'Júlia ist': cine realista que desmitifica el Erasmus
- Elena Martín dirige e interpreta una ópera prima sobre la crisis de identidad
- "No recuerdo muchos personajes femeninos que hayan dado legitimidad a mis propias crisis", afirma
En el imaginario colectivo, el año de beca Erasmus es sinónimo de fiesta constante. En la realidad, es algo de eso pero también es confusión e inseguridad. Elena Martín lo probó y lo sabe como estudiante de Comunicación Audiovisual en Alemania. Y esa experiencia, junto a la de otros tres guionistas, es el núcleo de su debut en la dirección, Júlia ist, que se estrena el 16 de junio.
“Empezó siendo el proyecto final de grado en la Universidad Pompeu Fabra. Los cuatro giuonistas estábamos de Erasmus en cuatro ciudades distintas, empezamos a compartir impresiones y sensaciones. Y nos dimos cuenta de que valía la pena reflejarlo en una ficción”, explica la directora que también protagoniza su película.
Martín es Júlia, una estudiante de arquitectura que deja el nido familiar y a su pareja por primera vez para desarrollar la beca en Berlín. “Sobre todo en los países de sur, que somos tan familiares y nos vamos tan tarde de casa, el Erasmus implica muchas cosas más de lo uno se imagina cuando piensa en un Erasmus”, explica. Julia afronta primero la soledad, su dificultad para relacionarse. Y más adelante nuevas complicidades cuyos lazos tienen fecha de caducidad.
Elena Martín era la protagonista de Las amigas de Ágata, una crónica realista del momento de la ruptura de un grupo de amigas de instituto al dar el salto a la universidad. Y ahora continúa de algún modo poniendo rostro a un parte de una generación que ella misma representa.
“Creo que son dos películas que tienen una cosa muy fuerte en común: hablan de conflictos emocionales y la crisis identitaria entra en ese pack. Las dos películas intentan crear el tiempo y ambientes necesarios para que estos conflictos salgan a la superficie. No son películas de trama y eso las hace más particulares, aunque existan muchas películas parecidas, no estamos tan acostumbrados”.
Afirma Martín que las películas que más le han intersado en lso últimos años muestran personajes femeninos complejos, como 20th Century Women, Diario de una adolescente, Viaje a Sils Maria, o toda la filmografía de Mia Hansen-Løve. Y es cierto que además de Las amigas de Agatá, su película se relaciona por ejemplo con María (y las demás), como un cine complejo sobre mujeres.
“Aunque no pienso en esos términos, sí me he dado cuenta de que me interesaba mucho las mujeres que se equivocan y aprenden. Es algo que me toca de cerca porque estoy creciendo y cambiando, y me gusta ver personajes femeninos con sus contradicciones en pantalla”, explica. “No recuerdo en mi vida haber visto muchos personajes femeninos que hayan dado legitimidad a mis propias crisis. En cambio, estamos acostumbrados a ver personajes masculinos que pasan por un momento de pérdida y de repente hacen daño emocionalmente a sus seres querido. A los personajes femeninos no se les permite tanto y verlos, de alguna forma, te hace sentir menso sola”.