía, pero no acuerdan una declaración común
- El estatus de China como economía de mercado sigue siendo un obstáculo
- Con todo, han hecho frente común para sostener el acuerdo del clima de París
China y la Unión Europea se han conjurado durante la cumbre bilateral celebrada este viernes en Bruselas para luchar juntos contra el cambio climático, especialmente tras la decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, a pesar de las diferencias comerciales que han impedido que se acuerde una declaración común para coronar el encuentro.
"La Unión Europea y China no han firmado una declaración escrita sobre el clima por las divergencias en torno al 'estatus de economía de mercado' de China", ha reconocido una fuente diplomática a AFP.
En cualquier caso, el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha señalado que ambos países "están de acuerdo en todo, salvo en la cuestión del comercio, pero las diferencias se están reduciendo".
La cumbre "más fructífera"
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha ido más allá y ha asegurado que esta ha sido la cumbre "más exitosa, fructífera y prometedora" de la historia entre Pekín y Bruselas, al haber mostrado una unidad que, según el primer ministro chino, Li Keqiang, "será muy útil para un mundo cada día más inestable".
"Mientras China y la UE se comprometen con las futuras generaciones, Estados Unidos comete un error histórico", ha añadido Tusk en un encuentro con la prensa, en alusión a la decisión de Trump sobre el Acuerdo de París.
"La lucha contra el cambio climático, y toda la investigación y progreso que traerá consigo, seguirá avanzando, con o sin EEUU", ha recalcado Tusk, que también ha señalado que la relación histórica y los lazos con el socio estadounidense "son más duraderos que las últimas y desafortunadas decisiones de la nueva Administración", en una crítica directa a Trump.
El escollo del comercio
Pese a la buena sintonía, el comercio sigue apareciendo como un obstáculo para las relaciones entre Pekín y Bruselas, toda vez que la Unión Europea, al igual que Estados Unidos, se resiste a aceptar que la china sea una economía plena de mercado con el argumento de que sigue practicando dumping en algunos sectores económicos, lo que le condena a un trato menos favorable en los acuerdos comerciales.
Con todo, la UE es el principal socio comercial de China y este país es el segundo de la Unión, sólo por detrás de Estados Unidos. El comercio de bienes entre las dos partes asciende a 1.400 millones de euros al día, según cifras comunitarias.
En este ámbito, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha planteado la cuestión del impacto de la sobrecapacidad china en la industria de los Veintiocho, así como la implementación del artículo 15 del Protocolo de Adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC), relativo al cálculo sobre los derechos antidumping.
Las posiciones, más cercanas
“Hemos sido capaces de acercar las posiciones, pero todavía no estamos ahí“
"Hemos sido capaces de acercar las posiciones, pero todavía no estamos ahí", ha comentado el político luxemburgués sobre ambas cuestiones en la rueda de prensa posterior a la cumbre.
En cuanto a Li Keqiang, ha instado a respetar las normas internacionales para lograr un libre comercio "más justo e igualitario" y, en concreto, ha reclamado a la UE "cumplir" con el artículo 15 del Protocolo de Adhesión de China a la OMC.
Ese artículo prevé que el resto de países miembros podían aplicar, hasta diciembre de 2016, derechos aduaneros especiales a sus productos si consideraban que incurría en dumping en sus exportaciones, una medida que Bruselas y Washington siguen aplicando pese al final de esa moratoria, algo que Pekín considera "proteccionismo disfrazado".