Los yihadistas controlan aún una quinta parte de la ciudad de Marawi después de tres semanas de combates
- Hace dos semanas, el Ejército aseguraba que sólo controlaban el 10%
- En la ciudad permanecen aún entre 500 y 600 civiles
- EE.UU. presta apoyo técnico a las tropas filipinas
Los combatientes yihadistas del grupo Maute, que han jurado lealtad al Estado Islámico, controlan aún un 20% de la ciudad de Marawi, en Mindanao (Filipinas), tres semanas después de haberla tomado por completo y haber provocado la intervención del Ejército.
"De los 96 barrios, controlan porciones de Marinaut, Lulut, Mapandi y el distrito comercial de Bongolo, lo que significa el 20% de todo Marawi, y cada día menos", ha declarado a Reuters el teniente general Carlito Galvez, jefe del comando militar de Mindanao occidental.
Tan sólo hace dos semanas, las autoridades militares habían asegurado que los yihadistas habían sido recluidos en el 10% de la ciudad.
El presidente del país, Rodrigo Duterte, declaró el estado de excepción en toda la isla de Mindanao y declaró que la revuelta era "puro Estado Islámico".
500 o 600 civiles atrapados
Casi la totalidad de la población de Marawi (200.000 personas) ha huido a localidades cercanas, pero según las autoridades quedan aún unos 500 o 600 civiles atrapados en el fuego cruzado o tomados como rehenes.
Padilla ha estimado que unos 100 yihadistas resisten aún la ofensiva del Ejército, que les bombardea con artillería y con helicópteros. El comandante militar ha justificado la lenta progresión de las tropas en la dificultad de la presencia de civiles que pueden ser usados "como escudos humanos".
Según las cifras oficiales, más de un centenar de yihadistas han muerto, así como 58 militares y 26 civiles, aunque las ONG elevan esta última cifra también por encima del centenar.
Entre los combatientes hay nacionales de al menos cinco países. Algunos de ellos, según las autoridades filipinas, han combatido en Siria e Irak.
El Gobierno filipino confirmó el pasado fin de semana que Estados Unidos está prestando asistencia técnica a sus tropas. La ayuda, precisa un comunicado emitido por el Palacio de Malacañang, se limita a asistencia técnica y no hay soldados estadounidenses sobre el terreno. La información contradice las palabras de Duterte, que el domingo aseguró desconocer la participación de efectivos estadounidenses.