La OCDE considera "vital" que España persevere en la reforma laboral, sobre todo en políticas activas de empleo
- Cree que las condiciones del mercado de trabajo mejoran de forma muy gradual
- España, tanto cuantitativa como cualitativamente, en el furgón de cola de la OCDE
La OCDE ha reconocido la evolución positiva del empleo en España en los últimos tres años, a pesar de que el empleo se mantiene todavía por debajo del nivel previo a la crisis, pero ha señalado que considera "vital" insistir en el "esfuerzo de reforma" laboral para mejorar el rendimiento del mercado de trabajo. En concreto, el organismo ha subrayado la necesidad de "desarrollar y coordinar políticas activas del mercado de trabajo regionales para ayudar a los desempleados a encontrar empleo".
La organización realizó esta recomendación en su informe Perspectivas de Empleo 2017, presentado en Berlín y en el que analiza la situación del mercado laboral en sus 35 socios y apunta que España, tanto cuantitativa como cualitativamente, se encuentra en el furgón de cola de este grupo de países. En este sentido, las proyecciones de la OCDE sugieren que los niveles de empleo y desempleo previos a la crisis no se alcanzarán en España a finales de 2018, cuando la tasa de desempleo será del 15,5% y la tasa de empleo del 55,4%.
La OCDE considera que la reforma laboral de 2012 ha ayudado a mejorar el desempeño en el empleo y abordar la segmentación del mercado de trabajo "fortaleciendo la capacidad de los empleadores para responder a los shocks". "A fin de mejorar aún más el rendimiento, sería vital proseguir el esfuerzo de reforma, en particular, desarrollar y coordinar políticas activas del mercado de trabajo regionales para ayudar a los desempleados a encontrar empleo, así como mejorar la evaluación y el seguimiento de estas políticas", señala en su informe el organismo.
"No estoy cantando victoria. Pero la situación ha cambiado, ahora está mejor. Ahora hay mejores oportunidades para que los jóvenes conecten con el mercado laboral. Eso es una buena noticia", ha asegurado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, sobre España, país al que ha puesto como ejemplo de recuperación laboral pese a que las cifras siguen siendo preocupantes, señala Efe.
A su juicio, el presidente español, Mariano Rajoy, adoptó "decisiones duras" hace "cuatro o cinco años", cuando llegó al cargo, y ahora se están viendo los efectos. Pese a esa evolución positiva, ha agregado Gurría, su organización sigue "preocupada" por la situación del empleo en España, en especial por el elevado desempleo juvenil. Y ha incidido en que percibe problemas de "polarización en el empleo", es decir, que aumentan principalmente los trabajos con mejores y peores condiciones, y de falta de movilidad entre los trabajadores.
Empeora la seguridad del mercado de trabajo
En este sentido, el documento, que presenta un cuadro de indicadores comparativo del rendimiento del mercado de trabajo con una visión general de las fortalezas y debilidades de los diferentes mercados laborales nacionales, señala que el mercado de trabajo español "tiende a situarse por debajo del promedio de la OCDE en todos los indicadores, con excepción de la calidad de ingresos en la que España se sitúa apenas en el promedio y la brecha de género que está 1,6% por encima".
A este respecto, la organización destaca que en la última década, España ha mostrado mejoras significativas en la calidad de sus ingresos, mientras que, por el contrario y en línea con la mayoría de los países de la OCDE, la seguridad del mercado de trabajo ha empeorado y la proporción de personas en edad de trabajar que viven en hogares pobres ha aumentado, en gran medida como resultado de la profunda y prolongada crisis económica.
Además, según la OCDE, la brecha de empleo de los grupos potencialmente desfavorecidos también es peor que la media. "En particular, la probabilidad de tener un empleo para los jóvenes que no están en educación a tiempo completo es un 18% inferior a la de los hombres de edad intermedia", alerta.
"No basta" con recuperar el empleo anterior a la crisis
Según el informe Perspectivas de Empleo 2017, la tasa de ocupación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alcanzará el 61,5% en 2018, un porcentaje superior al récord del 60,9% que había al finalizar 2007, antes del estallido de la crisis. Mientras, la tasa de paro bajará hasta el 5,7%.
Sin embargo, la OCDE ha advertido de que persisten significativas dificultades en el mercado laboral, subrayando lo desigual de la recuperación, con países como Alemania con la previsión de que la tasa de ocupación supere en 2018 en 9 puntos porcentuales la anterior a la crisis, mientras en países como España no se alcanzará el nivel previo al finalizar el próximo año.
"No basta con simplemente regresar a los niveles de empleo previos a la crisis", ha alertado Gurría, ya que incluso en países donde se han recuperado ya los niveles de ocupación, el incremento de los salarios sigue siendo débil y la estructura ocupacional del mercado ha cambiado significativamente, dificultando que algunos trabajadores encuentren oportunidades de empleo satisfactorias, recoge Europa Press.
Por eso, la OCDE ha instado a los gobiernos a no concentrarse exclusivamente en la creación de empleo y prestar también atención a su calidad, al acceso al trabajo de mujeres y jóvenes, al refuerzo del diálogo social y a la formación continua de los profesionales.
España, el segundo país con mayor tasa de paro
Dentro de la OCDE, España es, según datos del año pasado recogidos por Efe, el cuarto país con una menor proporción de población empleada (por delante tan sólo de Italia, Grecia y Turquía) y el segundo con una mayor tasa de desempleo (por detrás de Grecia). Además es el que tiene una mayor proporción de personas viviendo con menos de la mitad de la renta disponible media de su país (16,5% de la población en edad de trabajar), seguido por Grecia, Estados Unidos, Estonia, Chile e Israel.
Asimismo, es el segundo país con una mayor inseguridad en el mercado laboral (entendida como la proporción de ingresos que se perderían en caso de que un trabajador quedase desempleado) y el cuarto con una mayor proporción de empleados que ven amenazado su puesto laboral.