Los 'Héroes' imperfectos de Georg Baselitz
- El Guggenheim presenta un monográfico de esta serie del autor alemán
- Los Héroes son figuras turbias y heridas dotadas de gran expresividad
- Son una crítica mordaz a la Alemania de la Guerra Fría y el boom económico
Soldados, pastores, rebeldes, guerrilleros, pintores. Gigantescos, agitados y frágiles. Son los Héroes del pintor y escultor alemán Georg Baselitz, uno de los artistas más influyentes de nuestro tiempo.
Las impactantes pinturas fueron creadas entre 1965 y 1966, un momento en el que el autor percibía la posguerra en Alemania como un estado de destrucción múltiple que cuestionaba los sistemas políticos y las ideologías. Una vorágine que también engullía a los movimientos artísticos.
Sus Héroes y Tipos Nuevos, vestidos con desgastados uniformes de guerra, son una contradicción en sí mismos, a medio camino entre el fracaso y la resignación. Su génesis fue una provocación emocional a la sociedad alemana: Baselitz los pintó con 27 años en un periodo en el que el heroísmo masculino se encontraba en tela de juicio tras la II GM y la posguerra.
El autor expresó su descontento con una Alemania, que a mediados de los años 60, intentaba olvidar su pasado nazi, la partición del país y la Guerra Fría, y disfrutar del entonces incipiente "milagro" económico alemán, mirando únicamente al futuro.
El Museo Guggenheim de Bilbao en colaboración con el Städel Museum de Frankfurt, el Moderna Museet de Estocolmo y el Palazzo delle Esposizioni de Roma, reúne por primera vez 68 cuadros, bocetos y dibujos de estas figuras desafiantes y de gran formato en la muestra monográfica "Georg Baselitz. Los Héroes" (Del 14 de julio al 22 de octubre).
Estos arquetipos son una crítica ácida a los significados que atribuían las autoridades de la entonces RDA, sacados del realismo socialista, que busca crear una raza de "hombres nuevos" en la que los trabajadores son los nuevos "héroes" del régimen socialista, recoge EFE.
La sátira de Baselitz se hace patente en las figuras, todas ellas masculinas, deformes, desproporcionadas, en unas ocasiones partidas y en otras con sus órganos sexuales al aire, representadas en sus pinturas.
Baselitz, cuyo verdadero nombre es Georg Kern, nació en 1938 en Deutschbaselitz en lo que fue la República Democrática de Alemania (RDA).
Adoptó el nombre de Baselitz en 1956, cuando se trasladó al entonces Berlín occidental, después de su expulsión de la Kunstakademie del sector oriental de la ciudad por "inmadurez política".
Debido a su estudio del arte tanto en la parte soviética como en la occidental de Alemania, pudo conocer las tendencias artísticas a ambos lados del muro: el realismo socialista en la RDA y el expresionismo abstracto, en la República Federal de Alemania (RFA).
Un mundo roto
La serie Héroes, que el pintor creó en total soledad en la Villa de Florencia, encarna una afirmación de su identidad a la contra de los estilos artísticos y de pensamiento de su tiempo.
La fragilidad de estos antihéroes halla su reverso en la forma: siempre se representan en un lugar central, de frente y con líneas muy definidas
Los inquietantes prototipos de Baselitz son exponentes de precariedad e inconsistencia, y destacan, turbios y heridos, contra un fondo de escombros. El profundo sentimiento de desesperanza se rebaja con la presencia en los lienzos de utensilios como una paleta de pintor o un jirón de naturaleza, donde fracaso y naturaleza se dan la mano.
En palabras de Max Hollein, otro de los comisarios de la exposición, los "héroes" expresan “aislamiento, desarraigo y desorientación visualizados de forma estridente y sentida, la obra recoge el precario estado experiencial del artista en un mundo roto y establece una imagen paradigmática de su condición”, recoge la nota de prensa de la pinacoteca.
El empeño de Baselitz en revisar el pasado de Alemania durante la Guerra Fría causó escándalo en la sociedad alemana y una de sus exposiciones en 1963 llegó a ser prohibida, aunque con estas obras consiguió instaurar una nueva tendencia artística y ser considerado en la actualidad como un ejemplo clave del arte alemán de los años 60.