El objetivo aséptico de Albert Renger-Patzsch
- El fotógrafo alemán reinventó el paisaje de la fotografía industrial
- La Fundación Mapfre expone sus imágenes de realismo extremo
“El secreto de una buena foto es el realismo”. Esta declaración de intenciones del fotógrafo alemán Albert Renger-Patzsch (1897 –1966) apunta directa al corazón de su estilo: objetividad absoluta, precisión técnica y composiciones delimitadas en las que no hay resquicio para el sentimiento.
Guiado por estas líneas maestras, Renger-Patzsch supo crear un nuevo lenguaje del que bebe sin reparos la fotografía moderna, aunque bajo esta asepsia casi quirúrgica, quizás herencia de su formación científica como químico, subyace la fantasía.
“Crea una mirada sobre el paisaje muy especial porque este exceso de objetividad abre la puerta a un mundo fantástico que nunca aparece, y genera cierta inquietud porque parece que va a pasar algo que nunca pasa”, explica a RTVE.es Pablo Jiménez Burillo, director de Cultura de la Fundación Mapfre.
La exposición “Albert Renger-Patzsch. La perspectiva de las cosas” (Del 22 de junio al 10 de septiembre) rinde homenaje a este fotógrafo, que trabajó durante el periodo de entreguerras, y que tuvo la habilidad de abrir una vía inédita entre las vanguardias experimentales y el pictorialismo que primaba en la turbulenta época que le tocó vivir.
La Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23, Madrid), en colaboración con la Fundación Ann y Júrgen Wilde de Múnich, recupera las imágenes de Renger-Patzsch , principal representante de la Nueva Objetividad alemana, en una de las mayores retrospectivas realizadas sobre el autor, cuyo archivo se perdió casi por completo durante los bombardeos de la II GM.
En los inicios de su trayectoria, Renger-Patzsch realizó un conjunto de fotografías de plantas y flores para la serie de publicaciones titulada Die Welt der Pflanze (El mundo de las plantas
Este sentido de la estructura se agudiza en los bodegones contenidos en su libro más célebre Die Welt ist schön (El mundo es bello,1928). Una serie de fotografías que responden a un estilo “tranquilo y pausado”, donde habla del hombre de forma indirecta, ya que la figura humana nunca se muestra.”Esta falsa manera científica de acercarse convierte en extraordinaria la forma en que las mira”, explica el director de Cultura.
Arqueología industrial
La tecnología como imitación de la naturaleza protagoniza sus desapasionados paisajes de la cuenca del Ruhr, la mayor región industrial de Alemania, donde el fotógrafo y su familia vivieron durante un tiempo. Renger-Patzsch capta estanques, caminos, descampados, minas de carbón a cielo abierto y locales industriales en busca de la esencia de los contenidos.
“El mundo de las fábricas convive con una arquitectura tradicional y nace una estética extraña porque añade el geometrismo a este mundo”, explica Pablo Jiménez Burillo.
Las resonancias de estas series paisajísticas, “obras maestras de la fotografía industrial”, pueden rastrearse hoy en día “en el gusto por la arqueología industrial” en las imágenes contemporáneas, y convirtieron al autor alemán en un referente.
Esta inclinación por la estructura marcó, asimismo, su trabajó para numerosos arquitectos; tras la II GM se muda a la zona rural de Wamel donde desengañado se vuelca en plasmar la naturaleza. En estas instantáneas, las perspectivas son más amplias pero no abandonan su desconcertante simplicidad e invitan al espectador a disfrutar de la imagen como experiencia.
Retratos del siglo XX
Del 22 de junio al 3 de septiembre de 2017 la Fundación MAPFRE presenta en Madrid la exposición Retratos. Colecciones Fundación MAPFRE de fotografía.
Esta muestra realizada con los fondos de la colección fotográfica de la Fundación hace un recorrido por la historia de la fotografía tomando como tema conductor el retrato, y muestra un centenar de imágenes.
La selección se centra exclusivamente en fotografía artística del siglo XX, sobre todo en su segunda mitad y llega hasta nuestros días.
Tiene como uno de sus principales referentes la tradición de la fotografía documental, que muestra la obra de quienes, por su talento y creatividad, han escrito la historia de la fotografía: Paul Strand, Lisette Model, Walker Evans o Robert Frank, pero también la de artistas en activo considerados ya clásicos de nuestro tiempo (Graciela Iturbide, Lee Friedlander, Nicholas Nixon, Diane Arbus o Alberto García-Alix), así como la de otros con una trayectoria más reciente que ya han alcanzado el reconocimiento internacional por la madurez y singularidad de sus imágenes (Fazal Sheikh, Dayanita Singh, Richard Learoyd, Bleda y Rosa…).