Chanel rinde homenaje a la Torre Eiffel
- Lagerfeld hace una colección que es una declaración de amor a París
- Giambattista Valli apuesta fuerte por el minivestido
- Ralph and Russo, un catálogo de vestidos de fiesta
- París entrega la medalla 'Grand Vermeil' a Karl Lagerfeld
Solo Lagerfeld puede convertir la Torre Eiffel en la Torre Chanel. El desfile de la casa francesa rinde homenaje a este símbolo de Francia y no solo porque el káiser haya logrado ‘meter’ la torre en su pasarela instalada en el Grand Palais, es que además ha fotografiado su maraña de hierros, la ha estampado en la invitación (reproduciendo un cuadro que Robert Delaunay hizo en 1926) y ha reinterpretado sus formas en cada una de las salidas del desfile.
Especialmente en la última, cuando ha presentado su esperado diseño nupcial. Un vestido de línea trapecio en blanco roto de cuello redondo y falda que cae abriéndose desde el pecho, decorado con un lazo, y que lleva camelias del mismo color en las mangas y el bajo.
Esa silueta triangular de desarrolla a lo largo del desfile, en prendas - especialmente en los vestidos de noche- o en detalles. Se adivina en la propuesta cierto trazo arquitectónico, aunque un tanto suavizado, casi orgánico: un guiño a la fuerza que resulta de la acción del hombre y la naturaleza.
Por eso el alemán utiliza tejidos metalizados, haciendo referencia al esqueleto de la torre construida por el hombre, y añade plumas y detalles florales (hechos con plumas), que unas veces decoran bajos o mangas, y otras esconden bolsillos.
Vemos así abrigos recios con hombros redondeados que aportan unas gotas de sensualidad y se aprecia un gusto por la verticalidad, como la que tiene la torre, lograda alargando las chaquetas y las faldas y estrechando sus patrones.Los vestidos de cóctel y noche más fabulosos se tiñen sobre todo de negro, tono que impera en la colección.
Los escotes acaparan la atención y los vemos de distintas formas, a veces haciendo de nuevo un guiño a las formas de la famosa torre. Las prendas en tweed siguen los patrones clásicos de la casa y a veces se feminizan con sencillos lazos negros.
Destacan los guiños al orfimo de Robert Delaunay que Lagerfeld traslada a vestidos de estética arty confeccionados con ricos tejidos que llaman la atención por la mezcla de colores vibrantes. Un apunte, la torre fue pintada de rojo oscuro para su inauguración en 1889 y Lagerfeld ha querido introducir este color en algunas prendas.
Tras el desfile, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, concedió a Karl Lagerfeld la Medalla 'Grand Vermeil': "Su genio le permite crear belleza y transportarnos a su universo. Es usted una gran persona que tengo el honor de frecuentar a menudo y es un gran honor, y su talento es reconocido a nivel mundial", dijo Hidalgo.
Giambattista Valli no sale de su zona de confort e insiste en diseños de fiesta y noche que van cortos por delante y largos por detrás. Flores de tela y cristal se bordan con delicadeza sobre todo tipo de tejidos y destacan los minivestidos, femeninos y coquetos, que se presentan en distintas versiones, variando la textura y el color.
La colección de Ralph and Russo es un catálogo de vestidos ya vistos. Diseños de cortes osados como los de Versace, transparencias exóticas como las de Elie Saab, prendas ribeteadas como las de Chanel, vestidos con capa que dejan los hombros al aire como los de Valentino, florituras arquitectónicas como las de Stéphane Rolland y diseños con capas de tul con tonos en degradé como los de Giambattista Valli. Prescindible.