'DiRT 4': un rally para cada tipo de piloto
- La saga de conducción regresa con un título divertido y variado
- Es más accesible que el anterior ‘DiRT Rally’ pero no defraudará a los expertos
- El juego cuenta con la licencia FIA de la disciplina RallyCross
El deporte del motor siempre ha sido uno de los más vistosos en las consolas y ordenadores desde que surgieran los gráficos poligonales y comenzaran a aportar realismo a los videojuegos. Dentro del deporte del motor, el rally fue desde el principio una de las disciplinas más espectaculares en entrar en los sistemas domésticos. El subgénero siempre se ha movido entre los planteamientos arcade y de simulación. Un arco que va del frenético Sega Rally hasta el exigente Richard Burns Rally. Ahora la saga DiRT, heredera de los Colin McRae Rally, busca aunar las dos vertientes con un título adaptado a cada tipo de jugador. Y parece que lo ha conseguido.
DiRT 4 llega un año después de DiRT Rally, la propuesta más 'profesional' en la franquicia de Codemasters. El estudio responsable de los últimos juegos oficiales de Fórmula 1 y de la saga de conducción Grid lanzó en 2016 un título que daba poco margen al jugador casual. El hecho de que hayan optado por seguir la serie numerada de DiRT y no por un DiRT Rally 2 nos anticipa que esta nueva iteración está orientada a un público más amplio.
Lo primero que encontraremos al comenzar a jugar es una prueba de conducción. Tras esta, se nos recomendará establecer unos parámetros de dificultad y tendremos que optar por una de los dos formas de control del juego: Gamer o Simulación. El modo Gamer nos permitirá aprender a manejar los coches sin que acabemos frustrados por ir dando tumbos en la pista. En Simulación la conducción es más realista y mucho más gratificante para el jugador con experiencia medio-alta en los juegos de rallies.
Uno de los aciertos de DiRT 4 es que permite modificar infinidad de parámetros para ajustar la dificultad. Podemos empezar usando ayudas a la conducción (que penalizan a la hora de conseguir premios en cada prueba) e ir eliminándolas a medida que vamos conociendo mejor cómo se comportan los coches. El hecho de que el multijugador online separe a los pilotos gamers de los simuladores ayuda a que cada cual encuentre su sitio en el juego.
Una vez establecido nuestro estilo, el punto de partida para familiarizarse con las técnicas de conducción debería ser la Academia DiRT. Se trata de una completa selección de tutoriales sobre las cuatro disciplinas del juego: Rally, Land Rush (carreras en circuitos bacheados sobre tierra), RallyCross (prueba que combina tierra y asfalto en circuitos cerrados) e Historic Rally, con coches tan icónicos como el Lancia Stratos o el Renault 5 Turbo.
El modo principal del juego es el modo Carrera, que trae pocas sorpresas. Como en otros juegos de Codemasters, se trata de ir participando en pruebas que nos permitirán desbloquear otras disciplinas y adquirir algún coche del medio centenar de vehículos disponibles. Este modo Carrera tiene algunas pinceladas de juego manager o de gestión. Podemos dirigir a nuestro propio equipo y tendremos que contratar a empleados, estudiar las ofertas de los patrocinadores y mejorar nuestras instalaciones para tener acceso a mejores piezas.
Los escenarios de este Tour son cinco: EE.UU., Suecia, Gales, Australia y España. Un abanico de localizaciones algo escaso pero que aporta variedad en las superficies: de la tierra de Australia a la grava de Michigan y Gales; de la nieve sueca al asfalto de Tarragona. Pero se echa en falta algún escenario más para no caer en la monotonía.
Donde el juego puede tener una vida más larga es en el modo Competitivo. En Competitivo tendremos un Pro Tour en el que iremos sumando puntos y podremos subir de categoría para enfrentarnos a rivales más duros. La otra variente en Competitivo son las Pruebas de la Comunidad. Se trata de desafíos diarios, semanales y mensuales en los que se comparará nuestro tiempo con el de toda la comunidad online. En función de nuestra posición en la tabla recibiremos más créditos o menos.
Otro de los atractivos de DiRT 4 es el modo Crea Tu Circuito, en el que solo tendremos que especificar una longitud y una complejidad al trazado en el que queramos competir y el sistema lo creará en segundos. Además, podemos competir online en cualquiera de las cuatro disciplinas. Por desgracia, el juego carece de multijugador a pantalla partida, una característica que parece ya totalmente desaparecida en la actual generación de consolas.
Gráficamente, el juego hace un buen uso del motor EGO desarrollado Codemasters. Las deformaciones de los coches son realistas y los efectos climatólogicos están bien logrados, con carreras en la niebla o bajo la lluvia que dificultarán mucho nuestro pilotaje. A nivel sonoro, el juego cumple con creces. Tanto por los efectos del motor y el contacto con la pista como por la música incluida, con temas de The Chemical Brothers, Queens Of The Stone Age y Bastille.
Con DiRT 4 se ha resuelto la dicotomía sobre si un juego de rallies debe ofrecer una jugabilidad directa o más realista. Es divertido, tiene retos suficientes para asegurar muchas horas de juego y una experiencia ajustada a cada piloto virtual.