El presidente del Popular asegura que el banco "sigue siendo solvente"
- Remite una carta a sus trabajadores reconociendo que la situación es "difícil"
- Esta semana las acciones han caído un 38,17%
El presidente del Banco Popular, Emilio Saracho, ha remitido a los trabajadores una carta en la que asegura que el banco "sigue siendo solvente" y cuenta con "un patrimonio neto positivo", a pesar de la situación en la que se encuentra la entidad, que en la última semana ha caído en bolsa un 38%.
En la carta, a la que ha tenido acceso Efe, Saracho reconoce que el Banco Popular se encuentra "en una situación difícil", y que por eso, y con el fin de cumplir con los requisitos regulatorios que exige el Banco Central Europeo (BCE) para el próximo año, y para garantizar la fortaleza y el futuro, "se está trabajando en diferentes alternativas".
Entre ellas, tal y como ha explicado Saracho, el banco analiza una operación corporativa con otra entidad financiera, una posible ampliación de capital o la desinversión en activos no estratégicos como es el caso de Targobank, cuya venta a Credit Mutuel anunció el Popular este mismo viernes por 65 millones de euros.
En la citada carta que adelanta, Saracho ha transmitido a los trabajadores del banco que desde la dirección son conscientes de que las informaciones que se están publicando "afectan al trabajo y al ánimo" de cada uno de ellos, pero que su obligación, "como profesionales", es centrarse en el día a día y en los clientes, ya que la actividad del banco debe continuar "como lo está haciendo hasta ahora".
Asegurando que el banco y los accionistas "son lo más importante", insiste en que hay que "transmitir un mensaje de tranquilidad y confianza" en que están haciendo "los máximos esfuerzos para superar esta situación".
Pierde 1.000 millones en la última semana
Las acciones del banco no levantan cabeza y sólo esta semana se han hundido un 38,17% de su valor, lo que se traduce en una pérdida de más de 1.000 millones de capitalización, con lo que ahora vale poco más de 1.700 millones y se ha convertido en un bocado más apetecible para los posibles compradores.
Sin embargo, antes de tomar una decisión, el banco terminará de retasar a precios de mercado los cerca de 38.000 millones en activos tóxicos que tiene en su balance, lo que permitirá a los interesados en la entidad conocer las necesidades de provisiones, que estarían entre 1.500 y 2.000 millones, según distintas fuentes.
El futuro de la entidad, cuyos máximos responsables se reunirán el próximo martes con el BCE, pasa por que Banco Santander, BBVA o Bankia lo compren, que parece lo más probable, por hacer una ampliación de capital -algo prácticamente descartado ya- y por ir vendiendo activos improductivos, algo que ya ha empezado a hacer.
Pero el mercado no espera a nadie y si algo no regala es tiempo, ni tampoco el beneficio de la duda, por lo que tras perder más del 55% en lo que va de año la acción vale 0,413 euros y es ya el valor menos capitalizado del IBEX.