Los británicos acuden a las urnas en unas elecciones parlamentarias marcadas por el 'Brexit' y el terrorismo
- Casi 47 millones de electores están convocados para renovar el Parlamento
- Corbyn se ha acercado a May en los sondeos durante la campaña electoral
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- Especial sobre las elecciones legislativas en Reino Unido 2017
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Los ciudadanos británicos acuden este jueves a las urnas para votar por tercera vez en apenas dos años, tras las legislativas de 2015 y el reférendum de 2016 sobre la salida de la Unión Europea, en unas elecciones generales anticipadas que están marcadas por los atentados terroristas perpetrados en Manchester y Londres durante la campaña electoral y por las incertidumbres que sobrevuelan el futuro del país cuando se sustancie el Brexit.
Desde las 7:00 hora local, los casi 47 millones de británicos que estaban llamados a las urnas para renovar el Parlamento han acudido a los 40.000 puntos de votación dispuestos por todo el país, algunos en lugares insospechados como autobuses o casas particulares, sin que se hayan registrados incidentes reseñables.
La votación se produce entre mayores medidas de seguridad de lo habitual debido al nivel de alerta antiterrorista. Los centros de votación cerrarán a las diez de la noche y los primeros resultados significativos se conoceran a las cuatro o cinco de la madrugada.
May y Corbyn votan en Londres
La primera ministra británica, Theresa May, ha votado en Sonning, en los alrededores de Londres, junto a su marido, mientras que el líder laborista, Jeremy Corbyn, lo ha hecho en el barrio de Islington, uno de sus feudos en la capital de Reino Unido.
En Glasgow ha votado la primera ministra escocesa y líder del Partido Nacionalista, Nicola Sturgeon. El líder del UKIP, Paul Nuttall, ha depositado su voto en Congleton, al norte de Inglaterra, cerca de Liverpool. El líder liberal-demócrata, Tim Farron, no ha votado este jueves, porque ya lo hizo por correo, pero ha atendido a la prensa en Kendal, Cumbria (noroeste).
May adelantó los comicios, previstos para 2020, con la esperanza de reforzar la mayoría absoluta conservadora de cara a la negociación del Brexit, pero la apuesta podría volverse en su contra. Su frialdad en los actos públicos y propuestas impopulares, como la del "impuesto a la demencia" (que tuvo que retirar) han reducido las perspectivas de una victoria arrasadora.
Corbyn, en cambio, ha optado por una campaña más política, con mítines con gran afluencia de sus partidarios, y muy activa en redes sociales. Las últimas encuestas le sitúan cerca del empate técnico.
Últimos sondeos
La última encuesta de la campaña electoral británica, publicada este jueves por el periódico Evening Standard, otorga la victoria a los conservadores de la primera ministra, Theresa May, con ocho puntos de ventaja sobre sus rivales laboristas.
De acuerdo con el sondeo, elaborado por Ipsos Mori para el rotativo londinense, los tories recibirían un 44% del voto, frente al 36 % de los laboristas, el 7% de los liberaldemócratas, un 4% del partido populista de derechas UKIP y un 2% del también minoritario Partido Verde.
Una encuesta de Survation difundida poco antes predecía sin embargo un resultado más ajustado entre las dos primeras formaciones, con un 41,3% para los tories y un 40,4% para el Laborismo del socialdemócrata Jeremy Corbyn.
Una campaña empañada por los atentados
El Brexit debía haber sido el centro de la contienda entre los dos lideres principales: May es partidaria de un "Brexit duro", sin libertad de movimientos para los ciudadanos de la UE, mientras Corbyn se presenta como el partidario de una salida dialogada con Bruselas que permita conservar el mercado único.
Pero los recientes atentados, el del pasado 3 de junio en Londres y el del 23 de mayo en Manchester (22 muertos, la mayoría adolescentes y jóvenes) han empañado la campaña y han convertido la política de seguridad en arma arrojadiza.
"Enough is enough". "Es suficiente", dijo May, quien lamentó la permisividad con el islamismo y prometió mano dura, incluso eliminando legislación sobre derechos humanos que impida actuar a la Policía. Pero sus palabras no tardaron en volverse en su contra: entre 2010 y 2016, May fue ministra de Interior, por lo que Corbyn la ha señalado directamente com responsable de los recortes en la Policía, y ha pedido su dimisión.
May tiene actualmente 330 diputados en una Cámara de los Comunes con 650 escaños. Si ningún partido obtiene la mayoría, obligaría a pactos parlamentarios. Corbyn, por su parte, se vería reforzado en su giro a la izquierda en el laborismo si logra aumentar el porcentaje de voto del 30,4% o los 229 escaños que obtuvieron los laboristas en las elecciones de 2015.