Testigos del incendio en Londres: "Vi a gente saltando desde las ventanas"
- Algunas familias lanzaron a sus hijos por las ventanas para salvarlos
- Los testigos describen el pánico de quienes se quedaron atrapados
- Al menos doce personas han muerto y hay "numerosos" desaparecidos
Jamalvatan Sajad, de 22 años, volvía del cine con su hermano cuando una llamada de su madre, discapacitada, le alertó del incendio: el fuego había empezado a devorar la Torre Grenfell, de 24 plantas, en el oeste de Londres. Los bomberos pudieron rescatar a la mujer de su apartamento en el tercer piso. Sajad suspiró aliviado cuando se reencontró con ella pero el consuelo le duro pocó.
"Vi a la gente saltando desde las ventanas del piso 16 o 17, por lo menos diez personas estaban tratando de saltar. Cuando llegué allí diez pisos estaban en llamas y cada minuto que pasaba el fuego subía. En ese momento haber perdido mi casa no era nada comparado con ver morir a la gente. Solo podía pensar en mis vecinos", relata el estudiante al diario francés Le Figaro.
Al menos doce personas han muerto y más de 70 están heridas. Además se teme que haya numerosas personas atrapadas en los pisos más altos ya que los bomberos sólo han podido acceder hasta planta 19. La policía ya ha advertido de que teme que la cifra de fallecidos aumente en las próximas horas.
"Podía ver la muerte en sus miradas"
Aziza explica que era la una en punto de la mañana cuando el olor acre del humo la despertó. El fuego apenas acababa de empezar. Tuvo el tiempo justo para coger a su hija en brazos y bajar desde el piso 15 en ascensor. Vestida con una bata floreada, a salvo, mira conmocionada cómo las llamas han engullido su hogar.
A otros vecinos no les dio tiempo de salir de sus casas y algunos lanzaron a sus hijos por las ventanas para salvarlos del fuego. "En una de las ventanas, en el noveno o décimo piso, había una mujer haciendo señas, explicando que iba a tirar a su bebé y que si alguien podía cogerlo", cuenta Samira Lamrani, residente del edificio. Fue un hombre, según afirma, quien escuchó la súplica de la mujer y consiguió atrapar al niño, que al parecer sobrevivió.
“Los gritos, especialmente de los niños, se me quedarán grabados durante mucho tiempo“
La mujer, que se encontraba debajo del edificio de 120 apartamentos, situado en el barrio de Kensington, ha relatado como, desde la calle, podía ver "a gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando". Cuenta cómo la gente que se agolpaba en las inmediaciones del bloque de pisos trataba de "tranquilizar" a las personas que se "asomaban y chillaban" por las ventanas.
"Podía ver la muerte en sus miradas", ha sostenido, antes de añadir que "los gritos, especialmente de los niños" se le quedarán "grabados durante mucho tiempo".
Otra testigo de la tragedia, una residente del edificio llamada Zara, ha detallado cómo vio también a otra mujer arrojar a su hijo, de unos cinco años, desde una ventana del "quinto o sexto piso". "Creo que el niño tiene algunos huesos rotos y moratones pero que está bien", ha manifestado.
"¿Por qué no sonó la alarma antiincendios?"
En medio de la confusión por la tragedia una pregunta sobrevuela la torre Grenfell: ¿por qué no sonó la alarma antiincendios?.
La mayoría de las familias, muchas inmigrantes, que residen en esta torre de protección oficial estaban durmiendo cuando se desató el incendio. Paul Munakr, que vive en el séptimo piso y logró escapar de las llamas, ha declarado a la cadena pública BBC que "la alarma antiincendios" no sonó y que se salvó gracias al sonido de las sirenas de los bomberos y las personas que, desde la calle, gritaban: "No salten, no salten".
Una asociación de vecinos ya había alertado de las malas condiciones de seguridad en este bloque de pisos y del riesgo de incendioa. El Ayuntamiento de Londres, que es propietario del edificio, ha dicho que hay muchas preguntas por responder. "En los próximos días surgirán muchas preguntas sobre la causa de esta tragedia y quiero asegurar a los londinenses que obtendremos todas las respuestas", ha asegurado el alcalde.
El bloque afectado, donde los bomberos prosiguen sus labores de rescate, está situado en el norte de Kensington, la zona más deprimida y con más vivienda social -que se ofrece a las personas sin recursos- del barrio de Kensington y Chelsea, uno de los más acomodados de Londres