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El presidente del Popular asegura que el banco "sigue siendo solvente"

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El presidente del Banco Popular, Emilio Saracho, el pasado mes de abril.
El presidente del Banco Popular, Emilio Saracho, el pasado mes de abril.

El presidente del Banco Popular, Emilio Saracho, ha remitido a los trabajadores una carta en la que asegura que el banco "sigue siendo solvente" y cuenta con "un patrimonio neto positivo", a pesar de la situación en la que se encuentra la entidad, que en la última semana ha caído en bolsa un 38%.

En la carta, a la que ha tenido acceso Efe, Saracho reconoce que el Banco Popular se encuentra "en una situación difícil", y que por eso, y con el fin de cumplir con los requisitos regulatorios que exige el Banco Central Europeo (BCE) para el próximo año, y para garantizar la fortaleza y el futuro, "se está trabajando en diferentes alternativas".

Entre ellas, tal y como ha explicado Saracho, el banco analiza una operación corporativa con otra entidad financiera, una posible ampliación de capital o la desinversión en activos no estratégicos como es el caso de Targobank, cuya venta a Credit Mutuel anunció el Popular este mismo viernes por 65 millones de euros.

En la citada carta que adelanta, Saracho ha transmitido a los trabajadores del banco que desde la dirección son conscientes de que las informaciones que se están publicando "afectan al trabajo y al ánimo" de cada uno de ellos, pero que su obligación, "como profesionales", es centrarse en el día a día y en los clientes, ya que la actividad del banco debe continuar "como lo está haciendo hasta ahora".

Asegurando que el banco y los accionistas "son lo más importante", insiste en que hay que "transmitir un mensaje de tranquilidad y confianza" en que están haciendo "los máximos esfuerzos para superar esta situación".

Pierde 1.000 millones en la última semana

Las acciones del banco no levantan cabeza y sólo esta semana se han hundido un 38,17% de su valor, lo que se traduce en una pérdida de más de 1.000 millones de capitalización, con lo que ahora vale poco más de 1.700 millones y se ha convertido en un bocado más apetecible para los posibles compradores.

Sin embargo, antes de tomar una decisión, el banco terminará de retasar a precios de mercado los cerca de 38.000 millones en activos tóxicos que tiene en su balance, lo que permitirá a los interesados en la entidad conocer las necesidades de provisiones, que estarían entre 1.500 y 2.000 millones, según distintas fuentes.

El futuro de la entidad, cuyos máximos responsables se reunirán el próximo martes con el BCE, pasa por que Banco Santander, BBVA o Bankia lo compren, que parece lo más probable, por hacer una ampliación de capital -algo prácticamente descartado ya- y por ir vendiendo activos improductivos, algo que ya ha empezado a hacer.

Pero el mercado no espera a nadie y si algo no regala es tiempo, ni tampoco el beneficio de la duda, por lo que tras perder más del 55% en lo que va de año la acción vale 0,413 euros y es ya el valor menos capitalizado del IBEX.