La defensa de Lula dice que la condena es "especulativa" e "ignora" pruebas

• Asegura que las pruebas de su inocencia fueron tratadas de manera "superficial"
• Lula está "bastante sereno" e indignado
• Manifestantes a favor y en contra han salido a las calles de Brasil

Brasileños salen a la calle para celebrar la condena a Lula

La defensa del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha asegurado que la condena impuesta al líder político por corrupción y lavado de dinero es "especulativa", y ha añadido que las pruebas que demostraban su inocencia fueron "ignoradas" y tratadas de manera "superficial".

"La defensa viene a manifestar las más profunda indignación con la aprobación de una condena que desprecia las pruebas de inocencia que se habían anexado al proceso", ha declarado el abogado Cristiano Zanin Martins en una rueda de prensa en Sao Paulo.

Lula ha sido condenado este miércoles en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión por el juez federal Sergio Moro por un caso de corrupción asociado a la red que operó en la estatal Petrobras, pero la sentencia aún no es firme y deberá ser ratificada por un tribunal superior.

La sentencia ha sido dictada por el juez federal Sergio Moro, que instruye las investigaciones sobre la colosal trama corrupta destapada en el seno de la petrolera estatal.

La Fiscalía había imputado al expresidente los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, tras haber recibido sobornos por valor de 3,7 millones de reales (algo más de un millón de euros) para facilitar una serie de contratos suscritos entre la constructora OAS y Petrobras.

Lula está "bastante sereno"

Zanin Martins, acompañado por otros miembros de la defensa, ha afirmado que Lula, quien hasta el momento no se ha manifestado públicamente, "está bastante sereno, pero como cualquier persona que está condenada sin pruebas existe una indignación natural".

Para los letrados de la defensa, la condena es "especulativa, desprecia las pruebas de inocencia" y "da valor" a la confesión "informal" de Leo Pinheiro, expresidente de la constructora OAS, implicada en el asunto, también condenado en el caso.

"Cualquier juez reconocería la inocencia" de Lula, ha subrayado. El juez Moro dio por probado en la sentencia que el expresidente recibió 2,25 millones de reales (unos 700.000 dólares) en concepto de sobornos, los cuales se habrían materializado en la reserva y reforma de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo. Sin embargo, la defensa ha dicho que el inmueble citado fue transferido por OAS a un fondo controlado por la estatal Caixa Económica Federal.

Pruebas sobre su inocencia

"La sentencia, de 692 párrafos, dedicó solo cinco para la prueba que la defensa hizo sobre la inocencia", ha resaltado Zanin Martins. Esa prueba será la "base del recurso" que interpondrán en el tribunal de segunda instancia, que deberá pronunciarse sobre el caso a mediados o finales de 2018 y donde los abogados esperan que "esta página negra" sea "revertida".

"La prueba está materializada en el hecho de que el apartamento jamás estuvo bajo la disponibilidad de Leo Pinheiro para entregar a Lula" y que el primero dio tal versión "para agradar al juez" y sin mostrar "ningún documento" al respecto.

Esta es la primera condena que recibe Lula, quien responderá sobre este caso en libertad, pero que aún afronta otras cuatro causas penales abiertas por la Justicia, la mayoría de ellas relacionadas con el caso Petrobras.

"La sentencia confronta con la Constitución, con los tratados internacionales y con las leyes brasileñas. Es ilegítima y creemos que será revertida en algún momento", ha denunciado la defensa, y ha anunciado que "será impugnada de todas las formas posibles". Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, se ha convertido en el primer expresidente del país en ser condenado penalmente por la Justicia.

Manifestantes a favor y en contra de Lula, salen a la calle

Manifestantes a favor y en contra de la condena en primera instancia contra el expresidente da Silva han salido a expresarse en las calles de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, y la Policía Militar ha tenido que intervenir para evitar posibles enfrentamientos.

Una protesta programada inicialmente en la céntrica Avenida Paulista para pedir la renuncia del presidente brasileño, Michel Temer, acorralado por escándalos de corrupción, ha terminado siendo relegada por las concentraciones de simpatizantes y detractores de Lula.

La protesta inicial daría continuidad a la del pasado lunes, cuando fueron quemados en la Avenida Paulista muñecos gigantes de Temer, después de que el instructor del caso en una comisión de la Cámara de Diputados, el congresista Sergio Zveiter, avaló la continuidad de la denuncia contra el jefe de Estado.

Al final de la tarde, simpatizantes de Lula convocados por las centrales sindicales y movimientos sociales se han reunido en las afueras del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP) para su expresar apoyo al exgobernante, de 71 años.

A menos de una manzana, frente a la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), la más influyente patronal del país, otros movimientos contrarios al líder sindical se han dado cita para celebrar la condena con banderas de Brasil y carteles a favor del juez Moro pidieron la prisión inmediata de Lula.