Paula Hawkins: "Los lectores se identifican con los problemas de mis personajes"
- RTVE.es entrevista a la autora del superventas mundial La chica del tren
- Escrito en el agua es su segunda novela, un thriller sobre los recuerdos
La escritora Paula Hawkins afirma resignada que no le gusta ser el centro de atención aunque debe lidiar con ello. El interés mediático es uno de los peajes por el éxito planetario de su novela La chica del tren, que ha pulverizado las listas de ventas con 20 millones de ejemplares despachados en todo el mundo, y ha catapultado a la fama a esta periodista nacida en Zimbaue, que se trasladó a Londres con 17 años.
Hawkins se dedicó durante años al periodismo financiero y escribió cuatro novelas románticas que fueron un fracaso,“no me sentía cómoda y cada vez me salían historias más oscuras”, señala.
A punto de tirar la toalla, su editora le animó a seguir escribiendo hasta que nació el adictivo thriller, protagonizado en el filme por Emily Blunt, que va camino de convertirse en uno de los más vendidos de la historia.
“Me escriben muchísimas personas que me dicen que se sienten identificados con los problemas de mis personajes”, apunta Hawkins como una de las claves de este enganche con sus lectores.
En medio de la “locura” de La chica del tren, Paula Hawkins ya tenía en mente el embrión de su segunda novela, que ha tardado tres años en crear, y que este viernes presenta en España.
Escrito en el agua (Editorial Planeta) ha entrado directamente en la lista de superventas y es uno de los títulos más demandados en la Feria del libro de Madrid. Un thriller psicológico que la autora creó sin dejarse llevar por las presiones del éxito, “intenté enfocarme en el argumento y contar la historia lo mejor que pude”.
Esta novela a varias voces sitúa la trama en un perturbador pueblo, inspirado en los paisajes del noroeste de Inglaterra, en el que se han producido varias muertes de mujeres ahogadas a lo largo de la historia.
Hawkins afirma que localizar el argumento en una comunidad cerrada “donde todos se conocen y guardan secretos” era una forma “perfecta” de activar un misterio en una “atmósfera claustrofóbica”, en una historia que juega con la interesante idea de los engaños de la memoria.
“Me fascina cómo confiamos plenamente en nuestra memoria para construir nuestra vida, y nuestra memoria no es tan fiable, malinterpretamos cosas constantemente (…) Es algo extraño porque cuando recuerdas tu infancia y hablas con tu familia te das cuenta de que existen puntos de vista muy diferentes sobre un evento que te pasó cuando eras joven, y de eso hablo”, responde la autora británica en una entrevista con RTVE.es.
Escrito en el agua no esquiva cargas de profundidad e invita a reflexionar sobre temas tan delicados como el maltrato, la intolerancia, el duelo por la pérdida de un hijo o el suicidio juvenil, un asunto que la autora abordó “con cautela”.
Suspense creciente
Esta combinación de denuncia social y crimen en entornos cotidianos es lo que caracteriza el domestic noir. Un nuevo tipo de thriller, al que pertenecen obras como Perdida de Gillian Flynn, y que cuenta con Hawkins como una de sus figuras destacadas.
La escritora confiesa que sus libros están protagonizados por mujeres “complicadas” porque son más “interesantes”, además, las mujeres “leen más libros de ficción que los hombres y más novelas de misterio”, añade.
“Me interesa mucho el papel de las mujeres en la sociedad, la relación de las unas con las otras, y cómo navegamos a través de los diferentes retos de la vida”, opina la escritora, que señala con timidez que sus personajes también llevan impresos la huella de su experiencia vital, cuando siendo adolescente dejó África para instalarse en Inglaterra con su familia.
“No conocía a nadie, estaba muy sola, tardé mucho en hacer amigos y ajustarme mucho a la vida de Londres. Esa sensación de ser una outsider, una forastera, de no tener conexiones, eso me formó como escritora y muchos sentimientos fueron directamente a parar al personaje de Rachel (La protagonista de La chica del tren) y su desconexión con el mundo.”
Paula Hawkins tiene como referentes literarios a Agatha Christie y Donna Tartt, y explica que a la hora de abordar una novela de suspense se trabaja mucho los giros para impactar al lector, dosificando la información pero manteniendo la capacidad de sorpresa, que en el caso de Escrito en el agua explota en la última página de una historia que está en negociaciones para ser llevada al cine.
La novelista, que ejerció durante quince años como reportera, añade que su visión periodística también le ha ayudado en su trabajo. “Aprendes a leer entre líneas y a escuchar lo que la gente dice y lo que está pensando”, asegura la autora, que fue nombrada por la BBC en 2016 como una de las cien mujeres más influyentes.