Laia Marull: "La mayoría de las mujeres agredidas se sienten culpables. Es el mundo al revés"
- RTVE charla con la actriz que presenta Brava, la nueva película de Roser Aguilar
- La cinta se estrena este viernes, 7 de julio
Laia Marull sabe bien lo que es meterse en la piel de una mujer agredida. Lo hizo hace ya casi 15 años, en un momento en el que la violencia machista apenas se trataba en nuestro cine. Aquella Pilar de Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003) le valió la Concha de Plata en San Sebastián y el Goya a mejor actriz.
Ahora, vuelve a recorrer un camino hacia el infierno en Brava, el nuevo trabajo de la directora catalana Roser Aguilar que se estrena este viernes en los cines. En ella da vida a Janine, una mujer con la vida aparentemente solucionada que, tras sufrir una agresión sexual en el metro, ve su vida tambalearse. “Janine tiene pareja estable, un trabajo fijo, un piso estupendo. Pero esa agresión la arrastra a un proceso duro, de dolor, de culpa, donde su mundo se vuelve hostil”, cuenta la actriz en una charla con RTVE.
Precisamente la culpa es uno de los asuntos que sorprendió a la actriz cuando preparaba el personaje. “Es muy común que las víctimas se sientan culpables, es el mundo al revés. Algo que está instalado en la sociedad y que les lleva a pensar que fue culpa suya, por cómo iban vestidas, por su actitud… creen que, al final, se han dejado agredir. Y la mayoría de las víctimas, ni lo cuentan, ni lo denuncian”.
Laia Marull quería saber más y se puso en contacto con Addas, una asociación de Barcelona que ayuda a víctimas de violencia sexual. Allí, una psicóloga le dio la imagen que le abrió los ojos. “Me contó que tras una agresión sexual, el cerebro queda en lo que llaman modo reptil. El mundo se ha convertido en algo peligroso y ya sólo piensas en salvarte. Pierdes la empatía, dejas de gritar, de decir que no, de pedir ayuda. Y al final acabas pensando que no has luchado lo suficiente”.
Rodeada de hombres que no ven o no saben ver
Esa imagen le ayudó a construir un personaje en el que priman los silencios, rodeada de hombres que no ven o no saben ver lo que tortura a la protagonista. Con diálogos lacónicos y un viaje que parece arrastrarla hacia el lado oscuro. “Se vuelve agresiva porque no sabe cómo pedir ayuda. Es un viaje muy complejo, con sentimientos encontrados que se ve claramente en la relación con su padre (Emilio Gutiérrez Caba).”
La directora de Brava, Roser Aguilar, muestra el contraste entre una ciudad en la que, de repente, todo parece peligroso y la tranquilidad de la vida en el campo. “Janine tiene miedo, todo es un peligro. Así que huye al campo para buscar la calma, el refugio de la casa paternal. Pero, al final, el campo resulta no ser tan idílico", cuenta Laia Marull.
A la actriz, que estos días representa Incendios en el Teatro de la Abadía, uno de los éxitos de la temporada, se le enciende la mirada cuando recuerda que este fin de semana habrá, en los cines, tres películas españolas dirigidas por mujeres (Brava, Verano 1993 y Júlia ist). “Es absolutamente necesario que haya directoras y/o guionistas que puedan contar historias de mujeres, sin tapujos, Que se normalice el hecho de que haya igualdad. En la sociedad somos el 50% así que en el cine empieza a ser hora. Debe haber historias contadas desde la mirada de la mujer”.
Emilio Gutiérrez Caba, Bruno Todeschini, Sergio Caballero y Francesc Orella completan el reparto de Brava, una cinta que se presentó a concurso en el pasado Festival de Málaga. A partir de este viernes se podrá ver en los cines, en la versión original rodada en catalán, y en versión doblada al castellano.