Àlex Brendemühl: "Mi primer encuentro con Marion Cotillard fue amor a primera vista"
- Protagonizan El sueño de Gabrielle, drama romántico que se estrena este viernes
- RTVE.es entrevista al actor catalán y a la directora de la cinta, Nicole Garcia
- "Me atraen los personajes que callan más que los que se explican demasiado", dice
Tras su paso por la Sección Oficial en el Festival de Cannes del año pasado y ganar hace un mes el premio del jurado a la mejor película de la primera edición del BCN Film Fest, la película El sueño de Gabrielle (Mal de pierres), dirigida por la actriz y director francesa Nicole Garcia, llega este viernes 9 de junio a las salas española con el atractivo del protagonismo de Marion Cotillard (La vida en rosa, Assassin's Creed) y de nuestro actor español más políglota, Àlex Brendemühl, quien confiesa que se entendieron "muy bien" y que el primer encuentro fue "amor a primera vista".
Este drama romántico, adaptación cinematográfica de la novela Mal de piedras de la italiana Milena Agus, narra la historia de Gabrielle (Marion Cotillard), hija de una familia agrícola burguesa de la Provenza francesa de los años 50 que sueña con encontrar el amor verdadero y lo expresa sin tapujos, en contra de las costumbres de la época. Sus padres, que la tildan de loca, la obligan a casarse con un jornalero español que trabaja para ellos, José (Àlex Brendemühl), un hombre trabajador y honrado huido de España por la Guerra Civil que creen que hará de ella una mujer respetable. Pero Gabrielle no lo ama y siente que ha sido enterrada viva en ese matrimonio. Cuando esta ingresa en un balneario en los Alpes suizos para tratarse unos cálculos renales, conoce a André (Louis Garrel), un teniente francés herido en la guerra de Indochina, que hará renacer en ella el deseo de amar y ser amada.
El éxtasis del amor
Nicole Garcia, candidata habitual a la Palma de Oro de Cannes (El adversario, 2002; Selon Charlie, 2006), confiesa a RTVE.es que la novela, que devoró en un vuelo de París a Marsella, la atrapó porque sintió que estaba "escrita" para ella y por esa protagonista cuyo ardor amoroso bordea la locura porque, a su juicio, "todos andamos justo al borde de dos precipicios en los que podemos caer en cualquier momento". "Hablamos tanto del amor que ya no sabemos ni lo que hay dentro de ese término y me parece muy bella la forma en la que se refiere a él como 'la cosa principal', algo así como un deseo místico del amor y a la vez sexual", afirma Garcia, que se ve "autorretratada" en cierta manera en Gabrielle, un "grito a la libertad de las mujeres".
"Gabrielle le pide a dios esa 'cosa principal'. Ella lo que quiere es el éxtasis, que creo que es algo que desean todas las mujeres porque es verdaderamente lo que da sentido a la vida y lo que todos deberíamos encontrar por lo menos una vez en la vida", señala directora y coguionista, quien cree que una persona como su protagonista también sería una incomprendida en la sociedad actual porque "siempre da miedo cuando las mujeres expresan así con esa fuerza el deseo y lo piden gritando fuerte".
Para interpretar a Gabrielle, Garcia pensó desde un primer momento en la cada vez más internacional Marion Cotillard y esperó incluso a que se liberarse de varios compromisos en Estados Unidos. "Pero la espera ha merecido la pena y creo que era una oportunidad excelente para mí, para ella y para la película. La gente ha descubierto una Marion Cotillard con muchísima humanidad, compromiso y emoción", asegura.
Los rasgos autobiográficos de Brendemühl
En contraposición, la película muestra un amor conyugal, más sereno, el que profesa José, aunque es fruto de una evolución porque, en principio, el personaje muestra un "componente pragmático y oportunista" al aceptar un matrimonio de conveniencia "porque le surge la oportunidad de ser alguien en Francia y encontrar un lugar en la sociedad". Así lo explica a RTVE.es Brendemühl (El médico alemán, Las horas del día, Carlos, rey emperador), que también destaca de José que es "un tipo sólido y con principios" y dotado de "dignidad" del que luego se va descubriendo un lado "absolutamente romántico".
"Se va enamorando progresivamente de esta mujer que tiene todo aquello que él no tiene: sofisticación, sensibilidad, cultura... y que de alguna manera le hace aguantar o explorar un amor absolutamente incondicional y apasionado. Parece un tipo rudo, insensible casi a lo que le rodea y hermético, pero finalmente descubrimos que es un personaje de otra época, capaz de amar de una manera casi utópica, de una forma casi incondicional y totalmente apasionada", afirma el actor barcelonés de 44 años.
José también guarda un "lado oscuro" y un "misterio" con respecto a su pasado en España, como refugiado huido de la Guerra Civil, un rasgo que comparte con el bisabuelo de Brendemühl, quien también huyó al sur de Francia durante la contienda y luego regresaría tras la II Guerra Mundial. Pero no acaban ahí las coincidencias biográficas, pues también "se asemeja" a la historia del padre de Àlex, "un refugiado alemán de la RDA que se queda solo en la Alemania Occidental y que también se casó con una señora de otro país -una española- y otro entorno social y se mantuvo firme en su intención de quererla". "Me hicieron gracia los puntos en común que tenía la historia y al final vas buscando en todos esos recovecos para tu actuación", revela el actor.
Esos personajes misteriosos se han convertido en una especialidad del barcelonés, aunque él ve cierto matiz en José que lo hace "diferente" con respecto a otros papeles en sus más de 20 años de trayectoria, el ser como "un personaje de novela" por ser "un tipo de una sola pieza, capaz de sobrellevar cualquier cosa por amor a una mujer" y que guarda un gran "secreto".
"Evidentemente muchas veces me llaman por una mirada, por unos silencios, por un misterio que escondo o porque igual soy capaz de expresar cosas sin decirlas. Me gusta mucho trabajar todo el pensamiento del personaje, todo el subtexto, todo lo que no llega a decir y quisiera decir y no se atreve. Todos esos componentes de los personajes me atraen mucho más que lo obvio y lo evidente de personajes que puedan hablar mucho o explicarse demasiado", admite, no obstante, el coprotagonista de El sueño de Gabrielle.
El "amor a primera vista" con Cotillard
Si bien con Cotillard la directora de la película lo tuvo claro, para la elección de los actores que iban a rodearla, tuvo sus "dudas". En el caso del personaje de José, Nicole Garcia probó también a Javier Cámara, al que define como "un hombre maravilloso y extraordinario", aunque acabó seleccionado a Brendemühl porque creía que estaba "más cerca del personaje", de lo que no se arrepiente porque cree que al final el barcelonés y la francesa hacen "una pareja maravillosa".
Fue la propia Marion Cotillard la que "desde el principio" quiso que él fuese el elegido y la que "apostó" por él cuando a la directora le surgieron "dudas de casting", según revela el finalmente protagonista, que se siente "halagado" por esta razón y alaba el "cariño y respeto" que le mostró la actriz francesa, a la vez que subraya su profesionalidad.
"El primer encuentro fue amor a primera vista. A mí ya me gustaba de sus trabajos anteriores y me encontré a una actriz extraordinaria, fuera de lo común, con un talento muy sutil. Es muy trabajadora, muy seria, muy respetuosa con el trabajo, consigo misma y con los demás. Y luego tiene algo que no se sabe lo que es que cuando mira hay unas chispas, un fuego interior que le imprime a todos los personajes y hace que todo lo que hace sea interesante. Es la actriz quizás más versátil. Descoloca realmente cómo mira, cómo habla... Es una actriz extraordinaria y fue un gran placer trabajar con ella", confiesa Brendemühl, que cada vez trabaja más en Francia, además de en Alemania y España.