Lula dice que su condena es "política" y reivindica su candidatura a las elecciones
- Nunca había expresado su deseo de presentarse de forma tan contundente
- Reta a la justicia a presentar "una sola prueba" que le incrimine
- Ha sido sido condenado a nueve años de prisión por corrupción y lavado de dinero
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a nueve años y medio de prisión por corrupción y lavado de dinero, ha afirmado este jueves que esa sentencia es "política" y ha asegurado que está dispuesto a ser candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT) de cara a las elecciones generales de 2018.
"Quiero decir a mi partido que hasta ahora no lo había reivindicado, pero a partir de ahora voy a reivindicar al PT el derecho de colocarme como postulante a la candidatura", ha declarado Lula, quien hasta la fecha había expresado su deseo de presentarse a los comicios del próximo año, pero nunca de una manera tan contundente.
Lula fue condenado este miércoles en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión por el juez federal Sergio Moro por un asunto de corrupción asociado a la red que operó en la estatal Petrobras, pero la sentencia aún no es firme y deberá ser ratificada por un tribunal superior. De ser ratificada, no podría presentarse a las presidenciales de 2018.
"Que esperen aquellos que esperan el fin de Lula"
"Si alguien piensa que con esta sentencia me sacan del juego (político), pueden saber que estoy en el juego", ha dicho en su primer pronunciamiento público tras la condena, en la sede nacional del Partido de los Trabajadores (PT) en el centro histórico de Sao Paulo.
“Estoy dispuesto a luchar de la misma forma que cuando tenía 30 años“
Lula aparece actualmente como el líder más valorado en las encuestas, a pesar de los múltiples escándalos de corrupción que le rodean por su supuesta participación en la gigantesca trama corrupta que operó en la estatal Petrobras.
"Que esperen aquellos que esperan el fin de Lula (...) Estoy dispuesto a luchar de la misma forma que cuando tenía 30 años", ha comentado en tono de precampaña electoral. Además, ha advertido en tono irónico a su militancia que "tendrán un precandidato con problemas jurídicos en las espaldas" y ha prometido "luchar" contra la Justicia con su propio partido para "ganarse el apoyo" y por último "luchar en las calles para convencer a la sociedad".
Reta a la Justicia a presentar "una sola prueba" que le incrimine
"La sentencia tiene un componente político muy fuerte", ha subrayado el que fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010, que ha confirmado que sus abogados recurrirán "en todas las instancias" contra lo que ha calificado de una "tamaña mentira" y ha retado a la Justicia a presentar "una sola prueba" que le incrimine.
"No sé cómo alguien consigue escribir casi 300 páginas para no decir absolutamente nada contra la persona que quiere acusar", ha dicho en su primer pronunciamiento público tras la condena, en la sede nacional del Partido de los Trabajadores (PT) en el centro histórico de Sao Paulo.
Lula ha pronunciado su discurso rodeado de dirigentes y militantes del PT, en el que participó de su fundación en 1980 y entre los que ha destacado la presidenta de la formación, Gleisi Hoffmann.
Primer expresidente del país condenado por la Justicia
El carismático líder ha apuntado que "ninguna verdad fue tomada en cuenta" durante el proceso, uno de los cinco que tiene abiertos con la Justicia, la mayoría de ellos relacionados con la trama Petrobras.
"Si alguien tiene una prueba contra mí, por favor, que me lo diga y la manden" a la Justicia porque "me quedaría más feliz si fuera condenado en base a una prueba", ha comentado.
El magistrado que lo ha condenado ha dado por comprobado que el expresidente recibió 2,25 millones de reales (unos 700.000 dólares) en concepto de sobornos, los cuales se habrían materializado en la reserva y reforma de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo.
Lula se ha convertido en el primer expresidente del país desde el restablecimiento de la democracia, en 1985, en ser condenado por la Justicia penal.