Chavela Vargas según Chavela Vargas
- Se estrena el documental Chavela, sobre una larga entrevista de 1991
- Con testimonios de amigos como Pedro Almodóvar o Miguel Bosé
“Esa Isabel, como me llamaba mi madre, es la que yo amo, la que anda conmigo. La Chavela es cabrona”. Toda una confesión de una mujer que sufrió el rechazo, se reinventó, y transmitió el desgarro como nadie. Es parte de una larga entrevista que Chavela Vargas (1919 -2012) concedió en 1991 y que es el hilo conductor de Chavela, el documental dirigido por Catherine Gund y Daresha Kyi, que se estrena en salas el 16 de junio.
Aquella entrevista fue realizada por Gund en un momento bisagra de la biografía de la cantante. Salía de un dique seco artístico tras 12 años de alcoholismo. Y renacía como leyenda en México y, poco más tarde y vía Pedro Almodóvar, en España. “Era una mujer muy complicada, muy difícil”, explica Daresha Kyi en una entrevista para RTVE.es “Siempre portaba ese dolor, siempre fue una niña dolorida, siempre andaba con la angustia de ser rechazada por su mamá y por su familia: Ese fue el motivo de muchas cosas que hizo en vida”.
Los padres de Chavela, o María Isabel Anita Carmen de Jesús, eran religiosos y tradicionales. “Yo era hombruna, les salió la hija rebelde”, explica Chavela en las entrevistas. Cuando había visita en la casa familias, sus padres la escondían, incapaces de aceptarla. Con 17 años huye a México y construye su leyenda: un poncho, tabaco, alcohol, apenas una guitarra de acompañamiento, y rancheras muy lentas, trufadas de silencios en los que se filtraba el dolor.
“Hablar de Chavela es reivindicar lo femenino y su poder, porque estaba muy orgullosa de ser mujer”, explica Kyi. El documental recorre a la joven Chavela, que aprendió a ser mujer en una tierra de machos y machistas, donde las lesbianas no tenían lugar, y donde siempre le negaron los grandes teatros, relegándola a cantinas y clubs. “Es alguien muy importante para las lesbianas en México y el mundo latino. No hay ninguna lesbiana en México que no la conozca y no la quiera”.
También se asoma a su carácter. “Miguel Bosé nos dijo: ‘A las 12 te quería, a las dos te odiaba ferozmente, y a las siete te volvía a querer’. Se enojaba fácilmente, hay muchas anécdotas de momentos en los que sacó una pistola para disparar a amigos o amigas. Pero lo que me parece superinteresante es que la gante siempre le perdonaba sus pecados y sus locuras. Porque era fascinante”, explica.
El cantante y compositor José Alfredo, su acompañante de mil jaranas, decía que Chavela conseguía “vivir en sus canciones” de desamor. “Dos hombres fueron muy importantes en su vida: José Alfredo y Pedro Almodóvar. Los dos le ayudaron en su carrera y los dos veían un espejo en ella”, explica la directora.
Almodóvar fue su protector en la resurrección de la artista en España en los años 90. En el documental, el director manchego explica que las canciones que utilizó en películas como Tacones lejanos son como parte del guión. “Él imaginaba mujeres como Chavela en sus películas y, de repente, uno de sus personajes estaba viva”, explica Kyi
El cineasta también relata como promocionó un concierto en la mítica sala Olympia de París en 1994. Al fin Chavela cantaba en un gran teatro y detrás vendrían muchos más. Almodóvar, con miedo de no llenar, llamó personalmente a todos sus conocidos. Sentado junto a Jeanne Moreau, que no habla palabra de español, se ofreció a traducirle unas estrofas. La actriz le detuvo: “No hace falta, Pedro, la entiendo perfectamente”.