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Merkel no se opone a que la zona euro tenga un presupuesto propio y un ministro de Finanzas

  • Acepta ideas de Macron para avanzar en la integración de la eurozona
  • La canciller ha dicho que primero hay que esperar a las elecciones alemanas
  • Reconoce que Alemania tiene "márgenes para una mayor inversión"
  • Francia y Alemania quieren impulsar un proyecto común de avión de combate

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Emmanuel Macron y Angela Merkel en París.
Emmanuel Macron y Angela Merkel en París.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha aceptado varias ideas del presidente francés, Emmanuel Macron, para avanzar en la integración de la zona euro, como que la zona euro tenga un presupuesto propio y un ministro de Finanzas, aunque ha dicho que para llevar a cabo esas reformas primero hay que esperar a las elecciones legislativas en su país, que se celebrarán en septiembre.

"No tengo nada contra un presupuesto de la zona euro", ha señalado Merkel en París en una conferencia de prensa conjunta con el presidente francés, Emmanuel Macron, al término de un Consejo de Ministros bilateral. En ese acto, la canciller ha añadido que "se puede hablar" también de la idea de un ministro de Finanzas de la eurozona, que es otra de las iniciativas que defiende Macron para reforzar la zona euro.

Merkel ha asegurado que se van a "superar etapas este año" en esa reforma para una mayor integración de los miembros de la moneda única, pero ha pedido paciencia porque primero hay que esperar a las elecciones legislativas de septiembre, en la que hizo notar que los grandes partidos en liza (el suyo y los socialdemócratas del SPD) tienen posiciones proeuropeas.

Además, la canciller alemana ha afirmado que ella y Macron están de acuerdo en que se debe "estabilizar e integrar más la zona euro" y avanzar en "una convergencia económica" de sus países miembros.

Merkel quiere que todos los países de la UE "sean fuertes"

En respuesta a unas declaraciones en la prensa del presidente francés, en las que señalaba que Alemania se había beneficiado de las disfunciones de la moneda única gracias a las reformas que hizo en el pasado, y que no se hicieron en Francia, la canciller ha afirmado que su país tiene "interés en que todos los países de la zona euro sean fuertes".

Y en cuanto a la demanda de Macron para que Alemania aproveche que tiene sus cuentas públicas saneadas para relanzar la inversión en Europa, Merkel ha reconocido que tiene "márgenes para una mayor inversión". En este sentido, no obstante, ha puntualizado que para aumentar la inversión pública hace falta una planificación diferente: "Tenemos recursos materiales, pero hay que saber cómo utilizarlos".

En cuanto a la inversión privada, Merkel ha advertido de que "eso no se decreta", sino que se debe crear un clima favorable, en particular en el terreno fiscal para que las pymes tengan incitaciones para dedicar dinero a la investigación.

Macron y Merkel han explicado que están trabajando en una convergencia de la fiscalidad para las empresas, así como que reflexionan en la fiscalidad ecológica y de la economía digital.

El jefe del Estado francés, por su parte, ha asegurado que ambos coinciden en "una agenda común de una Europa que proteja", y que se concreta, por ejemplo, en su voluntad de reformar la directiva europea de trabajadores desplazados "para regular mejor esta Europa social".

Un proyecto conjunto de aviones de combate

En el terreno de defensa y seguridad, París y Berlín presentaron a los socios europeos dispuestos a participar una iniciativa conjunta que incluye la puesta en marcha de programas de equipamiento militar.

En concreto, se ha establecido una lista con los sistemas terrestres, los de patrulla marítima, los drones, los aviones de combate, los helicópteros, el espacio y las tecnologías digitales.

Macron hizo notar que se trata de "una revolución profunda" al referirse al programa para desarrollar en común la próxima generación de aviones de combate, si se compara con la situación actual en que no sólo hay varios cazas desarrollados por la industria europea (el Eurofighter, el Rafale francés y el Gripen sueco), sino que muchos de los países de Europa compran el material a Estados Unidos.

En concreto, piensan en un nuevo sistema de combate, que según los analistas podría contar con una mezcla de aeronaves tripuladas y no tripuladas, que podría reemplazar al Rafale -un avión exclusivamente francés- y al Eurofighter -en el que participan Alemania, España, Reino Unido e Italia-, los dos modelos que dominan el panorama europeo.

Francia y Alemania reiteraron su voluntad de reforzar la directiva europea de trabajadores desplazados, en lo que chocan en particular con algunos países del este, con el argumento de que el mismo trabajo tiene que traducirse en la misma remuneración para evitar distorsiones en la competencia y que sea efectivo uno de los lemas de campaña de Macron: "Una Europa que proteja".