Irak proclama la liberación completa de Mosul mientras sofoca los últimos focos de resistencia del Dáesh
- El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ha anunciado la victoria en la ciudad
- Unas pocas decenas de yihadistas mantienen los combates en la parte vieja
- Mosul afronta ahora, tras los combates, la crisis humanitaria y la destrucción
El primer ministro de Irak, ha proclamado este lunes la completa liberación de Mosul frente a "la brutalidad y el terrorismo" del Estado Islámico, en un comunicado difundido por los medios iraquíes que ratifica la recuperación de la ciudad después de tres años bajo el yugo de los yihadistas, que la habían convertido en la capital de su autoproclamado califato.
Aunque los iraquíes ya festejaban desde este domingo la recuperación de Mosul, los combates seguían este lunes, ya que las tropas iraquíes aún sofocaban los últimos focos de resistencia islamista en la parte vieja de la ciudad, donde seguían atrincherados unas pocas decenas de yihadistas. En esa zona, por la mañana, eran todavía audibles los disparos y las explosiones: "No se va a cantar victoria hasta que la zona esté plenamente asegurada", recalcaba a Reuters el oficial iraquí Firas Abdel Qassim.
“Desde el Mosul libre y liberado anunciamos la victoria para todos los iraquíes“
Horas después, Al Abadi proclamaba la victoria total en el que hasta ahora era el principal feudo de los extremistas en Irak: "Desde el Mosul libre y liberado anunciamos la victoria para todos los iraquíes", ha asegurado ataviado con uniforme militar negro que le identifica como el líder de las Fuerzas Armadas y rodeado de los responsables militares que han encabezado el cerco a la ciudad.
El "fin del falso califato"
"Con nuestras filas unidas luchamos contra los del Dáesh [acrónimo en árabe del Estado Islámico] a lo largo de los años e hicimos fracasar todos sus planes. Ahora, Irak, está más unido que nunca", ha remarcado el primer ministro, pese a que el grupo yihadista mantiene el control de varias zonas en el noroeste del país.
Al Abadi se ha referido de manera peyorativa al grupo terrorista como "Estadito" Islámico "depravado y asesino", y ha anunciado el "fin del falso califato gracias a los sacrificios iraquíes". Asimismo, ha saludado a las familias iraquíes, los líderes religiosos y los "valientes combatientes" que han lichado en Mosul: "Esta victoria es para vosotros, iraquíes. Los iraquíes sois los líderes y los que habéis logrado la victoria y tenéis que estar orgullosos ante el mundo", afirmó.
Al Abadi ha indicado que ahora tienen "la misión de estabilizar, reconstruir y limpiar las células del Dáesh" que quedan aún en zonas del casco antiguo de la urbe, en el que ha sido el último reducto de los extremistas en la ciudad, que ha quedado destruida casi por completo.
Ambiente festivo
Pese a todo, la ciudad vive estos días en un ambiente festivo que contrasta con el rigorismo y el terror impuestos por los islamistas desde julio de 2014, cuando unos pocos centenares de combatientes lograron derrotar al Ejército iraquí y tomaron la ciudad, la segunda más grande de Irak con un millón y medio de habitantes.
Allí, en la Gran Mezquita de al Nuri, fue donde el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el califato y se invistió a si mismo como líder de todos los musulmanes del mundo. Al Bagdadi ahora se encuentra en paradero desconocido e incluso hay informes que apuntan a que ha muerto, y la Gran Mezquita de Mosul ha sido destruida por los propios islamistas.
Por el contrario, el primer ministro iraquí ha podido visitar la ciudad y entrevistarse con los responsables políticos y militares del cerco que, tras nueve meses, ha conseguido recuperar el control de la urbe para el Gobierno de Irak. Los soldados iraquíes, a su vez, se relajaban y algunos incluso se bañaban en el río Tigris, utilizando las banderas islamistas para secarse.
Un golpe significativo para el Estado Islámico
"La recuperación de Mosul es un paso significativo en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento", ha remarcado por boca de su portavoz el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, resumiendo el sentir general de la comunidad internacional ante la liberación de la ciudad.
Con todo, la derrota no supone, ni mucho menos, el final del Estado Islámico, que sigue controlando amplios territorios en Siria y en Irak, incluidas algunas localidades al oeste y al sur de Mosul, pese al continuo hostigamiento de sus posiciones por parte de la coalición que lidera Estados Unidos, en territorio iraquí, y del Gobierno sirio, Rusia y las milicias kurdas en Siria.
En cualquier caso, el grupo yihadista podría virar hacia la insurgencia, tal como ocurrió con Al Qaeda, y se espera que insista en la organización de ataques terroristas, no solo en Oriente Medio sino también en países occidentales.
La crisis humanitaria, una prioridad
En las calles de Mosul, mientras tanto, aún quedan cadáveres y la ciudad se prepara para afrontar la reconstrucción y la gestión de la crisis humanitaria que han provocado nueve meses de lucha. Además de los miles de muertos, incluidos civiles, Naciones Unidas estima que 920.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares durante la campaña y que unas 700.000 aún están desplazadas.
"Es un alivio saber que la campaña militar de Mosul está cavando. Los combates pueden haber acabado, pero no la crisis humanitaria", advertía este lunes la coordinadora humanitaria de la ONU en Irak, Lise Grande. Y detallaba: "La mayoría de las personas que han huido han perdido todo. Necesitan refugio, comida, cuidados sanitarios, agua y equipos de emergencia".
En su comparecencia, Al Abadi ha aseverado que el pueblo iraquí tiene que unirse para "el regreso de los desplazados, para ofrecer los servicios y la construcción de las zonas que hemos liberado", antes de concluir su discurso con un "viva Irak".