El papa crea cardenal al arzobispo de Barcelona, Juan José Omella
- El Papa les advierte que no son "príncipes" en la Iglesia católica
- Omella defendió una iglesia al servicio de la paz y de los más necesitados
- Tendrá derecho a votar a un nuevo pontífice en un futuro cónclave
El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha sido creado cardenal por el Papa Francisco durante el consistorio público que ha celebrado este miércoles en la Basílica de San Pedro del Vaticano en presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santa María y del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Omella se convierte así en el octavo cardenal de Barcelona y pasa a formar parte del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica, junto con los otros cuatro cardenales nombrados por Jorge Bergoglio en su cuarto consistorio.
En la lista de los nuevos purpurados se encuentran también el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez; el arzobispo de Bamako, en Mali, Jean Zerbo; el obispo de Estocolmo, Anders Arborelius; y el vicario apostólico de Pakse, en Laos, Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun.
Durante la ceremonia, el papa Francisco advirtió a los nuevos purpurados en su homilía que el nuevo nombramiento no les convierte en "príncipes en la Iglesia" católica. "Él no os ha llamado para que os convirtáis en 'príncipes' en la Iglesia, para que os 'sentéis a su derecha o a su izquierda'. Os llama a servir como él y con él", añadió, al tiempo que les alentó a mirar diariamente a la realidad para afrontar los problemas de las sociedades actuales.
Omella fue el encargado de inaugurar la ceremonia con un discurso que pronunció en nombre de todos y en el que defendió una Iglesia "peregrina", al servicio de la paz y de la ayuda a los más necesitados.
Para la creación de los nuevos purpurados, el papa nombró a los cardenales y, uno a uno, les entregó el anillo cardenalicio, símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia, la birreta cardenalicia, roja en memoria de la sangre de los mártires que dieron su vida por defender su fe, y la asignación de su iglesia en Roma.
Estos nuevos cinco purpurados se convierten ahora en miembros del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica, que queda formado por 121 electores con derecho a votar a un pontífice en un futuro cónclave.
El colegio también está compuesto por otros 104 no electores que no podrán participar en la elección del nuevo papa al haber superado los 80 años. Este es el cuarto consistorio de Francisco desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013 y en los anteriores nombró a 19 cardenales en febrero de 2014; 20, en febrero de 2015; y 17, en noviembre de 2016.
Omella quería ser misionero o cura de pueblo
A sus 71 años es uno de los 121 purpurados que tendrá derecho a voto en un hipotético cónclave para elegir al nuevo pontífice. "Nunca soñé, cuando era pequeño, (que podría) ser obispo y muchísimo menos cardenal. Yo quería ser misionero en el Africa o cura de pueblo", confesó ante periodistas este martes.
Nació en la localidad de Cretas, provincia de Teruel y archidiócesis de Zaragoza, el 21 de abril de 1946. Estudió en el Seminario de Zaragoza y en Centros de Formación de los Padres Blancos en Lovaina y Jerusalén. El 20 de septiembre de 1970 recibía la ordenación sacerdotal. En su ministerio sacerdotal, trabajó como Coadjutor y como Párroco y entre 1990 y 1996 como Vicario Episcopal en la diócesis de Zaragoza. Durante un año fue misionero en Zaire.
El 15 de julio de 1996 fue nombrado Obispo auxiliar de Zaragoza. Fue ordenado Obispo el 22 de septiembre de ese mismo año. El 27 de octubre de 1999 fue nombrado Obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, de la que tomó posesión el 12 de diciembre de 1999.
Entre el 24 de agosto de 2001 y el 19 de diciembre de 2003 fue Administrador Apostólico de Huesca y entre el 19 de octubre de 2001 y el 19 de diciembre de 2003, también Administrador Apostólico de Jaca. El día 8 de abril de 2004 es nombrado Obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.
Tomó posesión de la diócesis el 29 de mayo del mismo año. El 6 de noviembre de 2015 se hizo público su nombramiento como Arzobispo de Barcelona, sede de la que tomó posesión el 26 de diciembre del mismo año. Ha sido Consiliario Nacional de Manos Unidas (1999-2015).
El 31 de mayo de 2013 fue investido Prior Honorario de la Virgen de Valvanera por el Capítulo de Caballeros debido a su labor con la peregrinación de la Virgen por los diferentes municipios riojanos con motivo del Año de la Fe. El 6 de noviembre de 2014 la Santa Sede hacía público su nombramiento como miembro de la Congregación para los Obispos.
En la Conferencia Episcopal Española es miembro del Comité Ejecutivo desde el 14 de marzo de 2017. Ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social desde 1996, siendo también su presidente de 2002 al 2008 y, de nuevo, durante el trienio 2014-2017. También ha pertenecido a las Comisiones Episcopales de Pastoral (1996-1999) y Apostolado Seglar (1999-2002/2008-2011).