Siete de cada diez mujeres con cáncer de mama conservan el pecho tras la cirugía
- Expertos apuestan por un abordaje personalizado y multidisciplinar del tumor
- También por cirugías menos agresivas que garanticen la misma supervivencia
- Programas de cribado con mamografía han incrementado el diagnóstico precoz
Siete de cada diez mujeres con cáncer de mama conservan el pecho tras la cirugía, según los datos del Grupo Español de Investigación de Cáncer de Mama (GEICAM), que apuesta por un abordaje personalizado y multidisciplinar del tumor y por cirugías menos agresivas, que garantizan la misma supervivencia.
"Los cánceres más agresivos no son curados por una cirugía más agresiva, sino por un mejor tratamiento", ha asegurado Jose E. Ales, miembro del Comité Organizador de RAGMA17, la reunión de actualización multidisciplinar de referencia en España sobre esta enfermedad, que este viernes comienza en Madrid bajo el lema "Cuando menos es más en el tratamiento del cáncer de mama".
En el encuentro participa la cirujana Julia Giménez, del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), que ha resaltado que los programas de cribado con mamografía han incrementado el diagnóstico precoz, con tumores de pequeños tamaño que permiten tratamientos más conservadores, con la misma supervivencia.
Menos secuelas físicas y psicológicas
Giménez ha recordado que hace 30 años a todas las mujeres diagnosticadas se les extirpaba la mama y ahora, cada vez se hacen cirugías menos agresivas, lo que causa menos secuelas físicas y psicológicas, ya que se extrae el tejido tumoral con márgenes adecuados, conservado la estética de la mama, y, posteriormente, se trata con radioterapia.
Ha destacado la importancia de hablar con la paciente y darle todas las explicaciones y ha dicho que en el caso de que haya que hacer una mastectomía "hay que ofrecer en la misma consulta la reconstrucción". Esta se puede efectuar en la misma intervención o de forma diferida -al terminar los tratamientos adyuvantes- y puede efectuarse con implantes protésicos, tejido de la propia paciente o la combinación de ambos.
Además, la cirujana se ha mostrado también partidaria de reducir el tumor antes de la intervención con quimioterapia para poder aplicar una cirugía conservadora, tanto en mama como en axila.
En este sentido, la doctora Mónica Morrow, del Hospital Sloan de Estados Unidos ha subrayado la importancia de determinar si el tumor ha llegado a los ganglios de la axila para elegir el tratamiento adecuado y evitar una cirugía innecesaria.
Para ello es imprescindible "estudiar de forma rutinaria el ganglio centinela, el primero al que se extendería el tumor de mama en su progresión al resto del organismo a través del sistema linfático". Así, en el caso de que el estudio "no revele la presencia de células tumorales, se evitará el vaciamiento axilar, y con ello las secuelas asociadas, como es la inflamación del brazo.
Además, se ha decantado por no extirpar todos los ganglios de la axila si el centinela está afectado, porque "no se traduce en una mejora de la supervivencia y el riesgo de recaída es muy bajo".
Cirugía preventiva de la mama
Los expertos aprovecharán la cita de Madrid para abordar la cirugía preventiva de la mama, recomendada para las mujeres sanas con alto riesgo de mutaciones, para las que tienen alto riesgo histológico en biopsias de mamas previas, las que ya han padecido un cáncer de mama o a las que se detecta posteriormente una mutación genética.
En estos casos se practica una mastectomía total, que puede reducir el riesgo de padecer la enfermedad en un 90-95 %, aunque la doctora Giménez ha advertido de que no lo elimina por completo, ya que sigue quedando tejido mamario.
Y los expertos también aprovecharán la reunión para demandar una Ley de Mecenazgo para poder seguir investigando, como ha explicado, Pedro Sánchez Rovira, del Comité Organizador de RAGMA 2017, que ha indicado que Geicam reúne a 800 profesionales, de 180 hospitales, que han realizado más de 100 ensayos clínicos con la participación de 146.000 mujeres.