Luca D'Andrea: "La montaña es una maestra muy dura"
- RTVE.es entrevista al escritor italiano, que triunfa con su primer thriller
- La sustancia del mal, novela sorprendente en la que la naturaleza es protagonista
El escritor y profesor italiano Luca D’Andrea reconoce que la alta montaña “es una maestra muy dura”, y que las fuerzas naturales son incontrolables y dejan en evidencia la insignificancia del ser humano. “La mayoría piensa que el objetivo es llegar a la cima pero el verdadero objetivo es llegar a la cima y volver a casa”.
Aunque el novelista afirma que escalar las cumbres le atemoriza, ha volcado parte de su experiencia como guionista en un documental sobre el servicio de ayuda de montaña, Mountain heroes, en su primer thriller, La sustancia del mal (Editorial Alfaguara)
“Me ha obligado a ver ese entorno que era familiar para mí de forma totalmente diferente, y me ha hecho comprender que en determinados momentos y sometidos a determinadas presiones las personas están obligadas a cambiar su código moral y de repente sale la persona que realmente eres”, reflexiona en una entrevista con RTVE.es el escritor, que incide en la hostilidad del entorno natural: “Durante los accidentes a los que he asistido había personas que se enfrentaban a decisiones durísimas que era elegir entre su propia vida y la de su compañero de cordada”.
La naturaleza en su versión más cruenta es la estrella en La sustancia del mal. Un sorprendente rompecabezas, que ha tenido un éxito fulminante en Italia y se ha vendido a 31 países, provocando las inevitables comparaciones del autor con Joël Dicker o Stephen King, uno de sus venerados referentes. “Stephen King creo que ha influido a todos los escritores desde los años 70, lo reconozcan o no, encuentro su rastro en muchos autores en la forma de construir los diálogos, eso lo creó él”
Un thriller entre montañas
D’Andrea nació y se crió en un lugar muy similar al foco de acción de la novela: un pueblo del Alto Adigio tirolés incrustado entre la impresionante cordillera de los Dolomitas. Unos paisajes anclados en la infancia que permiten al novelista adentrarse en el estudio del ser humano, lo que más le interesa al fin y al cabo, afirma.
A esta comunidad hermética, donde todos los vecinos guardan secretos, llegará junto a su familia Jeremiah Salinger, un norteamericano que se obsesiona con la investigación de una masacre ocurrida en las montañas treinta años atrás.
Luca D’Andrea admite que el argumento se podía haber localizado en cualquier otro lugar desde una isla a una comunidad de vecinos, donde “todos saben todo de los demás”.
Escrita en primera persona, con un ritmo vibrante apuntalado por capítulos muy cortos, giros constantes y un lenguaje que va al grano; la novela es un clásico quién-lo-hizo donde todos son sospechosos que atrapa por su originalidad, y por la capacidad de componer un fresco detallado en el que se funden suspense, montaña y tradiciones milenarias.
D’Andrea sitúa al lector en la piel del protagonista, una persona normal en mitad de una crisis, “es un personaje que camina en la cuerda floja y a veces se cae”. Salinger aporta una mirada externa y toma el papel de investigador en un ambiente enrarecido, donde los lugareños le recuerdan constantemente, a veces a base de golpes, que es un extranjero.
“El Alto Adigio siempre ha sido un territorio desde el final de la IGM muy conflictivo, con conflictos étnicos, con conflictos entre la población alemana e italiana. Esta tensión ha llevado a ciertas explosiones de violencia con dos olas de terrorismo en los 60 y los 80, ahora ha mejorado mucho, pero todavía en los pequeños pueblos se puede ver esa especie de desgaste”
El italiano, que se declara lector compulsivo de novela negra y terror, afirma ser tan “obsesivo” como Jeremiah Salinger, por esta razón, consiguió terminar la novela en tan solo 28 días. Un argumento muy visual que tomará forma de serie de televisión en manos de la productora de Gomorra en próximas fechas.
Ante la vorágine del éxito súbito, D’Andrea se lo toma con calma y lo encara con trabajo constante. El escritor reflexiona sobre las claves del ascenso. “Creo que, por una parte, es una historia que despierta curiosidad y por otra, hay personajes que he intentando hacer humanos. Es raro en thriller encontrar a un personaje que luche por su familia en un combate interior”, señala en la presentación española de La sustancia del mal.
El autor, cuya profesión es maestro de primaria, añade qué lo que más satisfacciones le aporta es el contacto con los lectores que le piden una continuación de la historia. ¿Y qué opinan del retrato social los vecinos de su pueblo de los Alpes?
“Lo que más les sorprendió es que hubiera un escritor entre ellos porque es una tierra de alpinistas y deportistas, pero todos han entendido que lo que reflejo en la novela es como mi Macondo particular, es mi propia visión del Alto Adigio”.