Deep Purple despliega en Barakaldo toda su infinita leyenda en la gira del adiós
- La banda da tres conciertos en España dentro de la gira 'The Long Goodbye'
- La actuación se prolonga hora y media con un espectáculo fresco y contundente
Deep Purple ha desplegado toda su infinita leyenda en el concierto que ofreció la noche del sábado en BEC con una actuación contundente y fresca de auténtico hard rock que ha cautivado a sus devotos seguidores.
La banda británica ha ofrecido en el BEC de Barakaldo el primero de sus tres conciertos en España dentro de la gira 'The Long Goodbye' que lleva a cabo con su último disco "inFinite" y en la que también habrá paradas en el Rock Fest de Barcelona, el 1 de julio, y en Madrid, el 3 de julio.
En su actuación, que se ha prolongado durante más de hora y media, ha habido espacio para temas recientes y para algunos de los que ya se han convertido en auténticos clásicos del hard rock, como el Smoke on the water, todo un emblema de los Purple.
La banda ha brindado un concierto contundente y fresco, con un sonido excelente, que ha conectado con un público veterano que ha disfrutado con unos Purple musical y vocalmente en forma y que incluso se han atrevido, en los teclados de Don Airey, con el himno de Athletic.
La portada del clásico In Rock
El escenario esperaba al grupo con una imagen proyectada sobre la pantalla que ocupaba todo el fondo que rememoraba la portada del clásico In Rock, esa en la que, inspirada en el Monte Rushmore, aparecen los rostros de los miembros de la banda.
Ahora en el frontal de un enorme glaciar, ni Ritchie Blackmore ni John Lord aparecen junto a los otros tres componentes de la formación clásica, Ian Gillan, Roger Glover e Ian Paice, pero cuando se ha apagado la luz ha sonado el clásico hard rock de Deep Purple.
Es cierto que Steve Morse no es Ritchie Blackmore, pero lo suple con solvencia desde los noventa, y Don Airey es un músico con una dilatada experiencia en grupos que están en la memoria de los amantes del hard rock, como Rainbow, Whitesnake o Gary Moore.
Pero los Deep Purple, que para algunos conforman la Santísima Trinidad del hard rock junto a Led Zeppelin y Black Sabbath, arrastran tras de sí una leyenda tan enorme que resulta complicado no disfrutar de sus clásicos, aunque hayan pasado décadas desde su grabación.
Time for Bedlam abre la actuación
En BEC, los Purple han comenzado la actuación con Time for Bedlam de su último disco "inFinite", que ha salido al mercado este año y del que también han sonado la comercial y pegadiza y Johnny's band" y la balada "The surprising".
Pero lo que aguardaban los seguidores de la banda, los que se engancharon a ella con discos como In Rock, Machine Head o el directo imprescindible Made in Japan, eran los clásicos que catapultaron al grupo a lo más alto.
No se han hecho esperar y tras el Time for Bedlam han encadenado Fireball, Bloodsucker y la cautivadora Strange king of woman con duelo entre la garganta de Ian Gillan y la guitarra de Steve Morse que ha recordado a los de antaño en la formación clásica.
La parte central de la actuación ha estado dominada por los temas más recientes de la banda, como el ya mencionado The surprising o Hell to pay, de su anterior disco, entre los que se ha intercalado otra de las joyas púrpuras, el extraordinario Lazy.
Tras un solo en el que Don Airey ha vuelto a demostrar su virtuosismo, con himno del Athletic incluido cantado por el público asistente y bufanda del equipo de fútbol vizcaíno en los hombros del músico, la banda ha enfilado el final de la actuación.
Ahí han sonado Perfect strangers y Space truckin y después, tras unos segundos de silencio musical, Steve Morse ha atacado las notas iniciales del "Smoke on the water" desatando la locura colectiva con la que es una canción emblématica, tras la que han abandonado el escenario.
De vuelta al escenario para los imprescindibles bises y entre la algarabía del público, Deep Purple ha interpretado su versión de Hush, de Joe South, incluida en su primer disco Shades of Deep Purple, y con Black night, otro de los clásicos de la banda, han despedido la noche.