La juez decide abrir juicio oral contra tres mandos de la Ertzaintza en el caso Cabacas
- Se les atribuye un supuesto delito de homicidio por imprudencia grave
- El aficionado del Athletic falleció en 2012 por el impacto de una pelota de goma
- La acusación particular pide cuatro años de cárcel y seis de inhabilitación
La juez titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao, Ana Torres, ha dictado la apertura de juicio oral por un supuesto delito de homicidio con imprudencia grave profesional contra tres mandos intermedios de la Ertzaintza que integraban el operativo policial la noche en la que el aficionado del Athletic Iñigo Cabacas recibió una pelota de goma que le ocasionó la muerte, según han confirmado fuentes de la acusación particular.
La magistrada ha adoptado esta decisión tras el escrito de acusación y la solicitud de apertura de juicio oral presentado por la acusación particular, que ejerce la familia de Iñigo Cabacas, en el que solicita cuatro años de cárcel y seis de inhabilitación profesional contra los tres encausados, así como que se les prohíba acercarse a los padres de la víctima mientras dure la condena.
Los acusados son el oficial de mayor rango en la zona donde se produjeron los hechos, el callejón de la calle María Díaz de Haro, así como dos suboficiales responsables de dos furgonetas cuyos ocupantes dispararon contra las personas que allí se encontraban.
La juez Ana Torres decidió, en un auto fechado el 31 de marzo, imputar a los tres mandos, a los que atribuye un supuesto delito de homicidio por imprudencia grave, y pidió a las partes que solicitaran la apertura de juicio oral o bien el sobreseimiento del caso.
La Fiscalía Provincial de Bizkaia pidió entonces el sobreseimiento provisional al "no poder determinarse" quién realizó el disparo que acabó con su vida, mientras la acusación particular registró el escrito de acusación, que ha conllevado la apertura de juicio oral a través de un auto de la magistrada, dictado el pasado 7 de julio y comunicado a las partes este pasado lunes.
Los hechos tuvieron lugar después de un encuentro entre el Athletic y el Schalke 04 alemán, el 5 de abril de 2012, que fue calificado de alto riesgo. Tras el fallecimiento de Iñigo Cabacas, se ordenó que desde 2013 los antidisturbios vascos no usaran más pelotas de goma.