Unipost presenta concurso voluntario de acreedores
- La compañía, con una deuda de 50 millones, dice que continuará con su actividad
- Garantizará que seguirá "prestando el servicio a todos sus clientes"
- CCOO califica de "inviable" el modelo de gestión de la empresa
El operador postal Unipost ha presentado concurso voluntario de acreedores en un juzgado de Barcelona con una deuda cercana a los 50 millones de euros. Según ha recogido EFE, la empresa tiene la voluntad de continuar con su actividad.
Unipost fue fundada en 2001 por la integración de la catalana Suresa, la valenciana Flecha y la aragonesa Urbandisa. En los últimos años ha presentado diversos expedientes de regulación de empleo para ajustar su plantilla. A principios de 2016 logró un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda.
Sin embargo, no ha sido suficiente para solventar los problemas de tesorería de la compañía, que ahora ha suspendido pagos. Sus deudas se reparten casi a partes iguales entre la banca y los proveedores, según ha avanzado La Vanguardia.
Sólo así pueden "solventar las dificultades financieras"
En un comunicado, Unipost ha asegurado que ha tomado esta decisión para hacer frente a las tensiones de tesorería, garantizar su viabilidad y proteger los derechos de todos los trabajadores. También garantiza que "continuará prestando el servicio a todos sus clientes".
"Las actuales circunstancias del mercado y una particular aplicación de la regulación del sector postal en España han provocado un considerable desequilibrio en favor del operador postal público", ha señalado la compañía.
Asimismo, ha remarcado que las dificultades financieras que atraviesa sólo pueden ser solventadas con los beneficios de la declaración de concurso.
Comisiones Obreras culpa a la empresa por hacerla inviable
En un comunicado, CCOO ha señalado que defenderá la búsqueda de un proyecto empresarial viable, así como el pago de la deuda a la plantilla de la empresa.
El sindicato considera que los responsables de la situación de Unipost son "un equipo directivo y de gestión empeñado en mantener un modelo de negocio inviable, centrado en el monocultiuvo de la carta en un contexto de cambio del Sector Postal".
Asegura que hará todo lo posible por defender a los trabajadores, con los que la empresa tiene, según el sindicato, una deuda de 6 millones de euros.
La compañía, propiedad de una rama de la familia Raventós y con sede central en Barcelona, es el único competidor postal de Correos en España. Cuenta con una plantilla propia de unos 2.500 trabajadores. Tiene además una red de 140 franquicias que emplean a cerca de 2.000 colaboradores.