Felipe VI expresa en el Reino Unido su confianza en una solución para Gibraltar "aceptable para todos"
- Centra su discurso en Westminster en la relación política entre ambos países
- Llama a garantizar la "confianza y certidumbre" a sus ciudadanos tras el 'Brexit'
- Destaca que ambos países respetan "la soberanía nacional y la ley"
El rey Felipe ha expresado este miércoles a los parlamentarios británicos su confianza en que el diálogo necesario y el esfuerzo de los gobiernos de Reino Unido y España permitan avanzar hacia soluciones aceptables para todos en el contencioso sobre Gibraltar, ante el que ambos países redoblarán su determinación para superar diferencias.
En el acto de más trascendencia política de su visita de Estado a Reino Unido, Don Felipe ha hecho un repaso por las estrechas relaciones entre los dos países y entre las dos monarquías y ha reconocido que durante esa historia "rica y fructífera ha habido alejamientos, rivalidades y disputas", pero que la labor de los gobiernos y los ciudadanos ha conseguido "dejarlos en el pasado".
Y en ese punto, no ha eludido el principal contencioso entre ambos países: "Estoy convencido de que esta determinación para resolver nuestras diferencias será aún mayor en el caso de Gibraltar, y confío en que a través del diálogo y el esfuerzo necesarios nuestros dos gobiernos serán capaces de trabajar por fórmulas que sean aceptables para todos los implicados".
En el segundo discurso pronunciado por un monarca español ante el Parlamento británico, tras el que hace 31 años leyó el rey Juan Carlos, Felipe VI ha animado a los dos Ejecutivos a seguir trabajando para que el acuerdo de salida del Reino Unido de la UE garantice la "necesaria confianza y certidumbre" a los cientos de miles de españoles y británicos residentes en los respectivos países, que considera una "base sólida" para las relaciones bilaterales.
Recuerdo a Echeverría y otras víctimas del terrorismo
Durante su intervención en una sesión conjunta extraordinaria de las dos Cámaras británicas celebrada en la Royal Gallery del Palacio de Westminster, leída casi íntegramente en inglés, el rey ha manifestado además su solidaridad y la de España con el pueblo británico ante la "cobarde violencia terrorista" que ha golpeado con dureza a la nación en los últimos meses.
Específicamente, ha recordado a varias víctimas, como la diputada laborista Jo Cox, el agente de policía Keith Palmer y el ciudadano español Ignacio Echeverría, fallecido en el último atentado en Londres el pasado mes de junio.
"En el plano bilateral, nuestros gobiernos deberán trabajar con determinación para mantener y mejorar el entramado de relaciones que hemos construido", ha dicho Felipe VI ante una Galería Real llena, en la que estaban presentes la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, y el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn.
Respeto a la "soberanía nacional"
De paso, a la hora de destacar lo mucho que los dos países tienen en común, el rey ha remarcado que tanto el Reino Unido como España respetan "la soberanía nacional y la ley, establecida por procesos democráticos, que son la piedra angular de cualquier Estado de Derecho y garantizan la coexistencia armoniosa y pacífica de nuestros ciudadanos".
Los dos países, ha recalcado, son "dos de las naciones más viejas de Europa y del mundo", y aunque España tenga una Constitución escrita y el Reino Unido no, son ambas monarquías parlamentarias "basadas en la vocación y el firme compromiso con la pluralidad y la diversidad que enriquece nuestras sociedades".
"Fuerte y vibrante relación" entre el Reino Unido y España
Por su parte, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, ha encomiado la visita de los reyes de España al Reino Unido como una "celebración de la fuerte y vibrante relación" entre ambos países, y ha destacado en su presentación que "España está en el centro de los asuntos europeos y es líder en muchos aspectos de desarrollo tecnológico", alabando al rey como un "socio" y un "amigo" cercano.
"Confío en que esa relación no cambie en las próximas décadas", ha dicho en referencia a lo que pase después del 'Brexit', en una intervención en la que ha aludido al carácter "deportista" del monarca español y a los recientes éxitos de la tenista española Garbiñe Muguruza en Wimbledon.
Isabel II: ningún desafío impedirá prosperar a España y Reino Unido
Por la noche se celebró el otro gran acto de esta primera jornada de visita de Estado, una cena de gala en el Palacio de Buckingham en la que estuvo presente toda la familia real británica.
Allí, la reina Isabel II ha asegurado a su vez que confía en que una relación "fundada en unos vínculos tan fuertes" como la existente entre España y el Reino Unido, garantice la prosperidad de ambas naciones "sean cuales sean los desafíos que vengan" en el futuro.
En su intervención antes de pedir un brindis, la monarca británica ha recalcado las "experiencias compartidas y estrechas conexiones" entre los dos países, aun en el contexto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Nuevas alusiones a Gibraltar en la cena de gala
En una sutil referencia al peñón de Gibraltar, la reina mencionó que "con una historia compartida tan considerable" resulta inevitable que haya habido asuntos en los que "las posiciones no hayan coincidido" pero dijo que la "intensidad" de la amistad entre los dos países "ha generado un sólido espíritu de cooperación y buena voluntad".
Y en su discurso previo al brindis, el monarca español, sin mencionar tampoco a Gibraltar, subrayó asimismo: "La profundidad de nuestros vínculos y la solidez de nuestra amistad ayudarán a que se pueda abordar entre nuestros respectivos Gobiernos cualquier cuestión en la que persistan discrepancias, con la mejor voluntad y el más alto espíritu de colaboración".
De nuevo, Felipe VI pidió salvaguardar el "valioso patrimonio" que constituyen los lazos humanos entre los dos pueblos, así como la simpatía y el conocimiento mutuos, para hacer frente "con confianza y optimismo" a los desafíos.
En esta cena, el rey ha lucido por primera vez la Orden de la Jarretera, la máxima distinción del Reino Unido, con la que le distinguió en esta jornada la reina Isabel II, la más prestigiosa y antigua orden dinástica del mundo junto a la española del Toisón de Oro.